Debido a la existencia de organizaciones criminales transnacionales dedicadas al tráfico de drogas, armas y personas en Sudamérica y Centroamérica, además de la injerencia y el tráfico de influencias de China, Rusia, Irán y Cuba en la región, el Comando Sur de los EE. UU. (SOUTHCOM en inglés) trabaja incansablemente para mantener la seguridad en nuestro vecindario. El incremento de capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR en inglés), y una mayor capacidad para brindar oportunidades de cooperación en materia de seguridad a los países socios, podrían contribuir a este proceso, manifestó el Almirante de la Marina de los EE. UU. Craig S. Faller, comandante de SOUTHCOM, el 15 de abril de 2021.
“Las modestas inversiones en inteligencia, vigilancia y reconocimiento, la cooperación en materia de seguridad y la presencia, son sumamente útiles en el hemisferio, y nos ayudarán a nosotros y a nuestros socios a combatir estas amenazas globales”, manifestó el comandante de SOUTHCOM, durante una audiencia ante la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes del Congreso.
Además de las amenazas que representan las organizaciones criminales transnacionales y la participación de China, Rusia, Irán y Cuba, las amenazas ambientales como los huracanes y la pandemia COVID-19, han hecho que la preservación de la seguridad en el área de responsabilidad de SOUTHCOM sea un desafío aún mayor, dijo el Almte. Faller ante los legisladores.
“Ahora más que nunca, siento una profunda sensación de urgencia porque nuestra región está bajo ataque en un círculo vicioso [de] amenazas”, manifestó el Almte. Faller. “Y estas son amenazas globales, y están aquí, ahora mismo, en nuestro vecindario.”
El Almte. Faller expresó ante los legisladores que un aumento en las capacidades de ISR para SOUTHCOM sería útil para el comando. En este momento, dijo, SOUTHCOM solo emplea cerca del uno por ciento de las capacidades de ISR de los EE. UU.
“Nuestra [labor de] inteligencia impulsa todo lo que hacemos”, manifestó. “La convertimos en conocimiento; la compartimos donde podemos, particularmente con nuestras propias agencias gubernamentales de los EE. UU. Nos ayuda a comprender qué ocurre en el terreno, y cómo responder mejor a largo plazo.”
El Almte. Faller indicó que, en el pasado, un “fondo de transferencia de ISR” especial proporcionaba fondos adicionales para apoyar las actividades de ISR en el departamento, incluso para SOUTHCOM, pero ese fondo no figuraba en el presupuesto del año fiscal 2021.
“Hemos utilizado ese dinero del fondo de transferencia de ISR para trabajar en ese entorno, y hemos descubierto una cantidad considerable de información útil que enviamos a las naciones anfitrionas para su implementación, a nuestros socios encargados del orden público y, en algunos casos… se usa para poner en evidencia el comportamiento maligno de chinos y rusos”, declaró.
Gran parte de lo que ofrece SOUTHCOM en su área de responsabilidad involucra esfuerzos de cooperación en materia de seguridad, a través de las relaciones entre militares, que los EE. UU. construyen con las naciones amigas en el área.
“La cooperación en materia de seguridad es clave”, expresó. “Es lo que desarrolla la capacidad de los socios. Así es como incrementamos nuestra interoperabilidad con los socios. Los EE. UU. poseen el mejor equipamiento del mundo y los socios quieren [acceder a] nuestro equipamiento; y es una relación a largo plazo”.
La cooperación en materia de seguridad es clave”, expresó. “Es lo que desarrolla la capacidad de los socios. Así es como incrementamos nuestra interoperabilidad con los socios. Los EE. UU. poseen el mejor equipamiento del mundo y los socios quieren [acceder a] nuestro equipamiento; y es una relación a largo plazo”, Almirante de la Marina de los EE. UU. Craig S. Faller, comandante de SOUTHCOM.
En particular, el Almte. Faller también mencionó la importancia de los agregados de defensa en las embajadas de los EE. UU.
“Son nuestra primera línea en nuestra embajada”, expresó. “Deberíamos tener en cuenta la dotación de nuestras embajadas. Hay muy, muy poco personal para la competencia que existe en la actualidad. Y también miren dónde estamos posicionados como militares y cuál es la postura de los EE. UU. En este hemisferio, lo conveniente es no tener bases permanentes, [sino] instalaciones más sencillas, donde podamos entrar y salir y trabajar con nuestros socios en su entrenamiento y preparación.”