El Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM) entregó, en la primera semana de mayo, las instalaciones renovadas de la sede del Comando de Fuerzas Especiales (CFE) de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), en el municipio de Ilopango. Las instalaciones hospedarán a militares salvadoreños que apoyan el combate a la pandemia del COVID-19 y albergarán en el futuro a los instructores de naciones aliadas como los EE. UU.
“En el marco de la pandemia, los dormitorios alojarán a 400 soldados que llevan a cabo acciones humanitarias y otras funciones en apoyo a la población salvadoreña”, dijo a Diálogo Ronald Johnson, embajador de los EE. UU. en El Salvador. “El Comando de Operaciones Especiales Sur, en apoyo a uno de los ejercicios militares del Comando Sur, facilitó el desarrollo [de estos trabajos] con una inversión de USD 84 000”.
Esta inversión es el reflejo de una larga historia de colaboración entre los EE. UU. y El Salvador. “La experiencia nos ha demostrado que solo uniendo esfuerzos podemos superar los retos que enfrentamos, y reconocemos que contar con instalaciones e infraestructura adecuadas es esencial para que la Fuerza Armada salvadoreña pueda cumplir con sus objetivos”, subrayó el embajador Johnson. “Estados Unidos y El Salvador han sido socios por décadas. Hemos trabajado de manera conjunta en diversos proyectos, compartiendo experiencias y experticia a lo largo de los años”.
Los militares que utilizarán estas instalaciones pertenecen a las unidades élite del CFE: el Batallón de Paracaidistas, el Grupo de Operaciones Especiales y el Comando Especial Antiterrorista. Estos elementos están distribuidos en las unidades que luchan contra los grupos criminales transnacionales y el narcotráfico, y ahora atienden la entrega de alimentos e insumos médicos en zonas vulnerables.
“El Salvador ha sido un socio clave en la región en el combate al narcotráfico y contra la violencia de las maras. La lucha contra las maras ha dado resultados en ambos países, y los casos más grandes en contra de líderes de pandillas en los Estados Unidos y El Salvador son resultado del trabajo arduo conjunto”, dijo el embajador Johnson. “Estados Unidos reafirma su compromiso de trabajo con la Fuerza Armada de El Salvador y garantiza una mejor infraestructura para que el cuerpo militar pueda cumplir con sus funciones”.
Las fuerzas militares estadounidenses han brindado una asistencia clave para que sus colegas salvadoreños puedan enfrentar la pandemia. Hasta la tercera semana de abril, los EE. UU. entregaron más de 80 000 donaciones de diversos artículos; entre kits de alimentos e higiene, ropa de cama y gel desinfectante.
“El pasado 20 de mayo SOUTHCOM donó USD 45 000 en equipos de bioseguridad para personas en cuarentena, unidades de seguridad y personal de salud. Su apoyo desde juguetes, libros, insumos para los centros de contención; hasta trajes de bioseguridad para cuidar la salud y la seguridad de los equipos en primera línea, demuestran la solidaridad de nuestro aliado confiable”, dijo Luis Rodríguez, Comisionado Presidencial de Proyectos Estratégicos de El Salvador. “Siempre estaremos agradecidos por ello”. La donación también ayudó a varias agencias del Gobierno de El Salvador, que apoyan las medidas de mitigación y prevención del COVID-19.
Según datos de la sede diplomática estadounidense, los EE. UU. donaron en las últimas semanas aproximadamente USD 74 millones para atender la pandemia COVID-19, mejorar la seguridad, fortalecer la economía y apoyar el combate a la migración indocumentada. En los últimos 20 años ha invertido USD 2600 millones en el desarrollo a largo plazo de El Salvador.