En los últimos años, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) se convirtió en un problema de seguridad nacional ampliamente reconocido. Según la Perspectiva Estratégica 2020 de la Guardia Costera de los EE. UU., la pesca INDNR ha reemplazado a la piratería como la principal amenaza a la seguridad marítima mundial.
El 3 de febrero de 2021, en la Conferencia de Pesca INDNR organizada por la Universidad Internacional de Florida (FIU en inglés), el Almirante Karl Shultz, comandante de la Guardia Costera de los EE. UU., manifestó que la pesca INDNR era más que una amenaza directa para la administración sostenible de los recursos marinos; también amenaza la seguridad alimentaria mundial, los ecosistemas oceánicos y la seguridad económica.
“La pesca INDNR, cuando recibe apoyo como política estatal de facto, ignorando el orden basado en leyes marítimas, genera una grieta significativa en la infraestructura de las normas globales y la buena gobernanza colectiva en la que nos hemos apoyado como sociedad global, durante gran parte del siglo pasado”, agregó el Almte. Shultz.
“La pesca INDNR, cuando recibe apoyo como política estatal de facto, ignorando el orden basado en leyes marítimas, genera una grieta significativa en la infraestructura de las normas globales y la buena gobernanza colectiva en la que nos hemos apoyado como sociedad global, durante gran parte del siglo pasado”, Almirante Karl Shultz, comandante de la Guardia Costera de los EE. UU.
Luis Guillermo Solís, expresidente de Costa Rica, fue moderador de la conferencia en donde participaron panelistas como el Almirante de la Marina de los EE. UU. Craig S. Faller, comandante de SOUTHCOM; su subcomandante civil la embajadora Jean Manes; Ian Urbina, periodista de investigación del New York Times que ha escrito extensamente sobre la pesca INDNR; y Mario Alcaide, oficial de inteligencia criminal de la Dirección de Seguridad Ambiental de INTERPOL.
“Cuando la embajadora Manes y yo nos reunimos con líderes de defensa del hemisferio este problema, la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, es una de las tres principales amenazas que plantean nuestros homólogos de manera constante para todas las naciones costeras, y es un problema que afecta su seguridad alimentaria y su seguridad nacional, e impacta en los EE. UU.”, dijo el Almte. Faller. China, continuó el oficial, es uno de los principales infractores de pesca INDNR; y citó ejemplos recientes en las Islas Galápagos de Ecuador y en Perú, donde grandes franjas de barcos pesqueros chinos se estacionaron durante varios meses en los límites de las zonas costeras de esos países.

Estos barcos pesqueros apagaban su sistema de identificación automática (AIS en inglés) por hasta ocho horas al día. El Almte. Faller explicó que las embarcaciones apagan sus equipos solo por dos razones: porque el sistema de rastreo funciona mal o para ocultar un comportamiento ilícito. Apagar estos sistemas durante el día, en confabulación con cientos de otras embarcaciones, no significa que el equipamiento esté funcionando mal.
En diciembre de 2020, la Guardia Costera de los EE. UU., junto con SOUTHCOM y el Departamento de Estado de los EE. UU., lanzaron la Operación Cruz del Sur, un despliegue de varios meses en el Atlántico Sur para combatir la pesca INDNR, en el que se desplegó el buque USCG Cutter Stone. En enero, este buque llevó a cabo una serie de ejercicios con la Fuerza de Defensa de Guyana, mientras que en febrero se unió a la Marina de Brasil para realizar patrullajes conjuntos.
Durante la conferencia, la embajadora Manes destacó la importancia de las asociaciones en el hemisferio occidental, y explicó la diferencia entre perseguir a traficantes de drogas y a quienes incurren en la pesca INDNR. Considerando que los narcotraficantes se adaptan a las zonas que patrullan las fuerzas de seguridad, es más fácil rastrear a pescadores INDNR porque siguen los patrones de migración de peces.
“Por ejemplo, esos más de 350 barcos que vimos en marzo pasado vuelven a las islas Galápagos porque siguen los patrones migratorios de peces”, indicó la embajadora Manes. “Y después del incidente de Galápagos en marzo pasado vinieron acuerdos con Perú, con Colombia, con Costa Rica, con Ecuador, todos unidos porque ningún país puede [solo] enfrentar esto.”
“Si la pesca INDNR sigue sin controlarse”, agregó el Almte. Shultz, “el mundo podría enfrentarse al deterioro de los frágiles Estados costeros, y a una mayor tensión entre naciones pesqueras extranjeras”.