Las fuerzas militares de la República Dominicana y los Estados Unidos, junto con operadores del 911, oficiales de policía, paramédicos, técnicos de emergencias médicas, bomberos y otros equipos de primera respuesta, participaron en el seminario de Asistencia Humanitaria/Ayuda ante Desastres (HA/DR) en el Centro Operativo de Emergencia (COE) en Santo Domingo, República Dominicana, el 1.º de diciembre.
El seminario formó parte de las actividades de la visita del buque hospital de la Marina estadounidense USNS Comfort a la República Dominicana. El buque, perteneciente a las Fuerzas Navales del Comando Sur de los EE. UU. (SOUTHCOM), está desplegado en apoyo a Promesa Continua (CP) 2022, una misión de asistencia humanitaria y de buena voluntad que lleva atención médica directa, atención veterinaria expedicionaria, e intercambios de expertos en la materia a cinco naciones socias en el Caribe, Centroamérica y Sudamérica.
“Es fundamental para fortalecer y construir las relaciones y la promesa duradera entre los EE. UU. y las naciones socias. Es un gran honor y un privilegio trabajar codo con codo con los profesionales de las diferentes organizaciones, que son personal clave de respuesta a desastres dentro de la República Dominicana”, dijo la Capitán de Corbeta de la Marina de los EE. UU. Jennifer Groger, del Escuadrón Anfibio (PHIBRON) Cuatro, líder de HA/DR para la misión de CP. “Ayuda a construir sobre la base y las técnicas que ya se han establecido dentro del país”.
El programa de HA/DR incluyó presentaciones de las capacidades del USNS Comfort, de la Oficina de Asistencia Humanitaria de la Agencia de los EE. UU. para el Desarrollo Internacional, y un ejercicio de simulación de terremotos realizado por el Centro de Desastres del Pacífico, entre otros. Simultáneamente, otros socorristas asistieron a un curso de primeros auxilios, que incluyó sesiones de vuelos y de evacuación médica con el helicóptero del Ejército estadounidense UH-60L Black Hawk, asignado al USNS Comfort.

“Los participantes están muy comprometidos. Les apasiona su trabajo y su representación en la sociedad civil y cómo se integrarían. Este ejercicio es importante para los EE. UU. y la República Dominicana; por eso queremos practicar estas maniobras antes de llevarlas a cabo en la vida real”, dijo el Contralmirante de la Marina de los EE. UU. Larry LeGree, subdirector de la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur, quien observó el ejercicio de mesa. “Promesa Continua muestra el éxito a largo plazo de la asociación con la República Dominicana y demuestra el compromiso a largo plazo para el futuro”.
Durante el evento de HA/DR, los participantes de ambas naciones intercambiaron experiencias y desafíos de las acciones de respuesta ante misiones específicas. Además, hablaron sobre los pasos a seguir en los simulacros de respuesta a emergencias y las acciones llevadas a cabo durante eventos como la respuesta al COVID-19.
Apoyo de los EE. UU. en la preparación
El Mayor General del Ejército de la República Dominicana (R) Juan Manuel Méndez García, director del COE, habló de la importancia del entrenamiento en materia de AH/DR para su organización. El COE coordina todas las acciones entre las instituciones del Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Respuesta ante Desastres.
“Este ejercicio de mesa es sumamente importante porque nos permite tener una visión de lo que podría ocurrir. Es una situación de emergencia que se puede simular en las instituciones y con nuestro personal, para ver nuestras capacidades en el tema; también incluye la comunicación, que es sumamente importante en un tema de emergencia”, dijo el May. Gral. Méndez.
El director del COE recordó que la comunicación es lo primero que se colapsa en una situación de emergencia, e hizo hincapié en la importancia de que los centros de operaciones de emergencia se coordinen y dispongan de planes.
El May. Gral. Méndez dijo que el COE recibió asesoramiento técnico de SOUTHCOM y de otras agencias federales, en la creación de su primer plan de contingencia para terremotos en 2009. Un año después, en enero de 2010, tras el terremoto de Haití, la República Dominicana y el COE sirvieron de plataforma para apoyar a su vecino en respuesta a la emergencia.

Gracias al apoyo de los EE. UU., añadió, además de un plan para la temporada de huracanes, cuentan con un plan de contingencia para terremotos, para incendios forestales y para eventos meteorológicos, que produzcan situaciones de emergencia como los sistemas frontales.
Michael “Chris” Schaff, miembro del equipo diplomático de Despliegue de Seguridad Móvil (MSD), una unidad táctica especializada del Departamento de Estado de los EE.UU., fue uno de los expertos en respuesta a desastres.
“Si se produce una catástrofe natural o provocada por el hombre tenemos la capacidad para apoyar o ayudar a las embajadas, con la recuperación o los rescates y la interacción que se produciría después de un evento”, dijo Schaff. “Es una gran oportunidad para nosotros el participar y compartir algunos de esos conocimientos. Intentamos mostrarles algunas de las mejores prácticas a través de las múltiples organizaciones que participan aquí, para que se entrenen lo mejor posible”.
José Cordero, ingeniero de la Oficina Nacional Dominicana de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructuras y Edificaciones, asegura que todos los eventos de AH/DR crean conciencia para dar una respuesta eficaz ante un desastre.
“Nosotros estamos en la ruta de los huracanes. Por ejemplo, todos los años tenemos la temporada ciclónica y tenemos dos zonas sísmicas, una de alta sismicidad y una de media sismicidad. Es decir, no existe [ningún país en América] que no sea considerado sísmico, por lo que tenemos un alto riesgo a que ocurra un evento muy parecido al que pasó en Haití en 2010, que de hecho demuestra que la isla (…) tiene actividad sísmica.
Cordero advirtió que algunas de las infraestructuras del país están construidas cerca de las fallas sísmicas, y que las condiciones de los lugares probablemente se verían afectadas por fuertes temblores.
“No estamos exentos a que pase un desastre en cualquier momento, porque la naturaleza es buena y no se puede definir su accionar, no puede estimar cómo puede actuar, pero ella es impredecible”, dijo Cordero. “Pero si estamos preparados, podemos mitigar los efectos que ella misma no puede generar a nosotros. Entonces, con este tipo de ejercicios, la comunidad puede saber si realmente estamos preparados”, finalizó Cordero.