Fondos confiscados al régimen de Nicolás Maduro en los Estados Unidos, que pertenecen al pueblo venezolano, están siendo utilizados para pagar un bono a trabajadores de la salud en Venezuela, en un programa diseñado por el equipo del presidente interino Juan Guaidó.
Según la diputada de la Asamblea Nacional (AN) Manuela Bolívar, quien encabeza el grupo que ejecuta este programa, el listado final de beneficiarios asciende a 62 697 personas, entre médicos, enfermeros, farmacéuticos así como miembros del personal obrero y administrativo de los centros de salud públicos.
Explicó que a partir del 14 de septiembre los beneficiarios comenzaron a recibir las notificaciones sobre el ingreso del primero de los tres pagos de USD 100 cada uno. Los dos pagos restantes serán hechos en octubre y noviembre.
Los fondos para financiar este programa provienen de una cuenta que el Banco Central de Venezuela tenía en el Citibank, y que fue congelada por el Gobierno de los Estados Unidos, en función de las sanciones impuestas al régimen de Maduro, explicó el diputado en el exilio Miguel Pizarro, quien se desempeña como comisionado de Guaidó para la ayuda humanitaria.
Dijo que fueron confiscados USD 325 millones y que se logró disponer de USD 80 millones, con el aval de la AN y de la Reserva Federal estadounidense. El comisionado indicó que parte de esos USD 80 millones ha sido entregada a la Cruz Roja Internacional y a la Organización Panamericana de la Salud, para el traslado de ayuda humanitaria a Venezuela.
Dinero merecido
El 15 de septiembre, Margot Monasterios recibió un mensaje que la alivió. En su correo electrónico estaba una notificación según la cual había recibido la primera remesa de USD 100.
“Este es un paliativo muy positivo para subsanar por ejemplo nuestros traslados”, afirmó.
Monasterios es enfermera. Reside en un poblado de Barlovento, a más de 100 kilómetros al oriente de la capital, y todos los días debe llegar en transporte público al hospital clínico de la Ciudad Universitaria de Caracas. Explicó que solo en ir y venir gasta unos USD 3,3 todos los meses.
“Uno tiene muchas carencias […]. Este bono es un beneficio, no un regalo. Es algo que nos hemos ganado con esfuerzo”, expresó.
Según el presidente de la Federación Médica de Venezuela Douglas León Natera, en el mejor de los casos una profesional de la enfermería como Monasterios ganaría el equivalente a tan solo USD 5 mensuales. Por lo que el transporte representa un gasto superior al 60 por ciento del salario.
La precariedad con la que operan en los hospitales y ambulatorios públicos venezolanos ha ocasionado que ha mediados de septiembre más de 170 empleados del sector de la salud hayan muerto contagiados por el Covid-19. De ellos, dijo León Natera, 100 eran médicos.
En la tercera semana de septiembre, el grupo de Guaidó estaba evaluando si extenderá el pago de este bono a los trabajadores del sector de la salud más allá de noviembre, o si intentará abarcar a otros empleados de la administración pública.