De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Mayor Piloto Aviador Sandra Hernández y la Mayor Piloto Aviador Evelyn Salas, ambas de la Fuerza Aérea Salvadoreña (FAS), fueron las primeras mujeres pilotos de combate en integrarse al contingente de helicópteros de la Fuerza de Tarea Conjunta Torogoz, en la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de la ONU en Mali (MINUSMA en francés).
La May. Hernández, graduada en 2000 en la primera generación de mujeres de la FAS, fue la primera mujer piloto de combate enlistada en MINUSMA Torogoz V en 2019, y Torogoz III en 2017.
Se distinguió, dice la ONU, por los patrullajes de seguridad durante los ataques terroristas en Mali, en 2019. “Empleamos nuestras aeronaves para disminuir estos atentados y brindar tranquilidad a los habitantes de Mali”, expresó la May. Hernández.
Por su excelente desempeño, el Ministerio de la Defensa salvadoreño la condecoró con la Medalla Misión Oficial en Mali, en febrero de 2021. Además, la May. Hernández lideró la unidad de helicópteros de la operación de asistencia humanitaria salvadoreña en noviembre de 2020, para asistir a los damnificados de la tormenta Eta en Guatemala, donde dirigió la entrega de alimentos en las zonas aisladas por los deslaves. Por su desempeño, el Ministerio de la Defensa guatemalteco le otorgó la Medalla Monja Blanca, en enero de 2021.
La May. Salas, reporta la ONU, fue la segunda piloto de combate integrada a la escuadrilla aérea salvadoreña en Torogoz IV en mayo de 2018, en MINUSMA, proveniente de la segunda generación de mujeres que ingresó a la FAES en el 2001.
“Tuve la oportunidad de desarrollar misiones operativas fuera del campamento. Fui la única mujer oficial cumpliendo misiones de vuelo y adaptándome a todas las condiciones que se presentaron a cada momento”.
La FAES le ha entregado varias condecoraciones, incluyendo la Estrella al Mérito por ser la mejor evaluada de la FAES en el 2014, y la Medalla Protector Coeli, en el Grado de Caballero, por su contribución al fortalecimiento de la FAS en 2011.
“Sin duda, la participación de hombres y mujeres mejora el rendimiento de las operaciones y se tiene una mejor toma de decisiones.”, explicó la May. Salas. “Al trabajar [hombres y mujeres] en este tipo de misiones se aporta un alto nivel de aceptación y confianza entre la población, lo que pude comprobar en Mali”, agregó la May. Hernández.
Ambas pilotos se formaron en el Centro de Entrenamiento de Operaciones de Paz de El Salvador, una institución que recibe apoyo del Comando Sur de los Estados Unidos desde 2011, con la donación de equipos, adiestramiento de personal, y construcción y remodelación de infraestructura, confirmó por Twitter Jean Manes, encargada de negocios de la Embajada de EE. UU. en El Salvador.