El 4 de noviembre de 2020, cuatro países sudamericanos unieron sus fuerzas para combatir la pesca ilegal que llevan a cabo las descomunales flotas chinas frente a sus costas.
Chile, Colombia, Ecuador y Perú advirtieron que tomarían medidas “para prevenir, desalentar y enfrentar conjuntamente” la pesca ilegal en las cercanías de sus zonas económicas exclusivas en el Pacífico.
La declaración conjunta no hizo mención de China particularmente, pero los grupos ambientalistas Greenpeace y Oceana han advertido en reiteradas ocasiones sobre la creciente presencia de enormes flotas pesqueras chinas en el área.
El cuarteto sudamericano indicó que impulsará “la cooperación y el intercambio de información en tiempo real”, para evidenciar la pesca ilegal en sus costas.
En julio, Ecuador presentó un reclamo a China por una enorme flota pesquera de 300 buques arrastreros que se hallaba frente a las Galápagos, debido a que aproximadamente la mitad de ellos había apagado sus sistemas de rastreo para evitar su localización.
A principios de agosto, Beijín prohibió a sus embarcaciones pescar cerca de las Galápagos de septiembre a noviembre de este año.
En consecuencia, la flota china navegó hacia el sur, a través de aguas internacionales, para pescar cerca de las zonas económicas exclusivas de Perú y Chile, según reportó la ONG Oceana.
Oceana ha acusado a los chinos de “saquear” las aguas en torno a las Galápagos, principalmente en busca de calamar, lo que afecta la alimentación básica de algunas especies en las aguas del archipiélago protegido, incluyendo lobos marinos y tiburones martillo.