“El objetivo es aumentar el nivel de entrenamiento, interoperabilidad e integración entre las fuerzas navales, para la seguridad de la región amazónica”, explicó el Vicealmirante de la Marina de Brasil Paulo César Colmenero Lopes, comandante del Distrito Naval N.º 9; organización militar de la MB responsable de inspeccionar una red fluvial de 22 000 kilómetros en el territorio amazónico.
La edición de 2019 fue dividida en tres fases, y reunió a unos 400 soldados de las marinas de las tres naciones. La primera y segunda etapas de la operación tuvieron lugar del 9 de julio al 9 de agosto, entre los puertos de Leticia, en Colombia e Iquitos, en Perú, sobre el río Marañón, que lleva el nombre de Amazonas en su tramo dentro del territorio peruano. En estas fases, que incluyen el empleo de embarcaciones y aeronaves, los militares implementaron maniobras diseñadas para abordar los problemas más comunes en esta franja fronteriza: el tráfico de drogas y armas.
Algunas de las maniobras son, por ejemplo, las leapfrog (avance por cruce de línea) y light line (línea ligera), donde las embarcaciones forman una línea o se ubican una junto a la otra, aproximándose hasta transferir carga entre ellas. La tarea demanda una gran precisión en las maniobras de las embarcaciones. También hubo ejercicios de comunicación e intercambio de información, reacción rápida en ataques y patrullaje, este último para supervisar e identificar actividades sospechosas en el río.
La tercera fase se llevó a cabo del 2 al 9 de septiembre en territorio brasileño, en las áreas de los ríos Negro y Solimões, ambos afluentes del Amazonas. Esa etapa contó con la participación de infantes de marina, que entrenaron maniobras de desembarco en una región ribereña.

“Las operaciones navales están sujetas a cambios en sus procedimientos operacionales debido al avance de las tecnologías. Cada operación trae nuevas enseñanzas, pues las características de la región presentan situaciones diferentes a los planificadores”, dijo el Valmte. Colmenero.
Prestación de servicios
El cuidado de la población que vive a la orilla de los ríos de frontera también es una preocupación para la marina. Cada año, generalmente entre abril y mayo, se reúnen las marinas de Brasil y Perú para brindar asistencia a los ribereños. Esta operación binacional se extiende a lo largo de unos 830 kilómetros sobre el río Javari, abarcando un territorio un poco más al sur de donde se realiza la Operación BRACOLPER.
“Los habitantes de esta región tienen escaso o nulo acceso a la atención de sus necesidades médica y odontológica básicas. Son comunidades ribereñas e indígenas, sobre todo de la comunidad étnica Tikuna”, detalló el Valmte. Colmenero.
En 2019, los militares brasileños y peruanos prestaron atención médica y odontológica a más de 3000 pacientes, tanto del lado peruano, como del lado brasileño del río.