Los bombarderos de largo alcance B-52H Stratofortress de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos lograron alcanzar la excelencia en la ejecución precisa y simultánea de operaciones globales, y fortalecer la línea de disuasión durante la operación APEX CHARGER II.
El 17 de mayo de 2021, en continuación de la operación APEX CHARGER de septiembre de 2020, el Comando Estratégico de los EE. UU. puso en marcha la Operación APEX CHARGER II, en estrecha coordinación con cuatro de los Comandos Combatientes Geográficos del Departamento de Defensa de los EE. UU. Este evento de la Fuerza de Tarea de Bombarderos literalmente despegó, al enviar seis bombarderos B-52H con capacidad nuclear desde bases estadounidenses a misiones de entrenamiento aéreo en todo el mundo, cruzando partes de África, Asia, Europa, Oceanía y Norteamérica.
Este evento demostró la capacidad de las fuerzas estadounidenses en materia de planificación, mando, control y conducción de operaciones aéreas sincronizadas, a una escala global incomparable. Un grupo de bombarderos despegó desde la Base de la Fuerza Aérea Andersen, ubicada en Guam, y se dirigió hacia el noroeste para sobrevolar las costas de Japón y Rusia sobre el Pacífico, luego regresó al territorio continental estadounidense atravesando Alaska y Canadá. Otro grupo de bombarderos despegó desde la Base de la Fuerza Aérea Barksdale, ubicada en Louisiana, y cruzó el océano Atlántico para tomar rutas separadas hacia los mares Báltico, Mediterráneo y de Noruega, cruzando también los Estados bálticos, Europa del este, el norte de África, para luego aterrizar en la Base Aérea Morón, ubicada en España. Los seis bombarderos despegaron de sus respectivas bases en forma escalonada, y luego tomaron rutas de vuelo que los ubicaron simultáneamente en puntos estratégicos alrededor del mundo.

Para demostrar la flexibilidad del modelo de empleo de la Fuerza de Tarea de Bombarderos, estas aeronaves volaron en misiones de la operación APEX CHARGER II, como parte del regreso de un despliegue en la región indo-pacífica, o en un despliegue de avanzada en la región europea. Antes de adoptar la estrategia Empleo de Fuerza Dinámica, los bombarderos de largo alcance mantuvieron presencia continua y predecible en la región indo-pacífica. Esta operación ratificó el continuo estado de preparación, confiabilidad, resiliencia y libertad de acción de las fuerzas estadounidenses y de naciones amigas y socias, ya que esta actividad global se llevó a cabo durante un receso operacional del programa de ejercicios de las fuerzas militares chinas y rusas.
Los bombarderos de APEX CHARGER II también demostraron la agilidad de las capacidades que apoyan la disuasión global. La disuasión conlleva una postura activa tanto a través de canales diplomáticos como militares, para prevenir conflictos armados entre naciones. El ícono estándar de la disuasión militar es la tríada nuclear estadounidense, compuesta por misiles balísticos intercontinentales terrestres, bombarderos de largo alcance y misiles balísticos lanzados desde submarinos en el mar. Estas fuerzas de la tríada nuclear entrenan y ejercitan regularmente sus habilidades para una misión que todos esperamos que nunca ocurra. Si bien ocho naciones reconocen actualmente tener armas nucleares, solo tres de esos miembros del “club nuclear” tienen la capacidad aérea, terrestre y marítima, para mantener una tríada nuclear: China, Rusia y los Estados Unidos.
Con respecto al estado actual de la disuasión, el Almirante de la Marina Charles Richard, jefe del Comando Estratégico de los EE. UU., testificó recientemente ante la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de los EE. UU.: “Por primera vez en la historia de nuestra nación estamos a punto de enfrentarnos a dos pares adversarios estratégicos con capacidad nuclear al mismo tiempo, los cuales deben ser disuadidos de distinta forma”. Los elementos de disuasión cambian según las circunstancias, pero la postura disuasiva general debe mantenerse para evitar otra guerra mundial.
Si bien las tríadas nucleares son un factor de disuasión primario para la guerra entre competidores globales, las asociaciones sólidas entre naciones libres constituyen otra línea de disuasión y un cinturón de protección contra los planes de subyugar a los pueblos libres. Estos vuelos con bombarderos de largo alcance reforzaron la cooperación y la unidad de propósito entre naciones amigas y socias, además de mostrar una capacidad militar confiable para preservar la paz. Uno de los principales medios de cooperación con naciones amigas y socias fue el despliegue de aeronaves que llevaron a cabo un entrenamiento de integración con elementos aéreos y terrestres de fuerzas armadas de los siguientes países, también participantes en APEX CHARGER II: Dinamarca, España, Noruega, Polonia, Reino Unido y Suecia.
Aunque no se destacan por ser tan acrobáticos como los equipos de demostración de vuelo como los Ángeles Azules de la Marina de los EE. UU., o los Flechas Rojas de la Real Fuerza Aérea, los bombarderos de largo alcance de la operación APEX CHARGER II realizaron una coreografía de vuelo con precisión perfecta. “La velocidad, la flexibilidad y la preparación de nuestros bombarderos estratégicos juegan un papel fundamental en nuestra capacidad para disuadir a potenciales adversarios, y demostrar nuestro apoyo inquebrantable a nuestros aliados y socios”, expresó el Almte. Richard. “Este tipo de misiones brindan oportunidades de entrenamiento invaluables con nuestros aliados y socios para mejorar nuestra interoperabilidad, y demostrar que nuestras fuerzas son capaces de operar en cualquier lugar, en cualquier momento, para enfrentar cualquier desafío de forma decisiva”. En una nueva era de competencia estratégica, los EE. UU. y sus amigos y socios están preparados y en guardia, para preservar la paz global y promover la disuasión.