La Armada de Chile cuenta con la primera generación de tenientes primeros mujeres desde finales de 2019. Veinticuatro mujeres de todo el país ascendieron a este grado, marcando un hito para la institución naval que busca aumentar la participación femenina en sus unidades.
Entre ellas, una oficial se destaca por su participación en la búsqueda de un avión de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) que se estrelló en el mar de camino a la Antártida en diciembre: Se trata de la Teniente Primero Greassy Brash. Desplegada como única oficial mujer en el buque multipropósito LSDH-91 Sargento Aldea, un buque logístico de transporte, la Tte. 1.º Brash se desempeñaba como oficial de cubierta de vuelo de los dos helicópteros Bolkow a bordo.
Esta era la primera vez que el Sargento Aldea participaba de la Campaña Naval Antártica realizada por la Armada de Chile, y zarpó a mediados de noviembre transportando equipos y abastecimiento. Sin embargo, durante la travesía del Mar de Drake, la tripulación se enteró de la desaparición del Hércules C-130 de la FACh y utilizó sus recursos para hallar la aeronave militar que llevaba 38 personas a bordo.
“Mi labor durante la operación de rebusca de los restos del C-130 como oficial de cubierta de vuelo fue dirigir todas las operaciones aéreas que involucraban, entre otras responsabilidades, el despegue y aterrizaje de los helicópteros en el buque y además distribuir el personal en cubierta y en el mar que iba en búsqueda de los restos que se encontraban, para luego traerlos y clasificarlos”, explicó la Tte. 1.º Brash.
El Mar de Drake, la zona marítima que separa la Antártida de la región más austral de Sudamérica, es conocido por ser unas de las áreas más riesgosas del mundo para operar por el aire o por el mar debido a las duras condiciones meteorológicas.
“En la cubierta de vuelo hay un proceso muy interesante donde hay muchos factores que considerar: viento, peso de carga para disminuir el riesgo para el helicóptero”, explicó el Capitán de Navío de la Armada de Chile Roberto Fonseca, comandante del Sargento Aldea, sobre el rol de la Tte. 1.º Brash. “A pesar de que los pilotos de nuestros helicópteros son profesionales, el lazo que existe entre el buque y el material aéreo es conducido por el oficial de cubierta de vuelo. Fue ahí donde brilló el don de mando de la Tte. 1.º Brash. Su impronta es la disciplina, seguimiento de protocolos; es una líder y conductora”.
Criada en Talcahuano, una ciudad portuaria al sur de Chile, la Tte. 1.º Brash no se imaginaba seguir la carrera naval hasta que en 2007 la Escuela Naval abrió sus puertas a aspirantes femeninas para la formación de oficiales. “Quise ver de qué se trataba, postulé y quedé junta con otras mujeres”, dijo la teniente. “El primer año fue duro, no solo por ser la primera generación, sino que porque los hombres que estaban dentro debían internalizar este cambio”.
Esos obstáculos no la detuvieron. Escogió la carrera de oficial de Abastecimiento con especialidad en finanzas y administración y pocos años luego de su ingreso “fue destacada entre todos los oficiales del país de su especialidad con un reconocimiento especial de la institución por su alto desempeño, conducta intachable y habilidad para los deportes”, indicó la Armada en un comunicado.
La Tte. 1.º Brash asume con altura la responsabilidad de su decisión de ser parte de la primera generación de mujeres navales en Chile. “Uno está definiendo patrones y conductas y cada cosa que uno hace o deja de hacer genera o rompe expectativas con respecto a cómo una mujer puede desarrollarse en la Armada. Somos cimientos en este momento para las generaciones venideras y estamos abriendo camino en un mundo de hombres”.