La Fuerza Terrestre de Nicaragua detectó y detuvo a dos ciudadanos egipcios y dos iraquíes que pretendían entrar de manera ilegal a territorio nicaragüense el 25 de junio, a través de un paso fronterizo no habilitado en el sureño municipio de Cárdenas, departamento de Rivas. En la investigación preliminar, las autoridades encontraron que los detenidos, en ruta hacia los Estados Unidos, eran buscados en Centroamérica y México bajo sospechas de pertenecer a la agrupación terrorista Estado Islámico (ISIS en inglés).
Los cuatro presuntos terroristas fueron remitidos a las autoridades judiciales, informó la Policía Nacional de Nicaragua a la prensa. Las identidades de tres de los cuatro capturados coincidían con las alertas del Departamento de Seguridad Interna del Gobierno de los EE. UU., quienes advirtieron una semana antes que los extremistas estaban en la región centroamericana. La oficina de Servicios de Inmigración y Control de Aduanas de los EE. UU. detectaron a los individuos en Panamá el 12 de mayo, mediante la base de datos biométrica BITMAP, y en Costa Rica el 9 de junio, informó la agencia de noticias Reuters.
El diario Reforma, de México, reportó que la Policía Federal atendió, el 21 de junio, la alerta para ayudar a detener a los terroristas que al parecer pasarían por territorio mexicano.
“La identificación y detención de los supuestos integrantes del Estado Islámico, una corriente más radical que Al Qaeda y rival de Hezbollah, representa un avance”, dijo a Diálogo Jorge Serrano, académico del Centro de Altos Estudios Nacionales de Perú. “El objetivo fanático a largo plazo de este grupo, que siembra el terror en todo el mundo, es obtener armas de destrucción masiva para cometer un mega atentado, ya sea en suelo estadounidense o en ciudades capitales de los países aliados a los EE. UU., incluidos los latinoamericanos”.
“ISIS es uno de los grupos terroristas internacionales con más probabilidades de llevar a cabo un ataque de gran escala en el futuro”, alertó António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas. “Controlan entre 14 000 a 18 000 militantes de los cuales unos 3000 son extranjeros”. Cifras del informe Global Terrorism in 2017, publicadas por la Universidad de Maryland, muestran que la agrupación realizó 1321 ataques terroristas en todo el mundo, solo en ese año.
“Todas las alarmas están puestas para frenar las actividades del sanguinario grupo radical. Los [cuatro] detenidos pueden ser parte de un gran armazón de conexión con los cárteles de la droga mexicanos” agregó Serrano. “Esas organizaciones del narcotráfico facilitan el ingreso de terroristas infiltrados a través de las mismas rutas aseguradas de paso para la distribución logística de droga y armas por las fronteras hacia el territorio estadounidense”.
El Centro Internacional para el Estudio del Extremismo Violento, ONG con base en Washington, indica que en los últimos años, ISIS trató de infiltrarse a tierra estadounidense para organizar ataques financieros y desestabilizar el país. La secretaría de prensa de la Casa Blanca informó el 7 de enero a la cadena de televisión Fox News, que en 2018 EE. UU. impidió a 4000 sospechosos terroristas cruzar a su territorio.
“Los golpes propinados por la coalición global liderada por los EE. UU. para degradar y derrotar al grupo terrorista islámico dispersaron a muchos de sus miembros, entre ellos a grupos latinoamericanos que después de retornar a sus países de origen con entrenamiento, son bombas de tiempo, porque en cualquier momento pueden sumarse a un atentado”, resaltó Serrano. “Tampoco debemos descartar que los sospechosos detenidos pueden ser combatientes desplazados, un hecho alarmante. En esta ocasión por fortuna los detuvieron en Nicaragua”.
El informe Foreign Fighters, del instituto de inteligencia Soufan Group, con base en Nueva York, menciona a Latinoamérica como un área atractiva para el reclutamiento y entrenamiento de nuevos combatientes para ISIS. “La región es para el islam radical un campo lleno de oportunidades”, indica Oriente Medio News en su sitio web. “Se cree que ya existen bases de entrenamiento en la zona del Caribe”.
Tras concluir el procedimiento investigativo policial de los arrestados en Nicaragua, los sospechosos fueron entregados a las autoridades de Costa Rica en condiciones de máxima seguridad, mientras las autoridades de ese país, incluidas las de inteligencia y seguridad, trabajan con organizaciones internacionales en las pesquisas, informó el diario costarricense AM Prensa.
“La mejor manera de frenar a las células terroristas en la región es que los países de Latinoamérica tomen conciencia del problema, fortalezcan la cooperación regional e incrementen el intercambio fluido de información de inteligencia con los países que poseen más experiencia, tecnología y recursos, y que conocen mejor a los grupos terroristas radicales”, concluyó Serrano. “Un ejemplo es la cooperación efectiva entre Argentina, Brasil y Paraguay con los EE. UU., Israel y el Reino Unido, para neutralizar la reincidencia del ingreso de células de grupos del fundamentalismo islámico en la triple frontera sudamericana”.