El gobierno del estado de Río de Janeiro anunció la contratación de 1000 militares de reserva para que trabajen a partir del segundo semestre de 2019 en las escuelas. La idea surgió después del ataque en marzo a una escuela pública en la ciudad de Suzano, estado de São Paulo, realizado por dos alumnos armados, donde perdieron la vida 10 personas.
La iniciativa de contratar militares de reserva y policías militares para luchar contra la violencia en las escuelas se está extendiendo en todo el país. En Río de Janeiro, los militares estarán en las entradas de los edificios para evitar que ingresen alumnos armados. Además, operarán como inspectores en el área de mediación de conflictos.
El modelo de escuelas administradas con la ayuda de la policía, las fuerzas armadas y el cuerpo de bomberos, es una de las propuestas del presidente Jair Bolsonaro para reducir la delincuencia en el país, sobre todo entre niños y jóvenes de escuelas públicas en zonas vulnerables.
El Ministerio de Educación creó en enero la Subsecretaría de Fomento a las Escuelas Cívico-Militares, con el objetivo de implementar y fortalecer nuevos modelos de dirección en el sistema de educación pública en 13 colegios militares del Ejército Brasileño (EB) del país. Sin embargo, el modelo no interviene en los contenidos pedagógicos, que siguen a cargo del personal docente. Los militares se encargan de las áreas de administración, instalaciones y disciplina.
De hecho, los 13 colegios militares tienen un desempeño superior a la media nacional, tanto del ámbito público como del privado. Este desempeño se mide con el Examen Nacional de Enseñanza Media, que posibilita el ingreso a universidades, y con el Índice de Desarrollo de Educación Básica (IDEB), que mide la calidad de la educación del país del 0 al 10. La mayoría de los estudiantes de esas escuelas son hijos de militares y la competencia por un lugar puede llegar a los 270 alumnos por vacante.
Existen 120 escuelas públicas en 17 estados, con una estructura inspirada en los colegios militares del EB. Goiás es el estado que tiene más escuelas: 60 colegios estatales con 65 000 alumnos matriculados. En 2018 se recibieron 20 000 inscripciones para las 5000 vacantes disponibles. Para tener una idea del éxito de este suceso, el Colegio Estatal de la Policía Militar de Goiás Mayor Oscar Alveólos, subió su puntuación de 5,0 a 6,1 puntos en el IDEB.
Apostando al modelo
En Río de Janeiro el programa se llama “Cuidar” y convocará no solo a militares de reserva sino también a policías militares, para patrullar zonas cercanas a las escuelas. Además, se les podrá pedir ayuda en situaciones de amenaza.
“Se capacitará a todos los profesionales que trabajan en el programa; incluso, se dictará un curso de mediación de conflictos gracias a un convenio con el Tribunal de Justicia. Con estas medidas esperamos que aumente la sensación de seguridad y que haya muchas consecuencias positivas, como una reducción en la deserción escolar, ya que los jóvenes tendrán más seguridad y tranquilidad cuando vayan a clases”, dijo el secretario de Educación del estado de Río de Janeiro Pedro Fernandes, durante el lanzamiento del programa Cuidar el 17 de abril.
A comienzos de año la Secretaría Estatal de Educación creó la Escuela de Dirección Compartida en el Distrito Federal, y optó por contratar policías militares para tareas de vigilancia en la comunidad y luchar contra la violencia en el ambiente escolar. El proyecto piloto funciona en cuatro escuelas, con casi 7000 alumnos. Los criterios de selección de las escuelas incluirán la evaluación de índices de desarrollo de la educación básica, la calidad de la enseñanza, el desarrollo humano y la violencia en el lugar.
“La fuerza policial se distribuye en función de las necesidades de cada red de enseñanza. Todos los policías militares están preparados para desempeñarse en las escuelas”, informó a Diálogo la Oficina de Comunicación Social de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública del Distrito Federal. Un ejemplo del éxito de la experiencia es el Colegio Estatal de la Policía Militar Dr. César Toledo, cuya calificación IDEB paso de 4,7 en 2007 a 7,5 en 2017.
“Ya se puede notar un ambiente más tranquilo en las escuelas y en los profesores que hacen su trabajo”, comentó a Diálogo la oficina de comunicación de la Secretaría Estatal de Educación del Distrito Federal. La iniciativa también apoya a los militares de reserva que quieren trabajar para aprovechar los conocimientos adquiridos en su paso por las fuerzas armadas.