Unos 4000 elementos de las Fuerzas Armadas de Honduras entregan alimentos a la población más necesitada del país que se encuentra en cuarentena como parte de las medidas del Gobierno para detener la propagación del coronavirus.
La distribución de alimentos, que empezó el 25 de marzo en Tegucigalpa, continuará en otros departamentos para brindar unas 800,000 bolsas de ayuda en un primer paso. Las autoridades esperan alcanzar a más de 3 millones de personas en los barrios pobres y las ciudades que registraron la mayoría de los casos de coronavirus.

“Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para salvar vidas”, dijo el presidente hondureño Juan Orlando Hernández en un discurso televisado. “Esto incluye que los más vulnerables tengan alimentos en su mesa, para que así puedan estar tranquilamente, aún con la presión de estar encerrados”.
Las bolsas de ayuda incluyen, entre otros alimentos, arroz, azúcar, café molido, frijoles, harina, margarina, pasta y sopa de pollo instantánea. Además, llevan un kit de higiene con mascarillas, gel desinfectante con alcohol, jabón, papel higiénico e información acerca del coronavirus.
El plan de entrega de alimentos, ejecutado por la Dirección de Logística del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, se realiza de día y de noche por elementos de la Unidad Humanitaria de Rescate (UHR) quienes son altamente calificados para hacer frente a todo tipo de desafíos, como viajar en terrenos difíciles de acceso.
“En algunas zonas solo se puede llegar a pie; nuestros soldados suben los cerros cargando las bolsas”, dijo a Diálogo el Coronel de la Fuerza Aérea Yuri Chávez, director de Relaciones Públicas de las Fuerzas Armadas.
Para el Soldado Luis Miguel Rivas, asignado a la UHR del Ejército de Honduras, que ha estado distribuyendo alimentos en Tegucigalpa, las bendiciones que reciben los militares al entregar las bolsas, bien valen subir los empinados cerros. “Nos quedan en el corazón y nos da la energía para continuar entregando alimentos”, dijo el Sold. Rivas a Diálogo.
Si bien El Sold. Rivas, al igual que sus compañeros militares, ha dejado sus hijos y su familia, expresó orgullo en poder servir al pueblo hondureño y brindar apoyo a los más necesitados en tiempo de crisis. “Recuerdo un caso en especial, en la colonia Los Pinos de Tegucigalpa, una mujer de edad avanzada tenía ocho personas que dependían de ella. Me llenó de tristeza al saber cuánta necesidad hay en las personas”, dijo el soldado.
Según datos del Banco Mundial, el 60 por ciento de los 9,2 millones de hondureños viven en la pobreza, y en las zonas rurales aproximadamente un de cada cinco hondureños vive en extrema pobreza.
Además de la distribución de alimentos, las Fuerzas Armadas han movilizado cisternas con agua potable para abastecer a los pobladores de Tegucigalpa que padecen de una escasez extrema de agua por la sequía que afectó el país a finales de 2019. Las Fuerzas Armadas también han estado fabricando unas 3000 mascarillas diarias desde inicios de abril, mientras un equipo de ingenieros trabaja en prototipos de respiradores para equipar los centros de salud.