Las Fuerzas Armadas brasileñas han utilizado su estructura logística para combatir la pandemia de COVID-19. El trabajo de los militares ha sido fundamental para abordar los problemas en el vasto territorio brasileño, que abarca 8,5 millones de kilómetros cuadrados. Estas operaciones son realizadas por diez comandos conjuntos estratégicamente activados por el país.
Un ejemplo de este desempeño es la distribución de 45 000 canastas de alimentos básicos para la población en situación de vulnerabilidad social, en el estado de Pernambuco, que realizó el Comando Conjunto Nordeste. Empresarios locales donaron los alimentos, más de 150 toneladas, que se entregan semanalmente desde el 15 de abril.
Según representantes del Comando Conjunto Nordeste, la medida comprende la movilización de aproximadamente 30 vehículos y 350 militares del Ejército Brasileño (EB), del Batallón de Infantería Motorizada N.º 14 y del Grupo de Artillería de Campaña N.º 7, ubicados en Pernambuco. “El apoyo logístico incluyó la seguridad, el embarque, el transporte y la entrega de las canastas en los lugares seleccionados por el grupo de empresarios responsables de la donación”, informaron representantes del Comando.
El Teniente General del EB Pedro Paulo de Mello Braga, jefe del Comando Conjunto Nordeste, explicó a Diálogo que la planificación de la actividad fue un trabajo de equipo entre los militares de la Marina de Brasil, el EB y la Fuerza Aérea Brasileña, que forman parte del comando conjunto, así como de otros sectores del gobierno y la sociedad civil. “La distribución se llevó a cabo bajo la responsabilidad del EB, nuestra fuerza terrestre”, destacó.
El Comando Conjunto Nordeste también está trabajando en la instalación de tiendas de campaña para centros de detección en hospitales, salas de urgencias y centros de atención de emergencias; campañas de vacunación; distribución de agua para quienes sufren de su escasez y donaciones de sangre. Además, personal militar capacitado en defensa química, biológica, radiológica y nuclear realiza tareas de desinfección de lugares públicos. “Estamos movilizados para luchar contra la pandemia en apoyo a la población”, dijo el Tte. Gral. Braga.
Solidaridad también en el sur
En el Comando Conjunto Sur, militares del EB del Batallón de Abastecimiento N.º 3 participaron en la fabricación de protectores faciales, para profesionales de la salud que atienden a pacientes infectados con COVID-19. La operación fue posible gracias a una asociación entre el Departamento de Ingeniería de la Universidad Federal de Río Grande do Sul, responsable del proyecto; el fabricante de armas Taurus, que permitió realizar los trabajos en su sede de São Leopoldo, Río Grande do Sul; y el EB que proporcionó la mano de obra para la fabricación.
En un principio los protectores se fabricaron con una impresora 3D, pero gracias a las instalaciones de la fábrica Taurus pudieron incrementar considerablemente la producción. Según datos del Comando Conjunto Sur, se hizo un esfuerzo adicional para producir el mayor número de protectores en el menor tiempo posible. Aproximadamente 30 militares trabajaron en tres turnos –mañana, tarde y noche– en la fabricación, logrando una producción de 3000 unidades de protectores faciales por día.
En total, fueron fabricadas 60 000 unidades de protectores faciales. La producción se destinó a profesionales de la salud que trabajan en hospitales en todo el estado de Río Grande do Sul, a hospitales de las Fuerzas Armadas y a profesionales del área de Seguridad Pública.