Cuatro meses después del paso devastador del huracán Iota por el Archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, las Fuerzas Militares de Colombia siguen demostrando su dedicación a las comunidades afectadas. A mediados de marzo, el buque de desembarco anfibio ARC Golfo de Urabá, de la Armada de Colombia, brindó aún más apoyó logístico y ayuda humanitaria a las islas, bajo el Plan Renacer, del Ministerio de Defensa.
Entre mediados de noviembre de 2020, cuando el huracán de categoría 5 golpeó el archipiélago, destruyendo el 98 por ciento de la infraestructura en las islas de Providencia y Santa Catalina, e inicios de marzo de 2021, los militares colombianos transportaron cientos de toneladas de ayuda como alimentos, herramientas, vehículos y materiales de construcción.
“Hoy podemos tener un balance positivo de haber recogido más de 17 000 toneladas de escombros de diferentes materiales […] y hemos llevado agua potable en los buques. Eso ha sido clave poderle llevar agua a la comunidad cuando la represa todavía no estaba funcionando”, dijo a Diálogo el Contralmirante de la Armada de Colombia Hernando Mattos Dager, comandante del Comando Específico de San Andrés y Providencia. “El reto más complejo lo estamos viviendo ahora, y es la reconstrucción de las viviendas. Son 1134 viviendas que se ha comprometido el Gobierno Nacional de entregarle a las personas que lo perdieron todo […]”.
Unos 1100 militares del Ejército Nacional, de la Fuerza Aérea Colombiana y de la Armada, así como unos 80 bomberos, funcionarios de entidades del Estado y miembros de la Cruz Roja participan en la reconstrucción de las islas. En Providencia, desde marzo, ingenieros militares realizan labores de demolición de viviendas que quedaron semi destruidas, para luego construir las nuevas residencias.
Esto fue el caso de la familia Henry Bryan en Providencia, que perdió su vivienda durante el huracán y gracias a unidades de la Armada pudo instalarse en una casa prefabricada con tres habitaciones, baño, cocina y balcón, a mediados de marzo. “No tenía donde dormir con mi familia”, dijo el ama de casa a Unidos por el Archipiélago, portal del Ministerio de Defensa dedicado al Plan Renacer. “Los marinos fueron los primeros en llegar, limpiar y recoger todos los escombros, adecuar el terreno y participar en la construcción; estoy muy agradecida con ellos”.
Además del ARC Golfo de Urabá, la Armada desplegó otras unidades marítimas, como fragatas, buques patrulleros oceánicos, unidades de reacción rápida y unidades aeronavales con aviones y helicópteros, poniendo a disposición sus equipos de búsqueda y rescate, equipos de buceo y salvamento y compañías de construcción navales. Por su parte, el Ejército desplegó camiones de volteo y cargadoras compactas, así como sus ingenieros militares, mientras que la Fuerza Aérea movilizó sus aeronaves de transporte como el C-130 Hércules y aviones tácticos.
En el marco de la cooperación internacional, a finales de noviembre de 2020, el Ejército de los EE. UU. desplegó su buque de desembarco anfibio USAV Chickahominy (LCU 2011) cargado con unas 130 toneladas de ayuda humanitaria para atender la emergencia en las islas. A mediados de febrero de 2021, el buque Dumont D’Urville, de la Armada de Francia, cumplió una misión de apoyo logístico, llevando unas 40 toneladas de materiales de construcción y electrodomésticos.
“Aquí nos mantendremos al frente de la situación, hasta que podamos tener la tranquilidad de que todas las personas en nuestras islas de Providencia y Santa Catalina hayan superado la emergencia”, concluyó el Contralmte. Mattos.