En el primer trimestre de 2022, la Marina de Brasil (MB) realizó una expedición científica a las islas del Atlántico Sur, con el objetivo de estudiar y salvaguardar las aguas jurisdiccionales brasileñas y sus múltiples recursos extraordinarios. El viaje de un mes de duración, realizado en el buque faro hidro-oceanográfico Almirante Graça Aranha, contó con una tripulación de 116 personas, entre militares e investigadores civiles.
La iniciativa se consideró inédita porque era la primera vez que militares e investigadores pernoctaban en la isla Martín Vaz, situada a 1550 kilómetros de la costa de Río de Janeiro, en la punta de una cadena de montañas volcánicas sumergidas. Es el territorio más oriental de Brasil; una región de interés para el país por su ubicación estratégica y sus riquezas.
Debido a la dificultad de acceso a la parte plana de la isla, que se encuentra a 180 metros de altura, fue necesario utilizar un helicóptero y la ayuda de los infantes de marina para desplazarse con técnicas de montañismo e instalar el campamento. Durante su estancia los investigadores recogieron muestras de rocas y suelo, para su posterior análisis en laboratorio y anillamiento de aves, “lo que permitirá realizar estudios genéticos, ecológicos, sanitarios y/o de contaminación”, explicó la MB a Diálogo.

Según el investigador Lucas Guimarães Pereira Monteiro, de la Universidad Estatal de Río de Janeiro, las investigaciones en Martín Vaz son escasas debido a la dificultad de acceso al lugar. “Si no fuera por la Marina brasileña no tendría la más mínima condición para acampar y realizar la investigación, que consiste en estudiar las rocas volcánicas de la isla que tiene cerca de un millón de años”, dijo el investigador.
La MB también destacó la implantación de la marca geodésica (objetos colocados para marcar puntos clave de investigación), que permite a Brasil establecer con mayor precisión los límites de su Zona Económica Exclusiva. “El potencial de este espacio llamado Amazonía Azul, unido a la responsabilidad de protegerlo, nos lleva a estudiarlo bajo el enfoque de cuatro aspectos: económico, ambiental, científico y de soberanía. Se trata de una zona de 5,7 millones de kilómetros cuadrados”, dijo la MB.
La expedición también incluyó una visita a la isla de Trindade, a 49 kilómetros de Martin Vaz, donde la MB tiene una estación oceanográfica permanente con 36 militares. Allí, los investigadores siguieron recogiendo materiales del suelo y estudiando animales.
“Para continuar con la adquisición de conocimientos para trabajos futuros, no se puede comprometer el esfuerzo de las instituciones que participan en expediciones científicas como ésta, porque están en juego la preservación del medio ambiente, la investigación, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, y la garantía de nuestra soberanía. Esto requiere un trabajo continuo y una presencia constante en los lugares más extremos e inhóspitos de nuestro territorio”, dijo el Capitán de Fragata de la MB Marcelo de Abreu Souza, comandante del buque, según un informe publicado en el sitio web de la MB.
La expedición forma parte de un conjunto de programas del Plan Sectorial de Recursos del Mar de la Política Nacional de los Recursos del Mar. Se trata de acciones que “contribuyen significativamente a la producción de importantes conocimientos científicos y al fomento de una mentalidad marítima en la sociedad brasileña, así como a la expansión y consolidación de la formación de recursos humanos en actividades relacionadas con el océano”, dijo la MB.