Del 14 al 20 de noviembre, los ejércitos de Brasil y Argentina llevaron a cabo la Operación Arandu, en el Campo de Instrucción Barão de São Borja, en Rosário do Sul, Rio Grande do Sul. Se trata de un ejercicio combinado, coordinado por el Comando Militar del Sur (CMS), que cierra un ciclo iniciado en 2017 con tres operaciones anteriores: Hermandad en 2017 y Yaguareté y Saci/Duende en 2019.
En el ejercicio participaron 2300 militares brasileños y argentinos, 100 vehículos blindados, 450 vehículos operativos y 10 aeronaves: tres de Argentina y siete de Brasil. Los equipos y vehículos llegaron desde todo el territorio nacional para operar en el sur del país.
Según el CMS, la operación es “el resultado de un compromiso internacional entre Brasil y Argentina, y fortalece la diplomacia militar entre ambos países, lo que consolida los lazos de unión y amistad. Entre los objetivos están el intercambio de información doctrinaria, el establecimiento de estándares comunes de trabajo conjunto, la consolidación de lecciones aprendidas y el entendimiento mutuo de tácticas, técnicas y procedimientos que emplean las organizaciones militares de ambas naciones participantes”.
Uno de los aspectos más destacados de la Operación Arandu fue el ejercicio de transposición de curso de agua, donde unidades militares de ingeniería y caballería demostraron su capacidad de movilidad de tropas frente a obstáculos acuáticos, para lo cual utilizaron un puente de paneles flotantes. Con una amplia red fluvial, Brasil es uno de los países con mayor número de ríos en el continente. Esto significa que los obstáculos acuáticos son comunes para las tropas y uno de los principales objetivos de trabajo de ingeniería del Ejército Brasileño (EB).
Otro hecho destacado fue el uso de vehículos blindados para el transporte de personal guaraní, donde los militares realizaron disparos por control remoto desde el interior del vehículo, con armas calibre .50 mm, instaladas en la parte superior de los vehículos. También hubo una demostración de cohetes del sistema de misiles y cohetes de alta tecnología artillera Astros, que lanzaron desde las plataformas de los vehículos. Los efectivos trasladaron seis vehículos por vía terrestre, desde la sede del Grupo de Misiles y Cohetes N.º 16 de Minas Gerais hasta Rio Grande do Sul.
Para el Teniente General Hertz Pires do Nascimento, comandante de la División N.° 3 del EB, este traslado del sistema Astros a lo largo de más de 2000 kilómetros por tierra ya era de por sí un entrenamiento de capacidades de movilización de los militares.
Los efectivos también realizaron un ejercicio de salto en paracaídas desde una aeronave C105 Amazonas, de la Fuerza Aérea Brasileña. Durante esta acción, los militares argentinos recibieron su licencia de paracaidistas.
En la Operación Arandu estuvieron presentes el General Edson Leal Pujol, comandante del EB, y el General de Brigada Agustín Humberto Cejas, jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino, además de oficiales de ambos ejércitos.
“Es un momento importante para nosotros. Esto promueve las interacciones militares, porque nos da una perspectiva adecuada de la plena capacidad que tienen ambos ejércitos”, comentó el Gral. de Bda. Cejas.
Según el Gral. Pujol, la operación simboliza toda la cooperación, integración y amistad que existe entre Brasil y Argentina y sus ejércitos. “No solo estamos entrenando a nuestro Ejército, también estamos aprendiendo e intercambiando experiencias y, sobre todo, fortalecemos la amistad y la confianza que tenemos”, expresó.