KOROR, Palau – Recientemente, equipos de refuerzo en el Pacífico de la Fuerza de Tarea Oceanía, finalizaron sus primeras giras de rotación para brindan apoyo continuo a los países insulares del Pacífico en Oceanía, lo que demuestra el compromiso del Ejército de los EE. UU. en el Pacífico y del Comando IndoPacífico de los EE. UU. con nuestros socios y colaboradores en la región.
Y si bien el Departamento de Defensa de los EE. UU. está comprometido con nuestros socios y colaboradores, como los Estados Federados de Micronesia, la República de las Islas Marshall y la República de Palau, que han establecido acuerdos internacionales de libre asociación con los EE. UU., la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) es una seria amenaza para su seguridad y estabilidad, así como también para la nuestra.
“La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada es un conjunto de prácticas pesqueras deshonestas, tanto en alta mar como en áreas dentro de la jurisdicción nacional”, manifestó el Capitán de Corbeta de la Guardia Costera de los EE. UU. Jason Holstead, oficial de Recursos Marinos Vivos, Distrito 14. “La pesca INDNR incluye la pesca realizada de forma ilegal, en contravención con leyes y reglamentos vigentes; no declarada, sin declarar o mal declarada, y/o no reglamentada, llevada a cabo por embarcaciones sin nacionalidad y/o en áreas donde el Estado líder no forma parte de acuerdos, o en áreas donde no existen medidas de gestión pesquera”.
Según el Cap. de Corb. Holstead, “el océano Pacífico provee alrededor del 70 por ciento del atún desembarcado comercialmente y del 65 al 70 por ciento del valor global del atún, tanto en el muelle como en el punto de venta final. En el Pacífico occidental y central se realiza la mayor pesca de atún del mundo: en 2014 se extrajo el 57 por ciento de total recolectado. Una administración pesquera responsable es esencial para el bienestar, la prosperidad y la seguridad de nuestra nación. Debemos preservar los frágiles ecosistemas marinos del mundo para garantizar la prosperidad económica y los océanos productivos, para la actualidad y el futuro. La Guardia Costera de los EE. UU. trabaja para garantizar que nuestros océanos gocen de buena salud y resiliencia, sean seguros y productivos para preservar la seguridad alimentaria mundial”.
Para combatir la pesca INDNR en la República de Palau, la División Marina de Aplicación de la Ley trabaja junto a la Guardia Costera de los EE. UU., otras agencias y varias organizaciones sin fines de lucro, aunque se trata de un reto para todos los involucrados.
“Es importante para los palauanos, porque creo que el pescado es el principal alimento básico de los palauanos, desde hace siglos hasta la actualidad”, expresó el Capitán de Corbeta de la Policía de Palau Emerson Nobuo, jefe de la División Marina de Aplicación de la Ley (DMLE en inglés), y capitán del PSS Remeliik II.
“El rol principal de la DMLE es la seguridad marítima y la protección de nuestros recursos naturales en nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE)”, expresó el Cap. de Corb. Nobuo. “Hemos estado en el sistema durante casi 28 años, la [división] marina de aplicación de la ley de Palau, y poco a poco hemos recibido asistencia de Australia, EE. UU., Japón y Taiwán y estamos avanzando lentamente, pero mientras avanzamos lentamente, las flotas pesqueras avanzan más rápido que nosotros”.
“Creo que el aspecto más importante para nosotros, aquí en Palau, es el desarrollo de capacidades; que nuestra fuerza policial, nuestro gobierno, estén a la altura del resto del mundo”, indicó Jennifer Anson, coordinadora para la Seguridad Nacional de Palau. Anson confía en que bajo protección estadounidense según lo pactado, los EE. UU. intervendrán y garantizarán la defensa y la seguridad de Palau. “Pero también queremos desarrollar nuestras propias capacidades para poder enfrentar los desafíos en el mundo que nos rodea”, dijo Anson.
“La pesca INDNR ha reemplazado a la piratería como principal amenaza a la seguridad marítima mundial”, explicó el Cap. de. Corb. Holstead. “Si la pesca INDNR continúa sin controles, posiblemente los frágiles Estados costeros se deterioren y se genere una mayor tensión entre naciones pesqueras extranjeras, amenazando la estabilidad geopolítica en todo el mundo”.
“Para mí, con mis años [de experiencia] en la División Marina, creo que la mejor manera de abordar la pesca INDNR es negociar con las naciones, las naciones de bandera de estas embarcaciones, no con las embarcaciones pesqueras [directamente], sino con las naciones, los gobiernos de esas naciones”, prosiguió el Cap. de Corb. Nobuo. “Pueden evitar [la operación de] esas embarcaciones, porque podemos seguir deteniéndolas y seguirán viniendo, porque van detrás del dinero. Entonces, no podemos … podemos detener algunos, pero no se detendrá. Entonces para mí, según mi experiencia, creo que las naciones son las que pueden detener la pesca INDNR”.
En sintonía con formas similares de abordar la pesca INDNR en el Pacífico de la mejor forma posible, Surangel Whipps Jr., presidente de la República de Palau, dijo que “si todos los países asumieran un papel activo y dijeran ‘oye, si eres una embarcación registrada en mi país y estás haciendo piratería, también deberías ser penalizado en tu país”.
En colaboración con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, el Departamento de Estado de los EE. UU. y el Departamento de Defensa de los EE. UU., la Guardia Costera de los EE. UU. encabezará el esfuerzo de todo el gobierno para combatir la pesca INDNR en el Pacífico.
“La Guardia Costera de los EE. UU. combate la pesca ilegal y otras amenazas marítimas en todo el Pacífico, incluyendo el apoyo a países y territorios insulares del Pacífico, para proteger sus recursos, seguridad y soberanía marítima”, expresó el Cap. de Corb. Holstead. “La lucha contra la pesca ilegal es parte del fomento de la gobernanza marítima y de un orden internacional basado en reglas, el cual es esencial para un Indo-Pacífico libre y abierto”.
La Guardia Costera no está sola en la lucha contra la pesca INDNR. En 2015, el presidente de la República de Palau sancionó la Ley de Santuario Marino Nacional de Palau, que demarca una de las áreas oceánicas protegidas más grandes del mundo, la cual preserva cerca del 80 por ciento del territorio marítimo de la nación, de unos 310 000 kilómetros cuadrados.
“Creo que el Santuario Marino Nacional de Palau ahuyentó un poco a muchos de ellos”, expresó el Cap. de Corb. Nobuo. “Porque hace cinco… 10 años, las actividades pesqueras INDNR aquí en Palau eran muy intensas. Podemos salir y detener [la pesca] INDNR, y solo esta última patrulla, incluso con vigilancia aérea, pudo ver solo unas pocas [embarcaciones] en el límite de la ZEE; no es como hace 10 años, que estaban por todas partes”.
También participan organizaciones sin fines de lucro. OneReef se fundó sobre la idea de que las comunidades locales son los administradores ambientales más eficaces cuando hay asociaciones y recursos adecuados. En 2010, OneReef comenzó a trabajar con la comunidad del Arrecife Helen, el arrecife de coral más grande de la República de Palau, para contribuir a la protección de los arrecifes para las generaciones futuras.
“Y entonces, nuestros mayores se dieron cuenta de que era un gran problema”, dijo Wayne Andrew, presidente del Programa de Conservación del Arrecife Helen, y asesor principal de OneReef. “Entonces, tuvimos una reunión comunitaria y, después de una serie de reuniones, decidimos que teníamos que ponerle fin [a la pesca INDNR]. Entonces, creamos el Programa de Conservación del Arrecife Helen. Y el Programa de Conservación del Arrecife Helen fue diseñado para que la comunidad, la gente de [la isla de] Tobi pudieran detener la pesca ilegal pero, al mismo tiempo, crear un sistema de gestión que permita la reposición de los recursos, y que la gente se beneficie a futuro; que nuestros niños puedan seguir beneficiándose del recurso”, dijo.