Bigfoot, un semisumergible autopropulsado (SPSS en inglés) de 16 metros navegaba a toda velocidad en aguas del Pacífico oriental. El buque de la Guardia Costera de los EE. UU. Steadfast lo interceptó cerca de la costa oeste de Costa Rica, en noviembre de 2006, y le encontró 4,1 toneladas de cocaína.
La Guardia Costera de Costa Rica remolcó la embarcación hacia el puerto y luego la trasladó a los EE. UU. como evidencia. En la operación, dos personas de Colombia, una de Guatemala y una de Sri Lanka fueron detenidas y extraditadas a los EE. UU. para enfrentar un juicio.
Actualmente, Bigfoot es un símbolo del éxito de la misión. Está atracado afuera del cuartel general de la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur (JIATF Sur en inglés), coalición multiagencial e internacional que posibilitó su detención. El SPSS es una de las más de 45 embarcaciones interceptadas por JIATF Sur desde noviembre de 2006, lo que demuestra que con inteligencia, intercambio de información, comunicaciones en tiempo real y operaciones tácticas combinadas, es posible luchar contra el tráfico ilícito en el hemisferio occidental.
JIATF Sur, ubicada en la Base Aeronaval Cayo Hueso, Florida, se compone de agencias militares y federales de inteligencia y del orden público, además de naciones socias. Trabajan codo a codo para detectar y monitorear las acciones de tráfico ilícito en dominios aéreos y marítimos, sobre todo en el área de operaciones del Comando Sur de los EE. UU.
“JIATF Sur se basa en la fortaleza de nuestras relaciones. Es una organización firme y confiable para enfrentar en conjunto a las redes de amenazas globales. Tenemos veinte países que forman parte de JIATF Sur [de Centroamérica, Sudamérica, el Caribe, México, Canadá y varios países europeos], y trabajamos con 16 agencias de los EE. UU.”, dijo el Contraalmirante de la Guardia Costera de los EE. UU. Pat DeQuattro, director de JIATF Sur. “Nuestros esfuerzos interagenciales promueven la seguridad en nuestro hemisferio occidental, porque nuestros objetivos son las redes de amenazas responsables de violencia, actividades criminales, corrupción y degradación del estado de derecho”.
En 1989 se conocía a JIATF Sur como Fuerza de Tarea Conjunta Cuatro, en 1994 fue renombrada como Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Este y en 2003 recibió su nombre actual. Desde sus orígenes, su objetivo es apoyar a las fuerzas del orden público de los EE. UU. y de las naciones socias en la lucha contra el tráfico ilegal.
“La confianza es el cimiento de nuestra forma de operar. Hemos evolucionado a lo largo de 30 años y nuestra fortaleza radica en integrar una organización única de agencias de los EE. UU. y de naciones socias con sus respectivas autoridades, jurisdicciones y conocimientos de estas redes de amenazas que enfrentamos”, dijo el Contralmte. DeQuattro. “Como organización del Departamento de Defensa de los EE. UU. estamos a cargo de apoyar la aplicación de las fuerzas del orden público por parte de los EE. UU. y de las naciones socias, que emplean a sus autoridades para interceptar, detener y derrotar a las redes responsables del flujo de drogas ilícitas en la región.
Asociación sólida
Los oficiales de enlace extranjeros (FLO en inglés) de las naciones socias y las agencias de los EE. UU. juegan un papel invaluable en los esfuerzos de JIATF Sur. Hasta agosto de 2019, la organización interagencial prestó apoyo a operaciones policiales, para confiscar 246 toneladas métricas de cocaína y arrestar a 684 presuntos miembros de organizaciones narcotraficantes.
“La capacidad de nuestros FLO y de las agencias de los EE. UU. –integradas todos los días compartiendo información– es lo que nos hace más conscientes de las amenazas”, dijo el Teniente Coronel del Ejército de los EE. UU. Andrew Ajamian, jefe del Grupo de Iniciativas Estratégicas de JIATF Sur. “Los FLO son esenciales para nuestra organización. Ellos proporcionan información sobre actividades delictivas que afectan no solo a los EE. UU., sino también a sus países”.
Según el Informe de la Estrategia Internacional de control de Narcóticos 2019 del Departamento de Estado de los EE. UU., 22 países son los principales productores de drogas ilícitas y/o tránsito de drogas, 16 de los cuales están en Latinoamérica y el Caribe. El mercado del tráfico de drogas genera grandes ganancias, violencia, corrupción e inestabilidad nacional y regional. Para confrontar estas amenazas a la seguridad, los países y las agencias reconocen que deben trabajar en conjunto.
“Nuestro Centro de Operaciones Conjuntas [JOC en ingles] tiene la capacidad de hablar directamente con los JOC de naciones socias, ya sea digitalmente, observando el mismo panorama operacional común, coordinando una operación de forma conjunta, o en apoyo mutuo”, dijo el Tte. Cnel. Ajamian. “Trabajamos juntos, compartimos información rápido para permitir las operaciones de interdicción, tanto en el dominio aéreo como marítimo”.
Trabajo interagencial
JIATF Sur trabaja a toda hora. En el piso de vigilancia del JOC cada minuto cuenta, ya sea de día o de noche. El personal no quita los ojos de sus monitores para encontrar las rutas ilícitas del tráfico de drogas. Examinan cuidadosamente un promedio diario de 1000 blancos y seleccionan en específico algunos, basados en herramientas de matriz. Su prioridad es detener el flujo de drogas antes de que lleguen a tierra. Esta información se envía a las aeronaves de patrullaje marítimo encargadas de detectar y vigilar los movimientos de presuntos contrabandistas.
Los socios internacionales también reconocen la amenaza generada por los traficantes ilegales y muestran cada vez más compromiso en la lucha compartida. Los FLO se comunican con sus respectivos comandos, que emplean sus recursos para rastrear las lanchas rápidas o los semisumergibles. Luego, personal militar y del orden público de sus respectivas jurisdicciones intervienen para llevar a cabo interdicciones y arrestos.
El Capitán de Navío de la Armada de Ecuador Pedro Costales Cabezas, FLO de JIATF Sur, se sumó al equipo de la misión de interdicción en mayo de 2019. De inmediato entendió que el modelo interagencial funciona a través de la cooperación.
“Los medios que proveen los Estados Unidos, a través de JIATF South, son los que nos dan el entendimiento para las operaciones. Nos dan la inteligencia, son los ojos de la misión para todos los países que participamos aquí, y eso nos ayuda para hacer la interdicción y neutralizar a la gente que está involucrada en estos ilícitos”, dijo el Cap. de Nav. Costales. “Los oficiales de enlace somos un eslabón en la cadena para coordinar de la manera más rápida con nuestros países los recursos necesarios para hallar a los narcotraficantes en el mar. Tenemos una relación de confianza y una red de interacción, de información e inteligencia”.
El Mayor de la Fuerza de Defensa de Jamaica Elon Clarke, está de acuerdo. Es el primer FLO en representar a su país en JIATF Sur. Sabe por propia experiencia que el trabajo interagencial es necesario para combatir las actividades ilícitas, sobre todo en el Caribe.
“Se necesita una red para derrotar a otra red. La construcción de redes positivas y sólidas es algo que JIATF Sur hace muy bien”, dijo el May. Clarke. “Jamaica considera que JIATF Sur es un socio fundamental. Debemos asumir nuestros esfuerzos de manera conjunta si queremos combatir con éxito el suministro y demanda de estupefacientes, la transferencia de dinero vinculado a este delito y al tráfico de armas, que alimenta los ataques violentos que generan cientos de muertos en nuestros países”.
“En JIATF South se integra y se multiplica el esfuerzo de los países de la región al compartir información y experiencias en la lucha contra el narcotráfico”, dijo el Capitán de Navío de la Marina de Guatemala Oscar Gómez, FLO de JIATF Sur. “JIATF South provee el ambiente para compartir información y coordinación para llevar a cabo operaciones combinadas, conjuntas o paralelas con los países vecinos; así aseguramos que esa información es oportuna y confiable, respetando el derecho de propiedad de cada agencia o institución que genera la inteligencia”.
Para la Capitán de Corbeta de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago Kele-Ann Bourne, FLO de JIATF Sur, el tráfico de drogas, personas, armas, ataques terroristas y corrupción deben terminar. La coordinación, sincronización e intercambio de mejores prácticas ayudan en la lucha contra los traficantes.
“Tenemos el desafío de enfrentar amenazas transnacionales comunes. Los esfuerzos conjuntos para combatir el tráfico tienden a fortalecer los lazos; profundizan las asociaciones con elementos militares o civiles entre mi país y los EE. UU. Coordinamos respuestas bilaterales a niveles estratégicos, operacionales y tácticos”, dijo la Cap. de Corb. Bourne.
El Contralmte. DeQuattro compartió la opinión de la Cap. de Corb. Bourne sobre la importancia de la coordinación multiagencial. Durante sus tres décadas de funcionamiento, JIATF Sur adoptó un enfoque de cooperación inclusivo e intergubernamental.
“JIATF Sur es una organización con treinta años de existencia, constituida como fuerza de tarea interagencial dentro de una organización increíblemente diversa”, dijo el Contralmte. DeQuattro. “Necesitamos que se sumen nuevos países socios y agencias que puedan ayudarnos a trabajar en colaboración, porque somos más efectivos (como equipo) para luchar contra las amenazas y construir la seguridad en el hemisferio”.