Hoy en día, se están produciendo cambios en los escenarios políticos, económicos y sociales, y las personas se adaptan cada vez más rápidamente a los nuevos modelos de interacción social. Si bien estas interacciones pueden traer ventajas, también muestran problemas y desafíos a superar. Los comportamientos humanos y la complejidad de esta interacción son algunos de los factores que muestran cómo los líderes deben ser adaptativos y capaces de ser lo suficientemente dinámicos para proporcionar resultados positivos. Dado que la información y la comprensión de la situación cambian cada día, es esencial contar con líderes capaces de responder al dinámico entorno operativo actual.
En este contexto, la inteligencia emocional puede definirse como la capacidad de gestionar las emociones, controlar los impulsos y mantener el optimismo en situaciones difíciles. La pérdida del equilibrio emocional, por ejemplo, en un momento de decisión, puede comprometer toda la misión. Por ello, ser competente en el manejo de la información, reconocer posibles tendencias y reflexionar sobre los impactos y cambios en el entorno operacional, son aspectos que los líderes del Ejército deben tener en cuenta. Además, los líderes del Ejército deben tener conciencia de sí mismos e integridad para mantenerse coherentes y en armonía. Debe tener un equilibrio entre la atención a sí mismo y a los demás para ser eficaz en sus acciones. Por estas razones, la inteligencia emocional se presenta como uno de los atributos más importantes para los líderes del Ejército de hoy.
La importancia de la inteligencia emocional
Daniel Goleman (1995) muestra que muchos líderes llegan a la cima de una organización a través del trabajo, la inteligencia y otros atributos y competencias. Sin embargo, actualmente muchos fracasan cuando llegan a las funciones de mando porque en ese momento no sólo se requiere el Cociente de Inteligencia (capacidad de comprender, aprender y aplicar los conocimientos de forma lógica), sino también el Cociente Emocional (capacidad de identificar, evaluar y controlar las propias emociones y ser capaz de evaluar las de los demás).
Al desarrollar la inteligencia emocional, los líderes motivan, trabajan y tratan positivamente sus sentimientos y los de los demás, creando habilidades interpersonales y creando sinergia para el diálogo, la colaboración y la cooperación entre las partes. En otras palabras, es la capacidad de identificar y controlar sus propias emociones, para motivarse a sí mismos y motivar a los demás.
Una de las grandes ventajas de las personas con inteligencia emocional es la capacidad de motivarse y seguir adelante, incluso ante las frustraciones y decepciones. El “control” de las emociones y los sentimientos puede considerarse actualmente como una de las principales bazas para el éxito personal y profesional. De este modo, es fácil ver la importancia de la inteligencia emocional para los líderes del Ejército. Para la mejor aplicación de esta habilidad, es crucial comprender los conceptos y habilidades relacionados con ella.
Conceptos y habilidades
Daniel Goleman (1995), reconocido profesor de la Universidad de Harvard, enseña que la inteligencia emocional es “La capacidad de identificar nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de gestionar bien las emociones dentro de nosotros mismos y en las relaciones”. Según Goleman (1995), hay cinco habilidades que definen al ser humano capaz de presentar inteligencia emocional Autoconciencia; Autocontrol; Empatía; Relaciones interpersonales; y Automotivación.
Autoconciencia
Los líderes del ejército deben ser capaces de comprender sus emociones, aquellas que pueden llevarles a demostrar sus debilidades, necesidades e impulsos. Esta autoevaluación constante hace que el individuo se conozca a sí mismo en profundidad. De este modo, los líderes adquieren la habilidad suficiente para superar situaciones y destacar positivamente en momentos de estrés y conflicto. Además, los líderes que son conscientes de sus limitaciones también predominarán sobre los sentimientos de inseguridad y otros que generalmente perturban y dificultan la toma de decisiones y la eficacia de las acciones. Nótese que aquí se habla de autoconocimiento. Cuando los líderes se enfrentan a dificultades, primero deben tratar de comprender sus condiciones físicas y emocionales. Tomarán decisiones para mejorar las alternativas, en lugar de enfrentarse directamente a un problema determinado. Como resultado, los líderes pueden ejercer su autocontrol, porque ahora conocen sus debilidades y fortalezas.
Autocontrol
El autocontrol es la capacidad de controlar las emociones y guiarlas hacia la decisión que la persona considera más sabia, en una situación específica. Para los líderes del Ejército, es una herramienta muy poderosa, ya que se encuentran constantemente en situaciones de presión y estrés, donde debe predominar su capacidad de reaccionar rápidamente y controlar las acciones. Es importante destacar que; en primer lugar, los líderes necesitan recordar la importancia de conocerse a sí mismos (autoconciencia). En segundo lugar, lo que se pone de manifiesto es actuar, hacer lo que hay que hacer con prudencia y sabiduría, demostrando el control de las emociones y las acciones. A menudo, los resultados negativos obtenidos son consecuencia de actos impulsivos que, una vez realizados, son más difíciles de rectificar. Por lo tanto, es esencial ser empático y dominar los instintos e impulsos, para fomentar el éxito personal y de la organización.
Empatía
Hoy en día, la sociedad está conectada como en ningún otro momento de la historia. Los seres humanos se centran cada vez más en la interacción virtual y pueden estar perdiendo algunos sentimientos importantes relacionados con la interacción física. En consecuencia, el ejercicio de la capacidad de comprender a los demás, de afrontar y persistir en los momentos de dificultad, es una tarea crucial para los líderes del Ejército. La vida moderna requiere líderes adaptables y ágiles, capaces de responder a los desafíos contemporáneos. En un mundo globalizado y en constante cambio, la comprensión de los matices de la comunicación, como los silencios prolongados, los gestos, las cuestiones culturales y étnicas que implican el comportamiento humano, favorece la comprensión, el diálogo y la colaboración. Estas son características esenciales para que los líderes del Ejército vayan un paso por delante en la resolución de problemas. La habilidad de inteligencia emocional que está directamente relacionada con esta comprensión es la empatía. En este escenario, la empatía podría definirse como la capacidad de comprender y compartir los pensamientos y sentimientos de otra persona.
En otras palabras, cuanto más comprendan los líderes sus propias emociones y sepan cómo manejarlas, más empáticos serán con los demás. En consecuencia, ofrecerán un enfoque más eficaz para tratar los asuntos cotidianos y los problemas complejos. En este contexto, la empatía es una poderosa “arma” para que los líderes del Ejército comprendan, influyan, desarrollen relaciones interpersonales y guíen a sus equipos hacia el éxito.
Relaciones interpersonales
Las relaciones interpersonales son clave para el éxito de los líderes del Ejército y de los equipos cohesionados. Obviamente, es una habilidad conectada con otras habilidades de la inteligencia emocional. Es necesario ser empático, conocerse a sí mismo, y ser capaz de controlar los propios impulsos al tratar con la gente y desarrollar las relaciones interpersonales. Los líderes del ejército deben influir positivamente en el entorno operacional en el que están insertos. Por lo tanto, deben saber manejar las emociones de los subordinados, a fin de orientarlos eficazmente y apoyarlos para que den siempre lo mejor de sí mismos. No se trata de ser “popular” o de ser considerado simplemente simpático, sino de ganarse la confianza de la gente sabiendo escuchar, intervenir con prudencia y precisión y tener siempre algo que ofrecer como apoyo. La capacidad de navegar más allá de los límites físicos, analizar todas las variables de las personas implicadas y aprovechar los puntos fuertes y débiles de las relaciones es vital para cualquier líder de éxito. Los líderes del ejército que dominen esta habilidad y estén siempre motivados en beneficio del equipo contribuirán decisivamente al éxito de la organización y a su propio crecimiento personal.
Automotivación
Las emociones tienen un impacto directo en la capacidad de las personas para persistir, resolver problemas y superar frustraciones. Teniendo esto en cuenta, es crucial que los líderes del Ejército dominen sus propias emociones y sean capaces de automotivarse para superar los retos, movilizando los sentimientos positivos y alejándose de los negativos. El sentimiento de pertenencia a una organización al realizar su trabajo, por ejemplo, influye directamente en la motivación de los subordinados. Los líderes también encuentran su motivación para seguir empujando cuando utilizan la inteligencia emocional para ayudarles. Se trata de cómo abordan la solución de los problemas, mediante el comportamiento, las palabras y las acciones. Estos comportamientos, acciones y palabras motivadoras sólo son posibles si los líderes conocen y practican las habilidades de la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional en uso
El ejercicio de las habilidades de inteligencia emocional fomenta el desarrollo de atributos y competencias que amplían el poder personal de los líderes y refuerzan los hábitos positivos entre los miembros de su equipo. Hay logros clave para los líderes que desarrollan la inteligencia emocional, como la conciencia situacional, la metacognición y el pensamiento crítico y creativo.
Conciencia situacional
La inteligencia emocional es un poderoso aliado de los líderes que deben tomar decisiones difíciles. Por ello, es relevante para entender, visualizar, describir, dirigir, liderar y evaluar las acciones emprendidas. La conciencia situacional, en este contexto, es la capacidad que debe tener el líder al analizar cualquier problema.
Los líderes desarrollan la conciencia situacional mediante el ejercicio constante de la inteligencia emocional. Mediante la aplicación de la inteligencia emocional y la obtención de la conciencia situacional, los líderes reducen la ansiedad, identifican con precisión los problemas y desarrollan estrategias eficaces para abordar y resolver los problemas. Lograr la conciencia situacional está muy relacionado con la metacognición o “pensar sobre el pensamiento”. Ser capaz de analizar los pensamientos y sus consecuencias antes de pasar a la acción es clave para comprender el entorno operativo, optimizar los procesos y tomar decisiones acertadas.
Metacognición
La metacognición se presenta como otro factor importante para los líderes del Ejército que ejercen la inteligencia emocional. El control activo de los procesos cognitivos, como la planificación, el planteamiento de un problema determinado, el seguimiento y la evaluación del progreso de las acciones, son algunas de las oportunidades de utilizar la metacognición.
Tradicionalmente, conceptualizada como “pensar sobre el pensamiento”, la metacognición consiste en analizar cuidadosamente lo que ya se ha analizado, con el fin de minimizar los riesgos y maximizar los resultados positivos. Como ya se ha observado, a través del ejercicio de la inteligencia emocional, los líderes del Ejército desarrollan la conciencia de sí mismos, aprenden a manejar las emociones, comprenden la importancia de la automotivación y buscan desarrollar la empatía y las relaciones interpersonales. Teniendo esto en cuenta, es fácil entender que los líderes del Ejército que utilizan la metacognición analicen cuidadosamente, más de una vez, las distintas posibilidades de empleo de sus tropas. En este escenario, es relevante considerar la importancia del pensamiento crítico y creativo en este proceso. En esencia, es factible decir que uno de los legados del uso de la inteligencia emocional es el ejercicio de la metacognición.
Pensamiento crítico y creativo
Al igual que la metacognición y la conciencia situacional trabajan en conjunto con la inteligencia emocional, el pensamiento crítico y creativo son logros relevantes para los líderes del Ejército que desarrollan la inteligencia emocional. El pensamiento crítico y el pensamiento creativo deben utilizarse todo el tiempo; sin embargo, en situaciones de estrés y de análisis difícil no es una tarea fácil. Los líderes deben ser capaces de pensar de forma crítica y creativa, para tomar la mejor decisión.
Según Helder (2008), el Pensamiento Crítico y Creativo se definen como “El Pensamiento Crítico es el arte de analizar y evaluar el pensamiento con el objetivo de mejorarlo”. Por otro lado, “El Pensamiento Creativo es la capacidad de combinar, transformar o reaplicar las ideas existentes, a veces innovando”.
El uso del pensamiento crítico y creativo está directamente relacionado con los elementos del pensamiento que, según Helder (2008), son utilizados por cualquier persona la mayor parte del tiempo. Estos conceptos son inherentes al ser humano que siempre busca razonar con la intención de analizar una situación determinada. Los elementos del pensamiento son los que se utilizan habitualmente en este análisis. Según Helder (2008), los elementos del pensamiento son y pueden ser considerados como el resultado de pensar con la intención de analizar/producir: punto de vista; propósito, pregunta una cuestión, información; interpretación e inferencia; conceptos; suposiciones; e implicaciones como consecuencias.
Para los líderes del Ejército, es crucial entender esta dinámica y la necesidad de su uso, porque los desafíos contemporáneos requieren que los líderes se comporten adecuadamente, proporcionen una comunicación asertiva y lideren con fuerza de carácter en las adversidades.
Conclusión
Entre los atributos que los actuales líderes del Ejército deben cultivar y ejercitar, para fortalecer su presencia y poder personal, la inteligencia emocional es uno de los más relevantes. Mediante el ejercicio de la inteligencia emocional, los líderes del Ejército asumen responsabilidades y relaciones basadas en la confianza y el trabajo en equipo, transformando los retos en oportunidades. La inteligencia emocional puede aportar beneficios a los líderes del Ejército. Los líderes con habilidades de inteligencia emocional bien desarrolladas producen mejores resultados, porque buscan combinar las habilidades lógicas con las emocionales, especialmente cuando se trata de confiar en las personas, y colaborar con ellas en el planteamiento y solución de problemas complejos.
El análisis del impacto de la aplicación adecuada de la emoción presentado en este artículo no agota este tema. Sin embargo, la identificación de la importancia de este atributo contribuye en gran medida al desarrollo de los líderes del Ejército, que deben ser competentes táctica y técnicamente, pero recordando siempre que la guerra es un esfuerzo humano. Por lo tanto, los líderes del Ejército serán más eficientes y eficaces en su enfoque y acciones. Al mismo tiempo, al ser capaces de dominar sus hábitos mentales, son más productivos y, con claridad, sabiduría y prudencia, influyen positivamente en sus subordinados, compañeros y superiores.
Aunque el concepto de inteligencia emocional es relativamente nuevo, el desarrollo de habilidades cognitivas, metacognitivas y emocionales que permitan a los líderes estar más preparados para los retos contemporáneos es una prioridad para los líderes del Ejército. La formación de los líderes del Ejército en inteligencia emocional es un factor decisivo para el cumplimiento de las misiones.
Finalmente, la inteligencia emocional es una habilidad vital para los líderes del Ejército que quieran actuar con sabiduría, estimulados por la lógica y la razón; pero sin descartar los aspectos emocionales que envuelven una situación concreta. De este modo, los líderes no sólo contribuirán a la decisión de la misión de su unidad, sino al bienestar de sus soldados.
*El Sargento Mayor Clayton Dos Santos es actualmente instructor del Departamento de Operaciones del Ejército en el Curso de Sargentos Mayores, en Fort Bliss, Texas. Sus anteriores destinos fueron como SGM de Operaciones del 6º Batallón de Inteligencia y como Sargento Mayor del Curso de Estado Mayor de Batalla, en la Escuela de Suboficiales del Ejército de Brasil. Es licenciado en Recursos Humanos por la Universidad de São Paulo y en Administración de Empresas por la Universidad de Santa Catarina. También tiene un Máster en Administración de Empresas en Liderazgo y Gestión, por la Universidad de Santa Catarina.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresados en este artículo son los del autor. No necesariamente reflejan la política o posición oficial de ninguna agencia del gobierno de los EE. UU., la revista Diálogo o sus miembros.
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