En 2019 se registraron 23 717 notificaciones y 12 365 incidentes en las redes y sistemas que utilizan organismos federales, municipales y estatales de todo Brasil.
Estos incidentes hacen referencia principalmente a los ataques en Internet, fraude e interferencias en la disponibilidad de redes y sistemas. Los datos provienen del Centro de Tratamiento y Respuesta a Incidentes Cibernéticos de Gobierno, una organización Estatal brasileña que se encarga de recibir, analizar y responder a notificaciones y actividades relacionadas con incidentes de seguridad informática.
Ante estas cifras, organizaciones militares y civiles intentan fomentar la creación de soluciones para luchar contra los ataques cibernéticos. Todos los años, el Ministerio de Defensa organiza el ejercicio Guardián Cibernético. La finalidad del evento, que tendrá lugar del 30 de junio al 2 de julio de 2020, es incrementar el nivel de protección del espacio cibernético en las infraestructuras de distintos sectores, como la red de energía eléctrica, el sistema financiero, la red de transporte y la energía nuclear.
Respaldo de la ONU
La iniciativa brasileña tiene el propósito de atender preocupaciones internacionales como las que aborda la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Uno de los programas del Centro de la ONU Contra el Terrorismo tiene el objetivo específico de fortalecer las capacidades de los países para prevenir ataques cibernéticos perpetrados por agrupaciones terroristas.
¿Qué pasaría si piratas informáticos ingresan al sistema de control de calderas de una planta nuclear y modifican su temperatura para generar una explosión? El programa fue partiendo de diversas hipótesis, hasta que un equipo de brasileños creó un proyecto de seguridad cibernética, que finalmente seleccionó la ONU para competir en el Desafío de Seguridad Cibernética – Lucha Contra el Terrorismo Digital, que tuvo lugar en diciembre de 2019, en Viena, Austria.
“La infraestructura estratégica, como los generadores nucleares, se ocupan particularmente de la seguridad del espacio físico, pero aún faltan avances en seguridad digital”, afirmó Tássya Macedo Queiroz, ingeniera química e integrante del grupo de brasileños que participan en el programa organizado por la ONU.
La lucha contra los ataques cibernéticos hacia infraestructuras críticas es una de las cuatro áreas de enfoque del evento de la ONU. La organización también intenta estimular la creación de soluciones para combatir la divulgación en Internet de contenidos y mensajes terroristas, y desarticular el financiamiento al terrorismo por vías digitales. Los autores de las propuestas presentadas ante el Desafío de Seguridad Cibernética deben tener entre 18 a 38 años de edad y promover el compromiso entre los jóvenes. Esto es porque de acuerdo con la ONU, el uso terrorista de las nuevas tecnologías afecta principalmente a los jóvenes, más que a cualquier otro grupo demográfico.
Perfeccionamiento
La idea que presentaron los brasileños en Viena consiste en un programa que busca capacitar y actualizar en materia de seguridad cibernética a los miembros de los centros de investigación nuclear. “Nuestro objetivo es concientizar sobre la importancia de este problema e indicar, por ejemplo, cómo reaccionar ante el ataque a un sistema, a quién informar, cómo proteger las estructuras digitales, etc.”, dijo Queiroz. El grupo elaboró esta propuesta después de presentarla y debatirla con especialistas durante el Desafío de Seguridad Cibernética.
Carlos Marcos Torres, uno de los representantes del equipo brasileño, dijo que el grupo regresó de Austria con la intención de proponer el programa aprobado por la ONU, e implementarlo en las instalaciones que conforman el complejo de las centrales nucleares Angra I y Angra II, en Río de Janeiro, que producen cerca del 3 por ciento de la energía que se consume en el país.