El 29 de abril, las autoridades españolas anunciaron la incautación de 4000 kilogramos (4 toneladas métricas) de cocaína a bordo de un buque, frente a las costas de Vigo. Funcionarios del orden público indican que el cargamento partió de Venezuela, en donde se realizó inicialmente la carga.
Esta incautación constituye el último golpe a los traficantes de droga gallegos que operan en la región de Galicia, el principal puerto europeo de ingreso de drogas que salen de Latinoamérica. Los funcionarios elogiaron el esfuerzo multinacional combinado que hizo posible la incautación, que incluyó la participación de la Armada Española, la Administración para el Control de Drogas de los EE. UU., la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido y la Policía Nacional de Colombia.
Este hecho muestra una vez más el rol de Venezuela en el tráfico de drogas, ya que el régimen de Nicolás Maduro facilita la circulación de drogas dentro y fuera del país. El 26 de marzo, el Departamento de Justicia (DOJ en inglés) de los EE. UU. acusó formalmente a Maduro y a varios miembros de su cúpula dirigente (conocida como el Cártel de los Soles) de narcoterrorismo y otras actividades ilícitas, en sociedad con la agrupación guerrillera durante los últimos 20 años y ahora disidente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Funcionarios del DOJ manifestaron que, aproximadamente en 2004, el Departamento de Estado de los EE. UU. estimó que cada año al menos 250 toneladas métricas de cocaína transitaban por Venezuela. En la actualidad, existe una recompensa de USD 15 millones por información que conduzca a la captura de Maduro.
En esa misma acusación, funcionarios de los EE. UU. dieron ejemplos de la participación de los miembros del cártel en el tráfico de drogas hacia Europa. En septiembre de 2013, Diosdado Cabello, presidente de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente y Hugo Carvajal, exjefe de inteligencia de Venezuela, habrían enviado 1,3 toneladas métricas de cocaína a Francia. En 2017, España incautó 2500 kilogramos (2,5 toneladas métricas) de cocaína en una embarcación procedente de Venezuela. En la actualidad, Carvajal se encuentra prófugo en España, luego de que en noviembre de 2019 un tribunal español aprobó su extradición a los EE. UU.
En un esfuerzo por disuadir y detener el tráfico de drogas en el hemisferio occidental, los EE. UU. anunciaron una nueva operación masiva contra el narcotráfico, con la cooperación de 22 países socios de la región. En una teleconferencia con la prensa el 17 de abril, el Almirante de la Marina de los EE. UU. Craig S. Faller, comandante del Comando Sur de los EE. UU., habló sobre las organizaciones criminales transnacionales (OCT) dedicadas al tráfico de drogas, armas y personas; organizaciones ilícitas que mueven por año unos USD 90 000 millones. El Almte. Faller agregó que entidades malignas, como el régimen de Maduro, se benefician gracias a la inestabilidad que generan estas OCT.
“Maduro y sus cómplices están acusados de tráfico de drogas y se benefician enormemente del tráfico ilícito, con un aumento del 50 por ciento en el tráfico de drogas ilícitas dentro y fuera de Venezuela en los últimos años”, expresó el Almte. Faller. “Eso convierte a los narcotraficantes que trabajan dentro y fuera de Venezuela en un blanco para nuestras operaciones de detención, desmantelamiento y derrota, al igual que con cualquier otra organización criminal transnacional”.
El Almte. Faller también manifestó que el objetivo de la operación no era particularmente Maduro, sino los efectos desestabilizadores de las organizaciones criminales transnacionales.
“El objetivo de esta operación es mejorar la seguridad para salvar vidas, no militarizar el Caribe o el Pacífico y desestabilizarlo”, agregó.