No importa cuántas veces lo veas: siempre impacta tener enfrente más de 10 400 kilogramos de cocaína y casi 4000 kg de marihuana. Esa es la cantidad de droga, cuyo valor de reventa según las autoridades supera los USD 411 millones, que la tripulación del buque USCGC James, de la Guardia Costera de los Estados Unidos, desembarcó el 16 de diciembre en Port Everglades, Fort Lauderdale, Florida.
“Esta patrulla destaca el compromiso continuo de nuestra tripulación para proteger al pueblo estadounidense de nuestros adversarios”, dijo el Capitán de Navío de la Guardia Costera de los EE. UU. Todd Vance, oficial al mando del USCGC James, durante una conferencia de prensa en el muelle de Port Everglades. “A pesar del COVID-19, la tripulación del James demostró una resistencia suprema, y hoy pueden verse los resultados de su excepcional desempeño.”
Los guardacostas de naciones socias, incluyendo tripulaciones internacionales de Francia, los Países Bajos y el Reino Unido, ayudaron con las incautaciones antinarcóticos. Las autoridades interceptaron la droga en aguas internacionales del océano Pacífico oriental, frente a las costas de México, Centroamérica y Sudamérica, incluyendo contrabando incautado y recuperado a lo largo de 20 interdicciones a presuntos buques narcotraficantes.
“Las sólidas relaciones internacionales que tiene la Guardia Costera [de los EE. UU.] con socios claves como el Reino Unido, Francia y los Países Bajos, además de nuestras capacidades especializadas e inigualables autoridades, permiten unificar esfuerzos para desarticular a las organizaciones criminales transnacionales que amenazan a los EE. UU. y a nuestras naciones socias”, afirmó el Almirante Karl Schultz, comandante de la Guardia Costera de los EE. UU.
Según la Oficina de Relaciones Públicas de la Guardia Costera de los EE. UU., al comienzo de una interdicción marítima se detecta a la embarcación sospechosa, que el personal de naciones socias, militares o fuerzas policiales, comienza a monitorear bajo la coordinación de la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur, con sede en Cayo Hueso, Florida. La fase de aplicación de la ley de las operaciones de lucha contra el contrabando en el Pacífico oriental, está a cargo de las autoridades del Distrito 11 de la Guardia Costera, con sede en Alameda, California. Los militares de la Guardia Costera de los EE. UU. dirigen y ejecutan las interdicciones, incluyendo los abordajes reales.
“Hoy tengo el honor de rendir homenaje a los éxitos del equipo, y reconocer el papel que han desempeñado la Marina Real y la Agencia Nacional contra el Crimen, del Reino Unido, en esta operación conjunta”, expresó el Comodoro Phil Nash, agregado real de la Embajada del Reino Unido. “Gracias a un trabajo conjunto ejemplar junto a colegas estadounidenses e internacionales, y a la presencia de la RFA [Real Flota Auxiliar] Argus, evitamos que las drogas desembarcadas, valuadas en USD 54 millones, llegaran a las calles en los últimos meses. Este año, junto a un mayor esfuerzo gracias a los buques británicos HMS Medway y RFA Mounts Bay, logramos detener [la circulación de] drogas valuadas en USD 650 millones. Este ha sido un genuino esfuerzo de equipo; la clave del éxito sigue siendo la estrecha relación de trabajo y colaboración entre nuestras naciones.”
También asistieron al evento el Coronel Jarst de Jong y el Capitán Cédric Chetaille, agregados navales de los Países Bajos y Francia, respectivamente; Jean-Sébastien Conty, consejero político de Asuntos Africanos y del Hemisferio Occidental de la Embajada de Francia; y Paul Jenkins, director regional para Norteamérica y el Caribe, de la Agencia Nacional contra el Crimen.