Al menos 10 grupos armados ilegales de varios sectores políticos se disputan por el control de territorio venezolano en la zona limítrofe con Colombia, indican reportes del Centro Estratégico para la Seguridad y Protección de la Patria (CESPPA), organismo del régimen de Nicolás Maduro.
En noviembre de 2018, el CESPPA hizo un detallado mapeo de estas organizaciones en los estados de Zulia, Táchira, Apure, Bolívar y Amazonas, fronterizos con Colombia, basado en datos aportados a través de las Regiones Estratégicas de Defensa Integral de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Según el reporte de CESPPA al que tuvo acceso la ONG venezolana FundaRedes, dedicada a la promoción de los derechos humanos y la democracia, en el estado de Zulia hay emplazamientos de tres guerrillas colombianas: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL). También fueron detectadas células de bandas criminales colombianas como las redes de narcotráfico el Clan del Golfo y los Rastrojos, así como el grupo paramilitar las Águilas Negras.
Táchira es el estado donde opera el mayor número de grupos, indicó FundaRedes, agregando que el documento del CESPPA denota la presencia de los Rastrojos, el Clan del Golfo, las Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL), una agrupación guerrillera venezolana, y el Tren de Aragua, una banda criminal venezolana muy violenta. El ELN es el grupo con mayor presencia con unos 700 miembros desplegados en varios municipios del estado.
Según la organización de investigación estadounidense InSight Crime, especializada en amenazas a la seguridad en Latinoamérica y el Caribe, los grupos están detrás el aumento de la violencia en el estado con tiroteos frecuentes y asesinatos (33 personas víctimas de la violencia solo en octubre de 2019) para el control del tráfico de personas, drogas y contrabando en la frontera.
Javier Tarazona, presidente de FundaRedes, explicó a Diálogo que en Zulia y Táchira, el ELN maneja una radioemisora y una publicación (Antorcha Elena) y según sus investigaciones, también se dedica al reclutamiento de menores de edad. Sus actividades, dijo, incluyen la extorsión de los ganaderos y agricultores y el control del CLAP, el programa de distribución de alimentos a precios subsidiados del Gobierno.
Por su parte, David Smolansky, coordinador del Grupo de Trabajo sobre Migrantes Venezolanos de la Organización de Estados Americanos, indicó que otra actividad lucrativa de los grupos criminales es el control del tránsito de personas y de bienes entre Venezuela y Colombia a través de cientos de caminos informales transfronterizos. Smolansky dijo que la actividad podría devengar hasta USD 10 000 diarios.
En Apure, continua FundaRedes, se indicó la presencia de las FARC y el ELN que también allí controla el programa del CLAP. El estado es donde nació las FBL, pero la agrupación atraviesa un proceso de división, puntualizó Tarazona, con algunos miembros que se mantienen cerca al regimen de Maduro y otros que lo acusan de haber “traicionado” el proyecto originario de Hugo Chávez.
En los estados de Bolívar y en Amazonas, donde se encuentran las minerías de oro del Arco Minero del Orinoco, operan según FundaRedes, las FARC y el ELN (con más de 500 miembros) que unieron fuerzas para controlar los recursos mineros.
Tarazona alertó que desde que los ex líderes de las FARC anunciaron el regreso a la lucha armada a finales de agosto, una gran parte de esta agrupación se ha replegado en Venezuela. “Ahora, no solo quieren tener hombres en armas, sino también consolidar una economía paralela en Venezuela”, dijo.
Según el Contralmirante (ret.) Carlos Molina Tamayo, ex director de Armamento de la FANB en exilio en España, el régimen de Maduro ha conformado una alianza con los líderes de las FARC y el ELN.
“Es evidente que las FARC y el ELN tienen un ‘safe heaven’ [refugio] en territorio venezolano. Son fuerzas aliadas. La única forma que cambie ese estatus es que cambien el régimen”, dijo.