Las Fuerzas Militares de Colombia mantienen su incansable lucha contra el narcotráfico y los grupos criminales que se dedican a este y otros delitos conexos. Los logros obtenidos entre finales de enero y febrero incluyen la captura de alias Pereita, presunto cabecilla del Clan del Golfo en el departamento del Chocó, acusado de orquestar los homicidios selectivos, el cobro de extorciones y liderar confrontaciones armadas en la región, así como la incautación de más de 20 toneladas de narcóticos en operativos realizados en los litorales del Pacífico y del Caribe del país sudamericano.
La destrucción a finales de enero de 13 estructuras ilegales para la producción de pasta base de coca, en los municipios nariñenses de Tumaco y Roberto Payán, es otro resultado destacable. El complejo podía producir hasta 2 toneladas de pasta base de coca al mes, informó la Armada en un comunicado. El operativo, liderado por la Armada, fue realizado con el apoyo del Ejército Nacional y la Fiscalía General de la Nación.
Dentro de los narco laboratorios las autoridades hallaron más de 27 000 litros de pasta base de coca en proceso, 9180 kilogramos de hoja de coca picada, 938 kg de insumos sólidos, 988 litros de insumos líquidos y 662 litros de hoja de coca macerada, entre otros elementos.
“Con la destrucción de estos laboratorios estamos afectando directamente la fuente más importante de las finanzas de los grupos disidentes de las FARC [Fuerza Armadas Revolucionarias de Colombia]”, dijo a Diálogo el Coronel de la Infantería de Marina de Colombia Jaime Orlando Zambrano Chavarro, comandante de la Brigada de Infantería de Marina N.º 4. “Ellos pierden […] dinero con el que dejan de adquirir armas, municiones, explosivos, con los que atentan y amedrantan a la población civil y a la fuerza pública; pierden capacidad logística para seguir adquiriendo recursos para la producción de cocaína y para su transporte hacia otros países”.
Los narco laboratorios pertenecerían a las disidencias de las FARC Bloque Occidental Alfonso Cano y Frente Iván Ríos, precisó la Armada. Se estima que los grupos criminales intervinieron más de 1 hectárea de recursos naturales para construir los laboratorios ilegales, y que contaminaron el agua y el suelo con las sustancias químicas empleadas en el procesamiento de la pasta base de coca.
“Para este año, la meta es continuar incrementando las afectaciones a este fenómeno transnacional, para lograr una reducción y disrupción del delito del narcotráfico; […], y contrarrestar los factores de violencia que se generan en nuestro territorio, ocasionados por las disputas entre grupos armados y disidencias de las FARC”, puntualizó el Cnel. Zambrano. “Al final, más que superar las incautaciones del año anterior que por supuesto es nuestra meta, buscamos reducir los daños colaterales que generan las drogas ilícitas en la sociedad”.