Los últimos datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE en portugués) revelan que la Amazonia brasileña perdió 9762 kilómetros cuadrados de bosques en un año. El área deforestada, que supera la superficie de Puerto Rico, corresponde al período comprendido entre agosto de 2018 y julio de 2019, y aumentó un 29,5 por ciento, en comparación con el año anterior.
Los datos se obtuvieron gracias a las imágenes generadas por el Proyecto de Monitoreo de la Deforestación de Amazonía Legal por Satélite, que elabora informes anuales. Según el INPE, el área forestal destruida es la más grande desde 2008.
Ante este escenario, las Fuerzas Armadas de Brasil se movilizaron para combatir la deforestación, la minería y los incendios ilegales en la Amazonia. En diciembre de 2019, por ejemplo, el Ejército Brasileño llevó a cabo la Operación Puretê I para combatir los delitos medioambientales en el estado de Amazonas, cuya superficie resultó destruida en un 14,5 por ciento durante el último año.
Personal militar de la Brigada de Infantería de Selva N.º 16 ingresó a la región de los ríos Içá y Puretê, cerca de la frontera con Colombia y del foco de extracción ilegal de madera y minerales. “Además, participaron militares de la Compañía de Fuerzas Especiales N.º 3 y del Pelotón Especial de Frontera N.º 2, que patrullaron todo el canal del río Puretê y parte del río Içá”, comentó a Diálogo el Centro de Comunicación Social del Ejército (CCOMSEx).
Agentes de la Policía Federal y del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables también formaron parte de la Operación Puretê I, y contaron con el apoyo de dos destacamentos de Operaciones de Selva, del Comando de Frontera de Solimões/Batallón de Infantería de Selva N.º 8 (Cmdo Fron Sol/8° BIS) y un helicóptero del Batallón de Aviación del Ejército N.º 4.
“Los agentes, junto con el Ejército, combatieron el narcotráfico transnacional y los delitos contra el medioambiente, en particular la minería ilegal”, afirmó el CCOMSEx. “Durante la operación, se inspeccionaron dragas de extracción de oro ubicadas en el río Puretê”.
El Pelotón del Cmdo Fron Sol/8º BIS intervino en la incautación de unos 10 000 alevines (peces recién nacidos) de varias especies que estaban a bordo de una lancha, informó el CCOMSEx. Los efectivos llevaron los peces a la Delegación de la Policía Federal.
Cooperación con Colombia
Los militares brasileños han incrementado la cooperación con las fuerzas armadas de los países vecinos para trabajar en la preservación de la Amazonia. Una de estas iniciativas es la Reunión Regional de Intercambio Militar entre Brasil y Colombia, realizada anualmente para combatir los delitos medioambientales y transfronterizos.
“Esta actividad es de suma importancia para coordinar procedimientos de lucha contra el delito en la zona de frontera”, manifestó el CCOMSEx. “El objetivo es intercambiar experiencias y conocimientos de interés común relacionados con el control y la seguridad en la región fronteriza, así como fortalecer los lazos de amistad y camaradería entre el personal militar participante”.
Operación coordinada
Las Fuerzas Armadas de Brasil también intensificaron la coordinación con las autoridades civiles para combatir los delitos medioambientales en el norte del país. Este fue el caso de la operación conjunta que se llevó a cabo el 10 de febrero de 2020, cuando agentes de la Policía Civil, del Instituto de Protección Ambiental de Amazonas (IPAAM) y del Batallón de Vigilancia Ambiental de la Policía Militar de Amazonas, identificaron una maderería ilegal que operaba en el municipio de Manacapuru.
“Incautamos un tractor, maquinaria utilizada para la tala y una gran cantidad de madera sin documentación de respaldo”, dijo a la prensa la delegada Carla Biaggi, titular de la Delegación Especializada en Delitos contra el Medio Ambiente y Urbanismo de la Policía Civil de Amazonas.
En la segunda mitad de 2019, el IPAAM implementó un sistema de detección remota para mejorar la localización de delitos ambientales. La técnica mapea zonas deforestadas y e incendios mediante sensores instalados en satélites.
“El uso de esta tecnología permitirá identificar y medir la zona afectada”, dijo nota la prensa José Luiz Nascimento, gerente de Geoprocesamiento de IPAAM. Agregó que el intercambio de información a través del Sistema de Información Geográfica facilitará nombres y datos de los delincuentes, para que sean tomadas las medidas pertinentes.