El 18 de marzo de 2020, militares del Ejército Brasileño (EB) fueron desplegados cerca de la frontera con Venezuela, para detener la entrada de inmigrantes de ese país.
Los soldados siguieron las órdenes del Gobierno Federal de cerrar parcialmente la frontera, para contener en Brasil el aumento de infectados con coronavirus. La medida deberá extenderse como mínimo hasta el 2 de abril, periodo durante el cual solo se permitirá el transporte de mercadería.
Un día después de esta iniciativa, el Gobierno brasileño decidió bloquear también las fronteras terrestres con ocho naciones vecinas: Argentina, Bolivia, Colombia, Guayana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú y Surinam. La Policía Federal se responsabilizará por el cumplimiento de la medida, aunque también podrá contar con la ayuda del EB. La restricción de circulación se aplica a las personas, mientras que se mantiene el transporte de carga entre los países.
También se restringió la circulación en fronteras aéreas y marítimas. Se prohíbe temporalmente la entrada de extranjeros provenientes de la Unión Europea y China, entre otros, a través de los aeropuertos, y se suspende el embarque y desembarque de cruceros turísticos en Brasil.
La decisión con respecto a las embarcaciones turísticas se tomó después de que se confirmara un caso de coronavirus en un pasajero a bordo de un barco atracado en el puerto de Recife, Pernambuco con bandera de Bahamas. El crucero quedó retenido en el puerto con sus pasajeros a bordo, unos 600, quienes permanecen aislados desde el 12 de marzo.
El día 20, el equipo de Defensa Nuclear, Biológica, Química y Radiológica de la Marina de Brasil evacuó al primer grupo de turistas de esta embarcación de manera gradual, porque requería un protocolo de diagnóstico. Los pasajeros fueron llevados al aeropuerto, desde donde partieron hacia sus países de origen.
Operación Covid-19
El control fronterizo es solo una de las medidas previstas por las Fuerzas Armadas brasileñas para la Operación Covid-19. La operación, que comenzó el 19 de marzo, determina el uso de las fuerzas militares para apoyar las acciones de las agencias brasileñas de salud y seguridad pública, con el objetivo de frenar la propagación del virus que ha causado la pandemia.
En este sentido, se ordenó que las instituciones militares estén en condiciones de poner su personal a disposición, además de sus recursos operativos y logísticos. La coordinación y planificación de las acciones vienen de un Centro de Operaciones Conjuntas, que se creó en Brasilia y se compone de representantes de las tres fuerzas.
“Lo que está sucediendo es una guerra. El enemigo es insensible, feroz y decidido a actuar. Y en tiempos de guerra, los brasileños pueden contar con las Fuerzas Armadas”, afirmó el General del EB Fernando Azevedo, ministro de Defensa.
Línea de combate
El primer caso de coronavirus en Latinoamérica se confirmó el 26 de febrero, en Brasil. Desde ese momento, comenzaron a adoptarse medidas rigurosas en la mayoría de los países latinoamericanos para contener la propagación del Covid-19 en esta parte del continente. El cierre de fronteras es solo una de las medidas iniciales.
Hasta el momento la mayoría de los casos se concentran en Brasil, seguido por Ecuador y Chile. Ecuador declaró estado de excepción desde el 16 de marzo, con toque de queda nocturno para todos los ciudadanos. Durante el día pueden salir solo para comprar alimentos, medicamentos y otros artículos de necesidad básica. También existen limitaciones en la circulación de automóviles y está restringido el transporte terrestre y aéreo entre las provincias del país.
Chile declaró estado de emergencia durante 90 días, lo que permite al Gobierno, con la ayuda de las Fuerzas Armadas, prohibir reuniones en espacios públicos, controlar la distribución de suministros básicos, establecer la cuarentena y el toque de queda y limitar la circulación de personas en las ciudades y en todo el país.