El secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo calificó como “inaceptable” que el movimiento chiíta libanés, Hizbulá, considerado el brazo armado terrorista de Irán, tenga presencia en Venezuela.
Las declaraciones del jefe de la diplomacia estadounidense, el 20 de enero de 2020, fueron en el marco de la III Cumbre Hemisférica Contra el Terrorismo, una reunión de ministros de más de 20 países de la región, en Bogotá, Colombia.
“Irán, con su brazo armado Hizbulá, está en Venezuela y eso no es aceptable”, dijo Pompeo, en momentos de alta tensión entre Washington y el régimen islámico de Teherán.
El presidente colombiano Iván Duque confirmó la presencia del grupo libanés en Venezuela, y dijo que eso para nadie ha sido un secreto durante los últimos años.
“Hemos visto la presencia de células de Hizbulá en países como Venezuela, con la anuencia y la connivencia de la dictadura de Nicolás Maduro”, dijo Duque, al asegurar que Latinoamérica ha sido afectada por el terrorismo, y se ha observado el accionar de diferentes organizaciones criminales transnacionales.
En contraste con Venezuela, Pompeo saludó la postura de Colombia y otras naciones sudamericanas que se han sumado a los EE. UU. y a la Unión Europea para clasificar a Hizbulá y a otros como “terroristas”.
Duque hizo el anuncio sobre su postura frente a Hizbulá al abrir la Cumbre Hemisférica Contra el Terrorismo, en la que participó el presidente interino de Venezuela Juan Guaidó.
El mandatario colombiano indicó que el 17 de enero el Consejo de Seguridad Nacional aprobó por unanimidad la adopción de los listados de los EE. UU. y de la Unión Europea, de personas y organizaciones terroristas, “con el fin de enfocar los esfuerzos de las autoridades del Estado contra esas amenazas”.
Invitó a los países representados en la Cumbre a “adoptar todas las resoluciones emanadas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Se refirió explícitamente a la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la cual –explicó– “es muy clara y contundente en que no se puede permitir a ningún Estado que promueva, que albergue, que patrocine o que facilite actividades terroristas en su territorio”.
Agregó que los países que violan esta resolución y que incurren en estas prácticas que favorecen a las organizaciones terroristas “merecen ser sancionados, denunciados y merecen, además, que esa reacción sea de manera colegiada, a través de todos los foros multilaterales posibles”.
En el acta de la sesión del citado consejo se estableció que “en Colombia y en América Latina hay presencia de grupos terroristas como el Ejército de Liberación Nacional [ELN], Sendero Luminoso y Hizbulá, que constituyen una amenaza a la paz y a la seguridad internacionales”.
El anuncio del mandatario colombiano se produjo luego de que otros países de Sudamérica dieron un paso similar contra Hizbulá. Argentina, Brasil, Honduras, Paraguay y Perú, han declarado a Hizbulá como una organización terrorista. Guatemala, según Pompeo, hará lo mismo próximamente.
Pompeo elogió a países como Argentina y Brasil que han congelado los activos de miembros de Hizbulá y arrestado a algunos de sus cabecillas.
En la Cumbre Hemisférica contra el Terrorismo, ministros y mandatarios de los países participantes discutieron diversas estrategias frente a las amenazas que enfrenta el continente americano.
El 20 de enero, Duque, acompañado de líderes de la región, inauguró la cumbre en la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander, que fue objeto hace un año de un acto terrorista que costó la vida a más de 20 personas.
La llegada de Guaidó de manera sorpresiva a Bogotá para participar en la cumbre es el inicio de una gira que lo llevará por los EE. UU. y países europeos. Esta es la segunda vez que desafía una prohibición de salida del país, impuesta por el régimen ilegitimo de Nicolás Maduro.
Comunicado conjunto final
Mucho de lo conversado durante toda la conferencia quedó reflejado en el comunicado final conjunto. El texto expresa su rechazo por el terrorismo “en todas sus formas y manifestaciones”, y su preocupación por grupos terroristas como ISIS y al-Qaida y, en la región, las actividades que redes de Hizbulá continúan realizando en algunas áreas del hemisferio occidental y el accionar del ELN.
Venezuela es mencionada en el texto como ejemplo, cuando las organizaciones que cometen actos terroristas se aprovechan de situaciones de debilidad institucional o conflicto interno, “para potenciar actos terroristas y actividades delictivas en la región”.
Los países firmantes resaltaron la necesidad de promover e implementar las iniciativas hemisféricas de lucha contra el terrorismo, y reafirmaron su compromiso de redoblar los esfuerzos para combatir las fuentes de financiación del terrorismo.
Además, aseguraron que seguirán fortaleciendo sus marcos legales nacionales para implementar sanciones financieras y otras medidas “para congelar los activos vinculados a organizaciones terroristas”.