Debido a la alta demanda de equipos de protección personal (EPP) y otros suministros médicos en el Caribe oriental a causa del COVID-19, los Estados Unidos intensifican su ayuda con los países socios durante esta crisis.
Más de USD 100 000 en EPP y otros suministros médicos fueron donados a siete naciones del Caribe oriental: Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y Granadinas.
Los EPP fueron distribuidos en esos países a través del Mecanismo de Respuesta Regional de la Agencia de Manejo de Emergencias para Desastres del Caribe (CDEMA en inglés). Los suministros incluyeron 1000 mascarillas quirúrgicas, 500 protectores faciales, 250 gafas de protección, 1200 guantes de látex, 1000 protectores para zapatos, 38 litros de desinfectante para manos y 87 trajes contra materiales peligrosos.
Los suministros fueron empacados para cada país y enviados a sus respectivas oficinas nacionales de administración contra desastres, para su distribución entre quienes están altamente expuestos en la línea de combate, incluyendo personal de servicios esenciales y fuerzas de seguridad.
“Esta donación es uno de los diversos programas e iniciativos que proporcionan los EE. UU. para apoyar a nuestros vecinos en el Caribe oriental”, dijo el Capitán de Fragata de la Guardia Costera Steve Charnon, oficial sénior de Defensa de la Embajada de los EE. UU. en Barbados, quien también supervisa las Oficinas de Cooperación en Seguridad (SCO en inglés) de los EE. UU. en el Caribe oriental. “La coordinación de estas donaciones para ayudar a combatir el COVID-19 fue un verdadero esfuerzo de equipo, y refleja la asociación duradera entre los EE. UU. con el Caribe oriental y con organizaciones regionales como CDEMA y el Sistema de Seguridad Regional”.
La SCO facilitó el envío de estas donaciones, que forman parte del amplio Programa de Asistencia Humanitaria del Comando Sur de los EE. UU., que realiza actividades en conjunto con las naciones socias para mitigar el sufrimiento humano, las enfermedades, el hambre y las carencias, particularmente en regiones donde esas necesidades pueden plantear grandes desafíos a la población civil.
“La naturaleza sin precedentes de esta pandemia requiere esfuerzos de colaboración entre nuestra región y sus socios, para proporcionar una respuesta eficaz a las necesidades de nuestros Estados participantes”, dijo Elizabeth Riley, directora ejecutiva de CDEMA. “Quiero expresar nuestro agradecimiento a la SCO y a la Embajada de los EE. UU. en Barbados por su apoyo a la gestión continua por el impacto del COVID-19 en la región”, agregó.