El 18 de octubre de 2021, en una entrevista con el Financial Times, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) Jens Stoltenberg manifestó que el ascenso de China estaba generando un impacto en la seguridad de varios países europeos, debido a sus capacidades cibernéticas, nuevas tecnologías y misiles de largo alcance.
Según Stoltenberg, los aliados de la OTAN buscarían reducir las actividades fuera de sus fronteras, y aumentar su resiliencia defensiva interna para resistir mejor las amenazas externas. La OTAN adoptará su nuevo concepto estratégico de la cumbre que se celebrará el próximo verano, en junio de 2022, en donde se enunciarán los objetivos de la Alianza Atlántica para los próximos 10 años, dado que su actual versión, adoptada en 2010, no menciona a China.
“China se nos está aproximando… Los vemos en el Ártico. Los vemos en el ciberespacio. Vemos a China invirtiendo fuertemente en infraestructura crítica en nuestros países. Y por supuesto, tienen cada vez más armas de alto alcance para atacar a todos los países socios de la OTAN. Ellos están construyendo muchos, muchos silos para misiles intercontinentales de largo alcance”, indicó Stoltenberg.
Este verano, China llevó a cabo una prueba con un misil hipersónico de capacidad nuclear, el cual antes de acelerar a través de la atmósfera hacia el objetivo orbitó en torno al globo. Este hecho puso a la Alianza en alerta máxima.
Anticipándose a tal avance, durante una reunión del consejo que tuvo lugar el 14 de junio de 2021, la OTAN emitió una declaración conjunta advirtiendo que “las ambiciones declaradas y el comportamiento asertivo de China presentan desafíos sistémicos para el orden internacional, basado en reglas y las alianzas de áreas relevantes para la seguridad”, ante la expansión acelerada de su arsenal nuclear.