Ocultos en lo alto de las frías montañas nevadas de los Andes, soldados del Ejército de los Estados Unidos asignados a la División de Montaña N.º 10 finalizaron, el 30 de agosto de 2021, el ejercicio de entrenamiento Vanguardia Sur, en el que participaron durante trece días con el Ejército de Chile.
En coordinación con el Ejército Sur de los EE. UU., los casi 120 soldados de la División de Montaña N.º 10 se desempeñaron a una altura de casi 2805 metros, soportando fuertes vientos y temperaturas bajo cero, en donde instructores de la Escuela de Montaña del Ejército de Chile presentaron conceptos básicos sobre clima frío y guerra de montaña, incluyendo fundamentos de supervivencia, desplazamiento y combate.
“El montañista del Ejército de Chile es un experto sumamente capacitado en su materia, muy versado en los desafíos asociados con la ejecución de operaciones militares en climas fríos y entornos de gran altura”, manifestó el Mayor Matthew McCarty, oficial de planes y operaciones del Ejército Sur, a cargo del Ejercicio Vanguardia Sur 21. “Son conocimientos que se están transmitiendo a los soldados de los EE. UU. de la División de Montaña N.º 10”.
El ejercicio culminó con un entrenamiento de campo de dos días, que incluyó un simulacro de rescate de una aeronave médica supuestamente derribada con 40 soldados chilenos, y una caminata de hermandad donde soldados chilenos y estadounidenses marcharon más de 8 kilómetros por la nieve, hasta el monumento Cristo Redentor, en los Andes, en la frontera con Argentina.
Este fue el componente más grande del Ejército de los EE. UU. para llevar a cabo este entrenamiento, cuyo propósito fue acercar a la División de Montaña N.º 10 a sus raíces históricas, y poner a prueba su preparación operacional, unidad regional, y afirmar el compromiso de larga data del Ejército de los EE. UU. con nuestros socios del hemisferio occidental, expresó McCarty.
“El Ejército Sur de los EE. UU., la División de Montaña N.º 10 y el Ejército de Chile, planifican este ejercicio desde febrero de 2020, a través de múltiples reuniones virtuales y presenciales”, indicó McCarty.
La planificación entre todos fue una parte importante de Vanguardia Sur, aunque una vez en tierra, el Ejército de Chile encabezó la ejecución del ejercicio, dada su familiaridad con el terreno y las condiciones climáticas.
“El entrenamiento en este entorno enfrenta al soldado con dos enemigos, el enemigo combatiente y el medio ambiente”, explicó el Capitán del Ejército de Chile Carlos Williams Cuevas, comandante de entrenamiento de la Escuela de Montaña del Ejército de Chile. “Todos los días realizábamos una sesión informativa a las 20:00 horas, para hablar sobre el clima y cómo hacer para adaptarnos en función de los requisitos de entrenamiento y seguridad”.
Además de todo el trabajo mental que implicó la planificación, el trabajo físico de los soldados y las condiciones sobre el terreno fueron abrumadoras. A pesar de las gélidas temperaturas y el terreno escarpado, los soldados se mostraron muy positivos con respecto al entorno.
“Venimos entrenando desde los últimos seis meses para esta tremenda oportunidad; dijeron que iba a ser difícil, y tenían razón”, expresó el Especialista del Ejército de los EE. UU. Dustin Tschudy, elemento de infantería asignado a la Compañía Bravo 2-87. “Siempre recordaré esta experiencia y el entrenamiento que realizamos aquí, y transmitiré las lecciones que aprendimos a otros soldados”.
Antes del ejercicio de entrenamiento de campo de dos días los soldados realizaron durante seis días cursos de esquí alpino, esquí a campo traviesa, caminatas con raquetas para nieve, rescate en avalanchas, construcción de refugios de nieve, rapel y evacuación médica.
Los instructores del Ejército de Chile desempeñaron un papel integral en el entrenamiento e intercambio de técnicas y experiencias junto a los soldados estadounidenses, adiestrándolos en las habilidades básicas para sobrevivir, desplazarse, luchar, y ganar en un medio ambiente de gran altitud.
“Los instructores chilenos no han sido más que profesionales, y son realmente muy buenos para asegurarse de que entendamos, desde el nivel más sencillo, cómo hacer cualquier tarea que estemos llevando a cabo”, expresó el Sargento de Primera Clase Corey Irwin, líder de pelotón asignado a la Compañía Bravo 2-87. “Con un entrenamiento de esta clase, podemos convocar a soldados con poca o nula experiencia en nieve y [entrenarlos para] que tengan confianza y sean competentes en temperaturas muy bajas”.
Originalmente, la División de Montaña N.º 10 se especializaba en la guerra de montaña, lo cual se remota a la Segunda Guerra Mundial. Pero desde su reactivación en 1985, la división se ha centrado en operaciones de combate en diversos terrenos geográficos. El entrenamiento de Vanguardia Sur 21 es una oportunidad para reconectarse con las raíces de la división.
“Somos la división de montaña y estamos evolucionando hacia la división ártica, por lo que volvemos a luchar en el clima frío y en las montañas”, dijo el Sargento Mayor de Comando Michael Espeland, Sargento Mayor de Comando del Batallón N.º 2, Regimiento de Infantería N.º 87, Equipo de Combate de Brigada N.º 2, División de Montaña N.º 10. “Estamos aprendiendo mucho aquí del Ejército de Chile; acerca de cómo vivir y entrenar en las montañas”.
Este ejercicio fue un reflejo directo del compromiso del Ejército de los EE. UU. para fortalecer una asociación duradera con Chile, y construir preparación e interoperabilidad combinadas, tanto en la planificación como en la ejecución.