El 26 de marzo en Miami, Florida, los Estados Unidos acusaron en diferentes acusaciones a Maikel Moreno, el juez de máxima jerarquía de Venezuela, por lavado de dinero y corrupción; el mismo día que señalaron a Nicolás Maduro y demás miembros del régimen por narcoterrorismo y otros delitos.
Se cree que Moreno concedía favores legales a cambio de millones de dólares, en sobornos pagados a través de cuentas de bancos en Miami y otros lugares en el extranjero. El magistrado habría gastado este dinero en vuelos privados, costosos relojes y otros productos de lujo en el sur de Florida, declararon fiscales federales.
Un ejemplo que citaron, fue la autorización de Moreno al régimen de Maduro para confiscar una planta automotriz de General Motors en Venezuela, en lugar de mantenerla abierta para que continuaran trabajando miles de operarios.
Ariana Fajardo Orshan, fiscal federal del distrito del sur de la Florida, expresó que los líderes venezolanos corruptos, como Moreno, utilizan desde hace tiempo esta zona para el lavado de dinero.
“Desde condominios valuados en millones de dólares hasta yates de lujo o jets privados, todo esto se ha convertido en parte de nuestra sociedad en el sur de la Florida”, expresó Fajardo Orshan. “Esta fiesta se les está terminando”.
Fajardo también anunció que su oficina había incautado más de USD 450 millones en cuentas bancarias y bienes en diversos procesos que involucran a decenas de venezolanos acusados, como por ejemplo un extesorero nacional.
Según la denuncia penal, durante una solicitud de visa en 2014 Moreno declaró ante autoridades de los EE. UU. que ganaba el equivalente a unos USD 12 000 anuales por su trabajo en Venezuela. Sin embargo, en un período de cuatro años, de 2012 a 2016, los registros bancarios de Moreno en los EE. UU. muestran aproximadamente USD 3 millones en sus cuentas, provenientes principalmente de grandes transferencias de empresas fantasmas con cuentas bancarias extranjeras.
Fajardo indicó que Moreno se especializaba en casos de fraude y delitos financieros, por lo cual podría haberse aprovechado de personas procesadas acaudaladas, dispuestas a pagar sobornos a cambio de mantener su libertad. La fiscal expresó que el presidente del Tribunal Supremo de Justicia “recibía grandes sumas en sobornos para autorizar la desestimación de cargos o la liberación de muchos venezolanos que, literalmente, habían robado miles de millones de dólares provenientes de ganancias de petroleras estatales venezolanas”.
Otro exgeneral estaría considerando su entrega
Mientras tanto, Hugo Carvajal, exjefe de la unidad de inteligencia militar de Venezuela, estaría negociando su entrega con las autoridades estadounidenses. Carvajal es uno de los acusados por narcoterrorismo, junto con Maduro y otros funcionarios jerárquicos del régimen.
Carvajal, exgeneral y antiguo asociado del fallecido líder venezolano Hugo Chávez se refugió en la clandestinidad, desde que una corte española aprobó en noviembre su extradición a los EE. UU. No quedaba claro si se entregaría, ni cuándo lo haría.
En abril de 2019, la policía española arrestó al exjefe de espías a pedido de las autoridades de los EE. UU., pero en un principio la Suprema Corte de España determinó su liberación y denegó el pedido de extradición que pesaba sobre él. La corte revocó esa decisión en noviembre, lo que indujo a Carvajar a buscar la clandestinidad. Tras dejar Venezuela, Carvajal denunció a Maduro y brindó su apoyo al presidente interino Juan Guaidó.