Los Estados Unidos anunciaron nuevas recompensas de hasta USD 10 millones, por el arresto de dos importantes líderes disidentes colombianos de las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia (FARC).
El 18 de junio, el Departamento de Estado de los EE. UU. y la Administración para el Control de Drogas de los EE. UU. (DEA en inglés), anunciaron la recompensa por información que conduzca al arresto y/o condena de Luciano Marín alias Iván Márquez, y Seuxis Paucias Hernández alias Jesús Santrich.
Márquez pertenece al secretariado disidente de las FARC, el máximo organismo jerárquico del grupo disidente, mientras que Santrich forma parte del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC, considerado segundo en importancia. Ambos hombres fueron figuras clave en el histórico proceso de paz de Colombia, pero han retomado las armas y se les acusa de haber participado en hechos de corrupción y violencia derivados del narcoterrorismo, junto a altos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
“La DEA y nuestros socios se comprometen a destruir a organizaciones narcoterroristas como las FARC, y a los regímenes políticos corruptos que las apoyan”, expresó el administrador interino de la DEA Timothy J. Shea. “Durante décadas las FARC utilizaron el narcotráfico para financiar sus actividades terroristas, y se asociaron con las élites venezolanas corruptas, convirtiéndose en una amenaza [para los] Estados Unidos y nuestros socios”.
Funcionarios del Gobierno de los EE. UU. indicaron que ambos individuos colaboraron con la organización narcotraficante venezolana Cártel de Los Soles, formada por funcionarios de alto rango del régimen de Maduro, para enviar grandes cargamentos de cocaína a los EE. UU. Márquez y Santrich figuraban entre los acusados cuando el 26 de marzo los EE. UU. anunciaron la imputación de Maduro y 14 miembros de su régimen por delitos relacionados con narcoterrorismo y otros cargos.
En 2018 las autoridades arrestaron a Márquez en Colombia, luego de que fiscales neoyorkinos ordenaron su detención por narcotráfico. Un mes después de que la Corte Suprema de Colombia ordenó su liberación mientras continuaba la investigación, Márquez huyó y no volvió a aparecer hasta un año después, en un video con Santrich. Ambos vestían el uniforme verde oliva de las disidencias de las FARC junto a un pequeño grupo de disidentes, mientras acusan al Gobierno colombiano de no respetar el acuerdo de paz.
Según funcionarios colombianos Maduro está protegiéndolos.
“Esperamos que estas recompensas más generosas sirvan para que aquellos que tengan información relevante contacten a la DEA y, en última instancia, podamos llevar ante la justicia a quienes intentan perjudicar a los EE. UU. y traicionar a los ciudadanos de Venezuela”, expresó Shea.