Ecuador vive una escalada de violencia sin precedentes. En 2021 el país batió récords de homicidios; 1885 hasta octubre, que representa una tasa de 10,6 por cada 100 000 habitantes. Esta cifra duplica la de 2016 cuando la tasa llegó a 5,8 homicidios por cada 100 000 habitantes, según un informe de octubre de la Policía Nacional de Ecuador.
Esta situación provocó que el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, quien relaciona el aumento de la violencia con el narcotráfico, decretara el estado de excepción. “Solo hay un enemigo en las calles de Ecuador: el narcotráfico”, manifestó Lasso durante el anuncio de la medida el 18 de octubre. En septiembre, el Gobierno de los Estados Unidos había incluido a Ecuador en la lista de 22 países con mayor tránsito o producción de drogas ilícitas del mundo.
El país aún atraviesa una grave crisis carcelaria. Solo en 2021 los conflictos en centros correccionales dejaron un saldo de más de 320 reos fallecidos, incluyendo las 62 víctimas del último motín, que tuvo lugar del 13 al 14 de noviembre en el penal de Guayaquil. El Gobierno ecuatoriano atribuye los hechos a enfrentamientos entre facciones narcotraficantes rivales.

Durante un mes (la Corte Constitucional de Ecuador limitó la vigencia del estado de excepción al 18 de noviembre), las Fuerzas Armadas ecuatorianas y la Policía Nacional cumplieron el decreto presidencial a través del Plan Rescate Ecuador, con patrullajes y controles en vehículos y personas las 24 horas, en calles y carreteras de nueve de las 24 provincias del país. Los esfuerzos se concentraron en la incautación de drogas y armas.
De este modo, se llevaron a cabo 234 804 operaciones al cabo de 30 días bajo el Plan, en donde se decomisaron 16 toneladas de droga y 634 armas de fuego, informó el Ministerio de Gobierno el 18 de noviembre. Además, policías y militares detuvieron a 6894 presuntos criminales y desarticularon 76 pandillas involucradas en diversos delitos. En consecuencia, las autoridades recuperaron 215 automóviles y 332 motocicletas denunciadas como robadas.
Medidas preventivas
Además del estado de excepción, el Plan Rescate Ecuador prevé medidas para combatir el consumo de drogas. En este sentido, busca combatir el microtráfico. Según el diario ecuatoriano El Universo, informes de la Policía Nacional del Ecuador y de la Administración para el Control de Drogas de los EE. UU. señalan que los grandes cárteles de droga pagan con pequeñas cantidades de estupefacientes a pandillas locales. A su vez, estas organizaciones delictivas se disputan los territorios de distribución de los consumidores finales.
El Gobierno también planea redactar una norma denominada Ley de Derribo, que prevé la autorización de la Fuerza Aérea para derribar aeronaves que transporten drogas en el espacio aéreo ecuatoriano.
En lo que respecta a las cárceles, el presidente de Ecuador afirma estar tomando medidas para mediar con las pandillas sin hacer concesiones, además de desplegar efectivos militares y más policías para la seguridad carcelaria.
El Gobierno también reconoce el problema del hacinamiento en las cárceles. En una entrevista con la BBC durante su participación en la COP26, en Glasgow, Reino Unido, Lasso afirmó que el hacinamiento es de aproximadamente 9000 personas, de las cuales 5000 ya podrían ser puestas en libertad por cumplir normas carcelarias. “Estamos analizando formas de acelerar el proceso”, indicó. De las otras 4000 probablemente serán repatriados unos 3000 extranjeros, dijo el mandatario.