Durante dos décadas, el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry ha enlazado líderes de la comunidad de seguridad del hemisferio occidental. Los estudiantes militares y civiles de Antigua y Barbuda, Belice, Chile, Honduras, Panamá, y Trinidad y Tobago son parte de las 32 naciones participantes en las clases, los seminarios, los foros y las conferencias del centro sobre cuestiones de seguridad y defensa. Entre los temas se incluyen el combate al crimen organizado transnacional y a las redes ilegales, la creación de una institución de seguridad y defensa, las implicaciones de los derechos humanos y la supremacía de la ley, las tecnologías emergentes y las amenazas crecientes.
Mark S. Wilkins, director del Centro Perry habló con Diálogo en el “Seminario Regional del Caribe sobre el combate contra las redes de amenaza transnacionales y transregionales (T3N, por sus siglas en inglés)”, celebrado en Bridgetown, Barbados, del 21 al 23 de marzo. Como coronel retirado de las Fuerzas Armadas, el director Wilkins destaca la importancia de formar a los profesionales de seguridad y defensa en América con el fin de crear nuevas generaciones de líderes capaces de trabajar juntos contra las amenazas regionales compartidas.
Diálogo: ¿Cuál es la meta principal del Centro de Estudios Hemisféricos William J. Perry?
Mark S. Wilkins, director del Centro de Estudios Hemisféricos William J. Perry: Una de nuestras metas principales es crear la red de profesionales en temas de seguridad y defensa en Latinoamérica y el Caribe. Lo hacemos a través de seminarios, conferencias, talleres y cursos de estancia en Washington, D.C. La idea es elevar el nivel de competencia de aquellos responsables de administrar los sectores de seguridad y defensa en todas nuestras naciones amigas.
Diálogo: ¿Cuál es la visión del Centro Perry?
Director Wilkins: Sobre todo, procuramos ser una de las instituciones líderes en seguridad y defensa del hemisferio occidental. Nos enfocamos en el futuro, en investigar los cambios en el contexto cambiante de la seguridad y en trabajar con las naciones amigas para visualizar la clase de cambios necesarios para que nuestras fuerzas de seguridad y defensa operen a la velocidad de nuestros oponentes o más rápidamente que ellos. En esta tarea, apoyamos a la Oficina del Secretario Adjunto de Defensa para las Políticas y a los dos comandos combatientes que cubren América: el Comando Sur de los EE. UU. (SOUTHCOM, por sus siglas en inglés) y el Comando Norte de los EE. UU. (NORTHCOM, por sus siglas en inglés). Nuestro paquete de recursos incluye educación, seminarios, tareas de participación en la comunidad, oportunidades de diálogo e investigación.
Trabajamos con civiles, militares y funcionarios gubernamentales de alto rango en todo el hemisferio occidental para crear redes de seguridad y defensa. Al mismo tiempo, con nuestras naciones amigas, tratamos de promover una mayor comprensión de las políticas de los Estados Unidos. Al hacerlo en un contexto educativo, creamos puentes entre países y, como resultado final, compartimos una capacidad institucional y sostenible mutua entre nosotros y nuestras naciones amigas.
Diálogo: ¿Qué tipo de programas ofrece el Centro Perry?
Director Wilkins: Centramos nuestro esfuerzo en tres áreas principales de trabajo en América: promover instituciones administradoras de defensa efectivas, eficientes y transparentes que respondan a la dirigencia civil elegida democráticamente, enfrentar al crimen organizado transnacional y transregional, y a las redes ilícitas que debilitan la seguridad ciudadana, y promover el respeto institucionalizado de los derechos humanos y de la supremacía de la ley entre militares, fuerzas de seguridad y legisladores de defensa en el hemisferio occidental. Estos tres programas apoyan directamente los objetivos regionales del SOUTHCOM y del NORTHCOM.
Diálogo: ¿Cuál es la importancia que tiene el esfuerzo del Centro Perry para convocar a las aulas a militares y civiles de alto rango de más de 30 naciones de toda América?
Director Wilkins: Analicemos el caso de este seminario porque es un buen ejemplo. Creo que, en diciembre pasado, el Almirante [Kurt] Tidd [comandante de SOUTHCOM] se reunió con sus homólogos de todo el Caribe en San Juan, Puerto Rico. Principalmente, trataron y acordaron cuáles serían las amplias metas que lograrían juntos. Más de la mitad de la gente en el seminario de esta semana ya habían asistido a los seminarios y cursos del Centro Perry. Casi todos ahora tienen cargos en los que implementan aquello que los jefes acordaron en diciembre. Si analizamos la lista de los nombres que están aquí esta semana, los participantes trabajan en política y estrategia, operaciones, inteligencia y como comandantes de fuerza. Entonces, si realmente nos dedicamos a crear una red de personas del mismo perfil para combatir los problemas multirregionales o transregionales, tenemos la herramienta de la convocatoria; es decir, la capacidad de reunirnos todos y presentar información, debatir soluciones y orientarnos hacia soluciones concretas. En el seminario de mañana, hablaremos sobre la estrategia y la política regional para confrontar las redes transnacionales y transregionales, que, al fin y al cabo, son la amenaza actual más compleja que enfrentamos y que ningún país puede manejar solo. Primero vemos los problemas y luego avanzamos para ver cómo resolverlos regionalmente.
Diálogo: El Centro Perry solía ser el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa. ¿Por qué motivo se cambió el nombre del centro en abril de 2013?
Director Wilkins: En 1995, el entonces Secretario de Defensa William James Perry organizó la primera Conferencia de Ministros de Defensa de América en Williamsburg, Virginia. Esta conferencia puso en marcha un proceso de más de dos décadas, con una plataforma en la que los ministros de defensa pudieran reunirse cada dos años para discutir los temas más importantes del día. En segundo lugar, en la primera conferencia, los demás ministros de defensa eran civiles en su mayoría. Como antecedente de esta situación, en ese momento, la mayoría de los países salían de períodos de gobiernos autoritarios y dictaduras, por lo que querían un lugar donde enviar a sus civiles a aprender cómo liderar y administrar militares y civiles y cómo organizar la defensa y la seguridad de las instituciones. Hasta la fecha, la mayoría de los que concurren a los cursos del Centro Perry son profesionales civiles de centros de defensa de toda la región. Aproximadamente tres cuartos de nuestros estudiantes son civiles, y la mitad son de niveles del ministerio o superiores. Este es el legado viviente de la visión del Secretario Perry, así que era más que apropiado nombrar al centro en su honor.
Diálogo: El Centro Perry celebra su 20.º aniversario este año. ¿Cuál es la mayor contribución del centro en los últimos 20 años?
Director Wilkins: Creo que pusimos en marcha asociaciones estratégicas profundas en toda la región. Tenemos aproximadamente 6.000 graduados. Como seleccionamos minuciosamente a la gente que hace nuestros cursos, la mayoría de los graduados del Centro Perry ahora lideran centros de defensa y seguridad en toda la región. Por ejemplo, en este seminario, la mitad de los participantes ya habían asistido a cursos del Centro Perry. Al seleccionar a la gente adecuada y al brindarles las mejores prácticas internacionales actualizadas en seguridad y defensa, hemos formado a una generación entera de líderes en seguridad y defensa que se hizo cargo de sus instituciones de seguridad. Celebraremos el 20.º aniversario durante todo el año con distintos eventos, seminarios y conferencias. Recién comenzamos con nuestra celebración y publicaremos actualizaciones periódicas en nuestro sitio web.
Diálogo: ¿Solo tienen alumnos de Latinoamérica y del Caribe? ¿Y los otros países del mundo?
Director Wilkins: Ocasionalmente. El Departamento de Defensa de los EE. UU. tiene cinco centros regionales, tres de los cuales están ubicados en la Universidad Nacional de Defensa. También compartimos las instalaciones con el Centro Africano de Estudios Estratégicos y con el Centro del Cercano Oriente-Asia del Sur. El Centro de Estudios de Seguridad de Asia del Pacífico Daniel K. Inouye, en Hawái, y el Centro Europeo para Estudios de Seguridad George C. Marshall, en Alemania. La tendencia creciente es que empezamos a intercambiar alumnos con otras regiones del mundo. Muchos de los desafíos que enfrentamos ahora son transregionales. Por ejemplo, la cocaína sale de la selva de Colombia, es intercambiada por dinero en África, y financia los grupos nefastos del Medio Oriente. Muchos de nuestros alumnos de esta región ahora asisten a cursos del Centro Marshall para combatir el crimen T3N. Muchos de los alumnos de la costa del Pacífico en Latinoamérica, por ejemplo, México, Perú o Chile, ahora también asisten a cursos en el Centro Asia- Pacífico. Cada vez más, nuestros alumnos alternan entre estas áreas, lo que es muy positivo. A medida que establecemos redes en nuestro hemisferio, también debemos tratar rápidamente de establecer redes globales.
Diálogo: ¿Cuántas personas aproximadamente asisten a los cursos del centro y qué tipo de perfil buscan en su “audiencia meta”, es decir, en la gente que asiste a los cursos, seminarios, tareas de extensión, oportunidades de diálogo estratégico e investigación dirigida que realiza el centro?
Director Wilkins: Depende del curso. Gunos cursos, como Gestión de seguridad y defensa, están diseñados especialmente para viceministros y vicejefes de defensa, almirantes, generales y sus pares civiles. Tenemos varios cursos en el nivel medio destinados a personas que cumplen funciones cruciales en políticas, estrategia, operaciones y gestión. Tenemos un curso introductorio, en inglés y en español: Política estratégica y de defensa; para personas que acaban de ingresar como profesionales al sistema. Tratamos de cubrir estos dos niveles, medio y superior, y coordinamos estrictamente con nuestros funcionarios de cooperación en seguridad (SCOs, por sus siglas en inglés) en las embajadas, con el fin de garantizar que tengamos a la persona correcta en la clase correcta.
Uno de nuestros desafíos es el enorme volumen de profesionales de defensa que quieren ingresar al Centro Perry. Para muchos de nuestros cursos, tenemos hasta diez aspirantes por cada puesto disponible, por lo que la competencia es muy fuerte. Aceptamos alumnos de dos formas distintas, a diferencia de otros centros regionales. Para algunos de nuestros cursos, todas las vacantes se destinan a nuestros SCOs, que coordinan con sus homólogos en las naciones amigas, incluidos, entre otros, los ministros de defensa y las fuerzas armadas. Para otros cursos, aceptamos solicitudes directamente del campo e inclusive aceptamos personas de la sociedad civil, de organizaciones no gubernamentales y de orígenes no tradicionales. La mezcla resultante de profesionales militares y civiles de defensa y de personas de otras agencias y de la sociedad civil aporta una nueva dimensión a las clases y continuamente se identifica como una de las virtudes del centro: el hecho de que adoptamos una perspectiva interagencial y de la esfera pública y privada en nuestra propuesta.
Diálogo: ¿Cuáles son las ventajas de estudiar en el Centro Perry? ¿Cuáles son algunos de los exalumnos más notables del centro?
Director Wilkins: Con total modestia, creo que el Centro Perry es considerado la principal [institución] de seguridad y defensa para el hemisferio occidental. Estuve en Panamá y Colombia la semana pasada en los eventos de seguridad y defensa llevados a cabo allí y, sin duda, en cada lugar que fui, los líderes habían concurrido a las clases del Centro Perry. Me dijeron que, en muchos casos, el curso les cambió la vida porque les abrió nuevas puertas. El reconocimiento de ser un exalumno del Centro Perry se debe a la oferta combinada de alta concentración de temas de seguridad y defensa y a la asociación entusiasta de los exalumnos en toda Latinoamérica. Muchos exalumnos llevan diariamente con orgullo su prendedor del Centro Perry, como identificador de su vinculación duradera con el centro. En algunos casos, hasta ministros de defensa que asistieron a los cursos de nuestro centro atribuyeron la obtención de su cargo al hecho de haber estudiado en el Centro Perry. El reconocimiento de nuestra marca es muy alto, y existe una gran correlación entre la gente que asiste a nuestros cursos y el tipo y los niveles de responsabilidades que asumen cuando regresan a su país.
Diálogo: ¿El Centro Perry tiene convenios con otras instituciones de Latinoamérica y del Caribe?
Director Wilkins: Tenemos más de 20 convenios internacionales con otras instituciones de estudios sobre defensa y seguridad. Tenemos un nuevo proyecto de investigación llamado “Iniciativa de Previsión Estratégica de Defensa”, mediante la cual analizaremos en profundidad el futuro, incluso tal vez hasta 2035, a fin de investigar las tendencias globales que impulsan los cambios en nuestro entorno de seguridad y defensa, por ejemplo, el cambio climático acelerado, la demografía cambiante, los acelerados avances tecnológicos y el papel creciente de los actores no estatales en la escena global. Escribiremos e investigaremos lo que significan estos factores para las fuerzas militares y de defensa en este hemisferio en términos empíricos. Trabajaremos al respecto con instituciones como la Junta Interamericana de Defensa, la ANEPE [Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos] en Chile, el CAEN [Centro de Altos Estudios Nacionales] en Perú, y la ESDEGUE [Escuela Superior de Guerra] en Colombia. Publicaremos conjuntamente los resultados antes de la próxima Cumbre de Ministros de Defensa de América.
Diálogo: ¿Qué es el Premio William J. Perry a la Excelencia en Educación sobre Seguridad y Defensa? ¿A quiénes se otorga y por qué?
Director Wilkins: Es un premio otorgado una vez al año. Tenemos una categoría individual e institucional. Aceptamos nominaciones de todo el hemisferio occidental y los beneficiarios se eligen según su dedicación sustancial para mejorar la capacidad en seguridad y defensa, para crear relaciones para beneficio mutuo y para aumentar la seguridad democrática en América. Los nominados pueden ser educadores, profesionales o instituciones de defensa y seguridad de todo el hemisferio o ajenos a la región. La competencia es feroz y recibimos muchísimas nominaciones por año. Tenemos una comisión que se reúne para decidir a quiénes elegir. Los nominados para cada categoría varían entre presidentes a investigadores e instituciones académicas. El Premio Institucional Perry 2016 fue para la Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Seguridad de Guatemala y para el Centro de Estudios sobre Políticas de Defensa, también de Guatemala. El Embajador Luigi R. Einaudi, un distinguido diplomático y educador estadounidense, recibió el Premio Perry 2016 en la categoría individual.
Diálogo: ¿Qué quisiera agregar para nuestros lectores en la región?
Director Wilkins: Creo que ampliar el alcance de la perspectiva para analizar los problemas en el mundo es una idea excelente y un tema pendiente desde hace mucho tiempo. Durante muchos, muchos años solo nos ocupamos del hemisferio occidental y de lo que sucedía en él. África y Asia hicieron lo mismo. Hoy, analizamos los problemas desde un mejor enfoque, y el Almte. Tidd también explica activamente el concepto de T3N. Estamos muy contentos de ser parte de esto. El año pasado, por ejemplo, nos reunimos con nuestros homólogos de África y del Medio Oriente durante una semana en Casablanca, Marruecos, donde un tercio del público era de Latinoamérica, otro tercio, de África, y el tercio restante, del Medio Oriente. Esto no se había hecho nunca antes.
Al principio, fue un poco incómodo debido a las diferentes culturas e idiomas, pero, al final de la semana las personas del hemisferio occidental ya se habían comunicado con las del otro lado del mundo. Juntos, comenzaron a identificar tendencias y amenazas transregionales que antes habían pasado inadvertidas. Establecieron su propia red para seguir comunicándose luego del seminario, que todavía sigue activa un año después. El Centro Perry se complace en ser parte de estas iniciativas.