Los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, fortalecieron su alianza geopolítica con Irán durante una “gira amistosa” realizada por el ministro de Relaciones Exteriores del país islámico Hosein Amir-Abdollahian. Sin embargo, los expertos consideran que Irán no es un aliado de fiar, pues está alejado de la comunidad internacional y abusa de sus relaciones comerciales con otras naciones para financiar y ejecutar actos de terrorismo.
“Irán es un mal socio para nuestros países porque se mantiene al margen de la comunidad internacional, patrocina a grupos terroristas como Hezbolá y Hamas, e incluso tiene un papel muy dudoso en la guerra de Siria”, dijo a Diálogo el 5 de abril Eliseo Núñez, exdiputado y analista político nicaragüense. “Todo esto sin tomar en cuenta el tema de la represión en contra de las mujeres y la juventud; es un estado teocrático que no tiene libertades”.
“Estas giras buscan empoderar dictadores, impulsar negocios turbios y hacer geopolítica de alto voltaje”, explicó en el portal argentino Infobae Arturo McFields Yescas, exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos. “La seguridad de las Américas está en riesgo; la región requiere de un liderazgo preventivo y proactivo. Una comunidad internacional que actúe antes de que se establezcan las dictaduras y antes de que se generen conflictos bélicos”.
Laureano Ortega, el hijo de la pareja de dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, quien es asesor de inversiones del régimen, ofreció convertir a Nicaragua en una plataforma en Centroamérica para la exportación de productos hacia Irán, y en una vitrina de exhibición de productos iraníes, reportó el diario nicaragüense Confidencial. John Feeley, ex embajador de los EE. UU. en Panamá, calificó la sugerencia de “mal chiste”, añadiendo que Irán no tenía nada, aparte del petróleo, que está sometido a sanciones, que ofrecer a Nicaragua y Centroamérica.
De hecho, Irán, al igual que Nicaragua, está sometido a sanciones internacionales por sus acciones antidemocráticas, un factor crítico en la relación de ambos países.
“Irán es experto en evadir sanciones y le es muy importante al régimen Ortega-Murillo, este es el principal activo que encuentra en ellos”, añadió Núñez. “Ortega básicamente ha podido navegar con todas las sanciones individuales que tiene, y esto se debe a una asesoría muy fuerte por parte de Irán”.
Venezuela por su parte, durante la visita de Abdollahian, apostó “a seguir fortaleciendo nuestra cooperación estratégica en defensa de la soberanía y autodeterminación”, dijo en Twitter el canciller venezolano Yvan Gil.
Para el ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica Arnoldo André, la presencia iraní en estos países resulta extraña por la no cooperación de Irán con la agencia internacional de Energía Atómica.
“En un mundo cada día más polarizado, con un conflicto que podría llevar al uso de armas nucleares, la comunidad internacional debe de ser vigilante para que todos los miembros de las Naciones Unidas se comprometan a la no proliferación nuclear”, advirtió André a La Voz de América en febrero.
Cuba, la veterana de las dictaduras, agradeció “profundamente” el apoyo de Teherán en la lucha cubana frente al embargo impuesto por los Estados Unidos, informó la agencia de noticias española EFE.
Irán ya tiene una historia documentada en Latinoamérica donde abusa de su relación diplomatica con ciertos países, usándola para cometer actos de terrorismo. Un ejemplo de esto es el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina en Buenos Aires, en 1994.
“Esto es muy importante por dos razones: Irán, años antes del atentado, disfrutaba de una relación comercial privilegiada en el área de importaciones y exportaciones de carnes”, explicó desde Washington a Diálogo Joseph Humire, director del laboratorio de ideas Centro para una Sociedad Libre y Segura. “En lugar de aprovechar esta relación comercial privilegiada que tenían con Argentina, la utilizaron como un mecanismo de inteligencia para aumentar sus operativos en la Embajada de Irán en Buenos Aires, y también para maquillar el financiamiento que hicieron para organizar este atentado. Ellos abusaron de esta relación comercial y esos fueron los resultados”.
En este sentido, el exdiplomático McFields Yescas remarcó que “la paz, la seguridad y la prosperidad no suceden por accidente. Se construye con el esfuerzo de ciudadanos valientes, gobiernos responsables y el apoyo de una activa comunidad internacional. Latinoamérica debe y puede seguir siendo una zona de paz”.