El Instituto CASLA, ONG con base en la República Checa que vigila la democracia en Latinoamérica, presentó el 11 de marzo de 2022 ante la Organización de Estados Americanos (OEA) el informe Crímenes de Lesa Humanidad en Venezuela 2021, el cual evidencia la cadena de mando y la intensificación de las torturas del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela contra los presos políticos.
“La violación sistemática de los derechos humanos en Venezuela es algo permanente, frecuente. El mundo no puede ni debe acostumbrarse a escuchar las historias de miseria, de horror, de tortura que sufren los venezolanos”, dijo el secretario general de la OEA Luis Almagro, en la presentación del informe.
Este es el quinto informe que realiza el instituto CASLA. La investigación es parte del soporte técnico y probatorio que se utilizará en el proceso ante la Corte Penal Internacional (CPI) contra el régimen de Maduro, por sistemáticas violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, reportó Voz de América.
Según la investigación, entre enero de 2021 y enero de 2022, hubo en Venezuela 18 nuevas incidencias contra 32 civiles y 23 militares, donde al menos estas 55 personas fueron víctimas de detenciones arbitrarias, desaparición forzada, torturas físicas, torturas blancas (extrema privación sensorial), y tratos crueles y degradantes.
Los principales motivos acusatorios siguen siendo en su mayoría por los supuestos delitos de conspiración, traición a la patria, rebelión, instigación a la rebelión y terrorismo, precisó.
Nuevos métodos
CASLA encontró que el régimen de Maduro recurre a nuevos métodos de tortura, y cómo estos llevan a la víctima al dolor extremo, incluso al borde de la muerte, y cómo los mismos funcionarios del régimen utilizan distintos mecanismos para devolverles el ritmo cardiaco y seguirlos torturando.
Entre los nuevos métodos de tortura están sumergir a la víctima desnudo en un pozo helado hasta causarles síntomas de congelamiento, inyecciones de sustancias desconocidas, y simulacros de fusilamiento, para el goce y disfrute de los verdugos, “como si fuera un fórum romano”, dijo Tamara Suju, directora ejecutiva de CASLA.
Cadena de mando
“La dictadura sabe lo que pasa en los centros de interrogatorio y de tortura de estados y ciudades de Venezuela”, señaló Almaro. “Toda la cúpula militar y civil son conocedores de la planificación, inducción y comisión de los crímenes denunciados en la Corte Penal Internacional”, aseveró Suju.
Los oficiales y funcionarios tienen línea directa con Maduro para la aprobación de procedimientos falsos de persecución sistemática contra opositores, civiles y militares, precisó.
Al menos una vez al mes, el alto mando de los organismos de inteligencia, del sistema de justicia, y del sistema represivo, se reúnen en las oficinas de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), agregó.
La cadena de mando se apoya en personas ampliamente comprobadas por su lealtad y maldad, quienes no tienen ningún tipo de escrúpulos en cometer cualquier tipo de crimen, incluso lo hacen porque les gusta, señala el informe anual.
Implicación de la Habana
Como en otros reportes de CASLA, en este también se presenta evidencia sobre la participación del régimen cubano. El informe hace referencia al Manual de Contrainteligencia Cubano, como la Constitución que rige al personal de la DGCIM.
Un funcionario venezolano en activo dijo a CASLA que los cubanos les dan consejos como: “ustedes pueden ver que estos son los mismos métodos que utilizamos en Cuba, y en todos estos años nunca hemos sido derrocados, siempre nos hemos mantenido en el poder (…); aquí se lo traemos, para que ustedes trabajen apegados a este manual”.
“Cuba comete crímenes de lesa humanidad en Venezuela”, delató Suju. “Cuba está totalmente implicada en la comisión de la tortura y la planificación de la represión en Venezuela”. CASLA está preparando una denuncia formal contra el régimen cubano ante la CPI por este tema, adelantó.
Roland Carreño
“Hoy nuestro hermano Roland Carreño cumple un año y cinco meses secuestrado injustamente en las mazmorras de la dictadura. Así como Roland, más de 240 presos políticos, civiles y militares, continúan detenidos por el simple hecho de querer y luchar por la libertad de Venezuela”, escribió en Twitter el 26 de marzo Leopoldo López, líder opositor a la dictadura venezolana.
El 26 de octubre de 2020, Carreño, un periodista, fue detenido y encarcelado en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), indica la ONG francesa Reporteros Sin Fronteras. Carreño está acusado falsamente de lavado de dinero, financiamiento de terrorismo, conspiración criminal, y tráfico ilegal de armas de guerra.
“Los crímenes de lesa humanidad siguen ahí, la tortura sistemática sigue ahí, las ejecuciones extrajudiciales siguen ahí, los presos políticos siguen ahí”, concluyó Almagro.