Más de 90 000 personas están presas en las cárceles de Cuba, el país con la mayor población proporcional de reclusos en el mundo, con 794 presos por cada 100 000 habitantes. Uno de cada tres ciudadanos cubanos ha sido encarcelado al menos una vez en su vida, indica Prison Insider, una ONG francesa de defensa de presos políticos.
En noviembre 2019, Cuba pidió al Servicio Federal Penitenciario de Rusia capacitar a sus carceleros en “prácticas y metodologías”, dijo a la prensa Valeri Maximenko, vicedirector del organismo.
“Ahora, La Habana viola los derechos humanos con su sistema penitenciario al más puro estilo ruso, caracterizado por tratos inhumanos”, aseguró a Diálogo Jorge Serrano, especialista en seguridad por el Centro de Altos Estudios Nacionales de Perú. “Son gobiernos expertos en emplear la tortura, el terror y las condiciones infrahumanas como métodos de control social en el ámbito penitenciario, que es donde terminan las disidencias rusa y cubana”.
“El personal de seguridad reforzará sus métodos represivos para el control de los presos”, comentó a Diálogo desde su exilio en los EE. UU. Luis Enrique Ferrer, representante en el exterior de la Unión Patriótica de Cuba, el mayor grupo opositor del país. “Por eso, la dictadura no solicita ayuda a las naciones del mundo libre o a países latinoamericanos que tienen democracia”.
“En las prisiones de la isla existe tortura física y psicológica, sobre todo a quienes critican, aún en forma sutil, su modelo económico y político”, agregó Luis Enrique. “Golpizas, aislamiento, mala alimentación y falta de atención médica unidos a cargos dudosos, larga espera para el juicio y sentencias injustas, son parte del infierno que viven los internos en la isla”.
José Daniel Ferrer, hermano de Luis Enrique, fue detenido sin cargos formales el 1.º de octubre de 2019, y está aislado en la cárcel de Aguadores, en la provincia Santiago de Cuba. “El caso de Ferrer es estremecedor, pero como el suyo, hay cientos de prisioneros políticos y miles de presos no criminales en la isla”, señaló el eurodiputado Leopoldo López Gil, coordinador de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo.
La ONG Human Rights Watch indica que en muchas prisiones cubanas no separan a los presos preventivos de los condenados, ni a los jóvenes de los adultos; el sistema no reconoce el estado diferente de los presos políticos, y los sancionan por negarse a participar en su reeducación doctrinaria o denunciar violaciones a los derechos humanos.
“Nuestros colegas de Cuba se preocupan de cómo hacer su trabajo cada vez más justo y correcto para aquellas personas que, por voluntad del destino, caen en estas instituciones”, declaró el Teniente General del Ejército de Rusia Anatoly Rudy, subdirector de la Agencia Federal de Ejecución de Penas, en su visita a un penal cubano en agosto de 2019. “Trabajo que quebranta la voluntad y destruye el espíritu de miles de personas en las prisiones”, remarcó Luis Enrique.