Como parte de un intercambio entre suboficiales de nivel superior de Paraguay y de los Estados Unidos, representantes del Comando Sur de EE. UU. participaron de un taller en Asunción, entre los días 21 y 24 de junio. Diálogo aprovechó la oportunidad para conversar con el General Oscar Luis González, comandante del Ejército de Paraguay, que discursó a los participantes en el Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones de Paz, donde, presidió la inauguración de las actividades junto a la Coronel del Ejército estadunidense Barbara Fick, oficial de enlace de la Oficina de Cooperación de Seguridad de la Embajada de los EE. UU. en el país.
Diálogo: ¿Cuál es el principal reto del Comandante actual del Ejército de Paraguay?
General Oscar Luis González, Comandante del Ejército de Paraguay: Creo que es muy difícil de determinar cuál es el principal reto. Tengo que decirle que estoy convencido de que la institución son los componentes humanos del Ejército. A partir de ahí, con esa premisa, apuntamos a la calificación del personal, al entrenamiento, a la educación y al bienestar. Porque todos esos aspectos van de la mano. Uno no puede tener un personal entrenado si el personal no está educado. Y no puede tener las dos cosas si el personal no tiene las condiciones de vida confortables que dentro de la operatividad merece tener el personal militar. Y en ese sentido, otra vez debemos de clasificar por jerarquías, jerarquía de oficiales y jerarquía de suboficiales. Cada jerarquía tiene su naturaleza propia, sus características propias y también sus inconvenientes propios. Y estamos dándole una importancia muy grande a la jerarquía de suboficiales porque creemos que es la jerarquía que en cierto modo sufre un poco de algunas penurias seguramente por la misma condición jerárquica. Y necesitan que nosotros estemos más atentos a la jerarquía de suboficiales, por lo menos acá en Paraguay.
Diálogo: Y por eso ese taller, ¿no?
Gral. González: Efectivamente. En estos mismos términos conversé hace unos meses con el Mayor General Clarence Chinn, comandante del Ejército Sur de los Estados Unidos. Y él tomó esto como un desafío prácticamente para sí mismo. Él fue muy sensible a mis expresiones. Y por eso ahora tenemos acá están los sargentos mayores de las Fuerzas Armadas de los EE. UU., que no es cosa fácil de conseguir y estoy seguro que esta reunión tan amplia será fructífera.
Diálogo: ¿Falta un cambio más profundo de mentalidad no sólo de los sargentos mayores, los demás sargentos, los cabos, los soldados, pero también de la oficialidad para que este proyecto de profesionalización de los suboficiales sea exitoso?
Gral. González: Efectivamente. Sí, la mentalidad debemos de cambiarla principalmente los oficiales. Y entre los oficiales más especialmente aún, los comandantes. En realidad, en el Ejército paraguayo, entre los oficiales con los suboficiales se mantiene siempre una buena relación. Es una cuestión también que hace a nuestra nacionalidad, que la nación paraguaya es bastante homogénea. No existen acá diferencias más allá de las condiciones económicas. Las condiciones sociales, culturales son muy homogéneas entre todos los pobladores. Y eso se refleja en las Fuerzas Armadas. Entonces el oficial paraguayo no discrimina al suboficial más allá de la diferencia que debe haber en el mando. Eso es por la propia disciplina y por la verticalidad que es propia de cualquier ejército que se debe mantener. Pero en ese sentido y para partir tenemos esa ventaja. A partir de ahí tenemos que seguir trabajando para que el oficial realmente tenga ese concepto que siempre estoy tratando de inculcar a los oficiales. La primera responsabilidad que tiene el oficial es cuidar del personal a su cargo. Básicamente es el norte que debe de tener el oficial. Y el personal que está a su cargo es el suboficial y es también el soldado, con más razón el soldado. Y a partir de ahí la preocupación debe ser por su educación, por su entrenamiento y por su bienestar. Si el oficial entiende eso creo que va a cumplir mejor su misión y creo que todo va a ir mucho mejor. Yo estoy convencido de que debemos de trabajar mucho todavía.
Diálogo: En estas conversaciones con el General Chinn del Ejército Sur de los Estados Unidos, ¿ustedes hablaron de otros temas como intercambio de inteligencia y ejercicios conjuntos?
Gral. González: Sí, hablamos de intercambio de inteligencia y de entrenamiento para cursos de operaciones de paz, entrenamiento también de operaciones. Y estamos en la medida de las posibilidades desarrollando siempre también con las dificultades que significa que un personal militar salga de uno u otro país. No, no es tan fácil ni para los estadounidenses venir a Paraguay y ni qué decir que el paraguayo vaya a los Estados Unidos. Siempre hay un problema presupuestario, un problema también de gestión del viaje pero estamos bien. Estamos bastante adelantados en la puesta en práctica de las conversaciones que tuvimos con el General Chinn y le digo sin el concurso decisivo de la Oficina de Cooperación en Seguridad, encabezada por la Coronel Barbara Fick y su equipo, porque ella siempre hace mención de su equipo. Y sin el concurso de ellos esto iba a ser si no imposible, muy dificultoso.
Diálogo: ¿Qué es lo que falta a Paraguay para tener un mayor intercambio de información, de inteligencia militar, más específicamente entre ejércitos con los países de la región y con los Estados Unidos?
Gral. González: Hacemos un esfuerzo grande. Yo creo que falta que pase el tiempo. Es cuestión de proceso porque tenemos muy buenas relaciones con los Ejércitos de Brasil, Argentina, Uruguay. Tenemos buenas relaciones y también con el Ejército de los EE. UU. estamos totalmente dispuestos a realizar intercambios. Es más, intercambiamos información. Usted no se imagina las relaciones fluidas y amistosas con la Oficina de Cooperación en Seguridad de la Embajada de los Estados Unidos. Ellos pueden venir junto a mí cuando quieran. Y también la relación en ese sentido que el intercambio de inteligencia también es muy fluido a mi criterio. Por supuesto siempre hay algo más que hacer…
Diálogo: Usted mencionó las operaciones de paz y estamos en una escuela que es reconocida en la región como una de las mejores en este tema. ¿Podía hablar un poquito más de la participación del Ejército paraguayo en misiones de paz en el mundo?
Gral. González: Sí, estamos en varios países tanto como observadores como también como contingentes. El Centro de Operaciones de Paz acá de Paraguay ya usted lo ha dicho, tiene un prestigio muy bien ganado. Acá suelen venir oficiales de otras nacionalidades a capacitarse, vienen también a visitar y siempre están admirando la capacidad que tiene el Centro sobre todo para los cursos de contingente, curso de observadores, logística y son cursos múltiples, de corresponsales de guerra. No solamente es admirado por otros países sino que yo mismo como comandante del Ejército tengo una gran admiración por este CECOPAZ. El padre no tiene que admirar al hijo pero en este caso, ¿por qué no?
Diálogo: ¿El Ejército paraguayo participa en operaciones de combate al narcotráfico?
Gral. González: Por ley, por la Constitución, el Ejército no tiene participación en la lucha directamente, frontalmente nosotros no tenemos esa misión. Pero sí que apoyamos las operaciones con vehículos e inclusive la SENAD, la Secretaría Nacional de Lucha contra las Drogas, también recibe el apoyo de personal militar para adiestramiento. Apoyamos a la SENAD pero la participación directa de las Fuerzas Armadas, no solamente del Ejército, sino de todas las Fuerzas Armadas, no está permitida por ley.
Diálogo: Y con relación a ayuda humanitaria, incluso en otros países. ¿Cuál es la participa el Ejército de Paraguay en estas actividades?
Gral. González: Nosotros estamos convencidos de que el Ejército tiene la absoluta responsabilidad, es más, la obligación de ayudar a la población no solamente en casos de desastres naturales, en caso de que la situación sea verdaderamente ya calamitosa. Y es más, ayudamos a la población civil en sus necesidades. Cuando hay inundaciones, es un caso de desastre. Cuando hay inundaciones acá — tenemos el Río Paraguay y el Río Paraná — apoyamos con lo que tenemos. Apoyamos con nuestros escasos medios, apoyamos con nuestro personal. Porque la calidad del soldado paraguayo, genéricamente hablando, es muy alta y tiene una gran facilidad para relacionarse con la población porque somos parte de la población. Y estamos embarcados en eso. Pero no importa que no haya una calamidad; es suficiente que haya una población carenciada que necesite de una atención médica. Recogemos lo que tenemos y nos vamos a asistirles también con una operación de asistencia médica y odontológica. Y en este caso yo tengo que hablar únicamente de Fuerzas Militares porque el comando de las Fuerzas Militares es el que lleva adelante un operativo muy grande que se llama Ñepohano en guaraní, que en castellano significa sanar, ofrecer asistencia sanitaria. Y es muy grande el operativo. Se realiza periódicamente en las localidades más carenciadas del país. Y nosotros de parte del Ejército que tenemos mucho menos medios, a través de las unidades que se encuentran por todo el territorio, también ofrecemos asistencia médica con los escasos recursos que tenemos. Hace poco fue la primera vez que la población remota de San Alfredo, en la frontera prácticamente con Bolivia, a 800 kilómetros de Asunción y cruzando todo el Chaco, a través de un camino muy feo, recibió atención. La Quinta División de Infantería, que es la gran unidad que estaba asentada ahí, hizo un gran esfuerzo y fueron componentes a ofrecer asistencia médica a pobladores que eran también originarios. Por lo menos estamos convencidos de que debemos de ayudar y así lo hacemos a pesar de nuestros recursos. Todas las unidades militares del Ejército saben que no tienen que pedir autorización para ayudar a la gente, ayuda y después comunica.