Durante la Conferencia de Defensa Sudamericana 2017 (SOUTHDEC, por sus siglas en inglés), llevada a cabo en Lima, Perú, del 22 al 24 de agosto, se desarrollaron paneles de debate para tratar diferentes temas de manera grupal. Por ejemplo, uno de los paneles se enfocó en las estrategias de defensa cibernética de varios países. El mismo contó con la participación de Colombia, como uno de los países sudamericanos con mayor avance en ese sector. Para hablar sobre el tema de la defensa cibernética y otros que involucran las Fuerzas Militares colombianas, Diálogo conversó con el General del Ejército colombiano Juan Carlos Salazar Salazar, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares de Colombia.
Diálogo: ¿Qué están haciendo las Fuerzas Armadas de Colombia para enfrentar el problema de los ataques cibernéticos?
General del Ejército de Colombia Juan Carlos Salazar Salazar, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares de Colombia: Colombia tiene una organización en el comando general, es un Comando Conjunto de Ciberseguridad y Ciberdefensa, que es un ejemplo también para Sudamérica. Ahí integramos todas las capacidades que tienen el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Las integramos y probamos no solamente nuestra protección a los datos militares, sino que también le estamos sirviendo a algunas empresas del Estado, y empresas y organizaciones civiles. Incluye todo un interés, unas capacidades, el ministerio, las telecomunicaciones. Tenemos una maestría en ciberseguridad y ciberdefensa de la Escuela de Guerra y la Organización de Estados Americanos. Estamos en camino a desarrollar un centro de estudios y de seguimiento a la ciberseguridad y ciberdefensa. O sea que son varios instrumentos alrededor de este interés.
Diálogo: ¿Colombia trabaja con militares de otros países en este tema?
Gral. Salazar: Permanentemente asistimos y asisten a Colombia. Desarrollamos olimpiadas. Las hemos hecho en nuestro país, las hemos hecho en España, las hemos hecho también en Brasil. Aquí hay una intercomunicación, un intercambio de información, un intercambio de entrenamiento y compartimos también ideas.
Diálogo: ¿Qué es el Ejército multimisión de Colombia, término acuñado durante el posconflicto del país?
Gral. Salazar: Las complejidades en este nuevo escenario que tenemos en Colombia del fin de un conflicto armado negociado con el gobierno nacional, en este caso con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), nos hacen profundizar en una serie de factores de inestabilidad que tenemos que enfrentar. Cuando hablamos de factores de inestabilidad [nos referimos a que] son de diferentes áreas, no solamente los militares, de economías ilícitas, sino también en el campo psicosocial, en el campo jurídico, en el campo de la infraestructura. El Ejército, además de su función constitucional en apoyo al gobierno nacional, que es seguridad y defensa, también tiene unas capacidades distintivas que las ofrece para la cooperación y desarrollo del país. Por eso decimos que somos un Ejército multimisión.
Diálogo: ¿Cuál ha sido el avance de los programas cívico-militares, como Fe en Colombia?
Gral. Salazar: Nuestro plan militar estratégico, que se denomina Victoria, tiene tres ejes. El primer eje es el control institucional del territorio, o sea, las operaciones militares; el segundo es la cooperación y el desarrollo; y el tercero es el fortalecimiento institucional. En las áreas de cooperación y desarrollo, y el fortalecimiento institucional tenemos la campaña Fe en Colombia, y estamos en el corazón de los colombianos y ahí nos vamos a quedar. ¿Qué significa Fe en Colombia? Nos hemos constituido en un eslabón, en un puente, entre la oferta estatal y las comunidades. Tenemos el acceso directo y la posibilidad de llegar a las comunidades menos favorecidas y las más apartadas. Estamos trayendo la oferta estatal de manera focalizada y priorizada a esas comunidades, y está dando unos resultados magníficos hacia comunidades como los indígenas, los afrodescendientes, los que están allá en la selva, en el sur, en la costa del Pacífico. Eso es Fe en Colombia, ayudar a nuestra población.
Diálogo: ¿Cuál es la principal lección aprendida que las Fuerzas Armadas de Colombia pueden compartir con las naciones amigas sobre el apoyo militar a la Policía Nacional, en especial en el combate al narcotráfico?
Gral. Salazar: Aquí hay una distinción de roles y funciones. Policía Nacional tiene los propios y cada fuerza y las fuerzas militares los propios, pero lo que ha ido sucediendo en los últimos años es que las Fuerzas Militares debemos de contribuir al esfuerzo de la policía. Hay unas tareas con dedicación principal, como el narcotráfico, la minería criminal, el combate al contrabando, el tráfico de armas y explosivos, el control del tráfico de migrantes. Todos esos enfrentamientos de factores de inestabilidad le corresponden a la policía y nosotros lo hacemos en asistencia militar, o sea que contribuimos con la policía con el suministro de información. Contribuimos con medios, transporte aéreo y fluvial, haciendo operaciones coordinadas, donde el foco es el de ellos, pero en un segundo o un tercer anillo lo hacemos nosotros. Hemos obtenido la autorización jurídica para con nuestros Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal para combatir las extorsiones de secuestro, pues ya hemos desarrollado operaciones directas en forma general. En Colombia trabajamos de manera coordinada con la policía para enfrentar todos los agentes generadores de violencia. El marco legal que es fundamental para proteger a nuestros hombres es el que estamos en el proceso de definir bajo la modalidad de asistencia militar a la policía.
Diálogo: ¿Usted diría que las FARC están, realmente, acabadas?
Gral. Salazar: FARC como grupo armado, al margen de la ley, desapareció. Hoy aparece como una entidad política, que es lo que se negoció. Hay un proceso de dejación de armas que se cumplió, fueron 8.800 hombres en armas que hicieron entrega de las armas, están en proceso de desmovilización, de tener identidad nueva. Ahora, producto de la negociación hay una inserción política, o sea, tienen la posibilidad de hacer política, pero como grupo revolucionario desapareció. Sin embargo, hay unas disidencias, un porcentaje muy bajo que no aceptaron el proceso de paz y es lo que hoy llamamos grupo armado residual. Contra ellos van todas las operaciones militares. De hecho, estamos teniendo resultados, pero en Colombia hay otros grupos al margen de la ley con los cuales se debe continuar toda la acción militar, significa que no es posible la reducción de las fuerzas militares en este tiempo uno, ni en un tiempo dos. En el tiempo tres de 2030, ahí si podemos pensar en reducir fuerzas militares y policía. Por ahora mantenemos todo el ímpetu para mantener el control del territorio.