China sigue siendo el proveedor más importante de armamento para Venezuela, reveló la organización no gubernamental (ONG) venezolana Control Ciudadano, en su informe de noviembre de 2021: Fuerza Armada Nacional Bolivariana, adquisición, recepción e incorporación de armamento y material militar, período 2017-2021. Según el reporte, China y Rusia se mantuvieron como los dos principales proveedores de armamento del país sudamericano en los últimos cinco años, aunque las adquisiciones son ahora mucho menores que en años anteriores, debido al colapso de la economía venezolana.
El documento se basa en información pública y comunicados del régimen, de las Fuerzas Armadas, de la industria de defensa, de fabricantes de armas, de organismos internacionales y de la prensa internacional.
Según reporta la ONG, en 2010 China había destronado a Rusia como principal proveedor militar de Venezuela. Entre 2005 y 2021 Rusia ganó la licitación de 39 contratos para adquisiciones de defensa, la mayoría de los cuales se celebraron bajo la presidencia de Hugo Chávez (hasta 2012). En el período 2013-2016, fueron solo tres contratos. Por otro lado, China recibió 49 contratos desde 2005 hasta 2021: 19 en 2005-2012 y 25 durante el período 2013-2016.
“Había cierto grado de disconformidad [con el equipamiento ruso] y ellos [el régimen venezolano] buscaban otras alternativas… por el precio y la posibilidad de crédito [respaldado por petróleo]”, comentó a Diálogo el argentino Andrei Serbin Pont, analista de política exterior y director del centro de estudios Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES).
“Rusia, por lo demás, ha incumplido con los plazos para la instalación en Venezuela de plantas para la producción de fusiles y municiones y de centros de entrenamiento y mantenimiento aeronáutico, que fueron contratados en 2006”, indicó Control Ciudadano en su informe de 2013-2016.
La represión política en Venezuela, que comenzó en 2014 y continúa hasta la actualidad, también se reflejó en las compras: desde 2013, la mayoría de los contratos chinos fueron para adquirir equipamiento antidisturbios. “Durante el 2014 y 2015 destaca la mayor adquisición de equipos y sistemas antimotín destinado a la Guardia Nacional Bolivariana”, señaló Control Ciudadano.
“Las compras a China están más relacionadas con el control interno, que es prioridad en escenarios de corto plazo. El enemigo externo es más bien retórico que cualquier otra cosa”, dijo a Diálogo la analista de seguridad y defensa Francine Jacome, directora ejecutiva del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos (INVESP).
En un informe de octubre de 2020, la publicación del Centro de Estudios de Seguridad de la Universidad de Georgetown Georgetown Security Studies Review (GSSR), señaló que el régimen de Nicolás Maduro ha utilizado equipamiento militar chino para reprimir manifestaciones contra el régimen, como el uso de vehículos blindados fabricados en China en 2014 y 2019. “Queda claro que las armas que el régimen ya ha almacenado […] mejoran las capacidades represivas de los agentes de seguridad”, indica el informe.
La abogada y defensora de derechos humanos Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano, denunció la “opacidad” en los procesos de adquisición de armas y equipamiento militar, que dijo no están centralizados en el Ministerio de Defensa, sino que los realizan distintas entidades de la administración pública, mientras que “los contratos quedan ejecutados parcialmente en el tiempo, y no hay control previo y posterior auditable sobre las compras militares en Venezuela”.
Según GSSR, las continuas ventas de armas chinas plantean dos asuntos importantes: profundizan la crisis económica y humanitaria de Venezuela y también podrían tener consecuencias desastrosas para la seguridad regional, si los grupos armados no estatales se apoderan del arsenal de Maduro.