Del 6 al 15 de julio de 2021, agentes de la Policía Federal (PF) de Brasil y de la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay (SENAD) destruyeron casi 48 toneladas de marihuana en territorio paraguayo, durante la etapa 26 de la Operación Nueva Alianza.
Los efectivos realizaron incursiones aéreas y terrestres para detectar campamentos, centros de almacenamiento, laboratorios y cultivos ilícitos de la droga en el departamento de Amambay.
En los 10 días que duró el operativo fueron desmantelados 109 campamentos, y se erradicaron 260 hectáreas de cultivos de cannabis, según datos oficiales. “El total destruido equivale a más de 800 toneladas de marihuana lista para el consumo”, informó la PF.

Los agentes de policía también destruyeron 842 000 semillas de marihuana, según el sitio web brasileño G1.
La operación contó con el apoyo del Comando de Operaciones de Defensa Interna de la Fuerza de Tarea Conjunta, integrado por miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional de Paraguay.
Según la SENAD, los campamentos desmantelados eran la base logística para procesar grandes volúmenes de marihuana. “La droga estaba destinada a facciones criminales brasileñas”, informó la SENAD.
Mientras la PF erradicaba la marihuana en Paraguay entre el 12 al 15 de julio, también destruía plantaciones de cannabis en el estado de Pernambuco. “La operación, que contó con el apoyo de la Policía Rodoviaria Federal y la Policía Militar, dio como resultado la eliminación de aproximadamente 58 000 plantas de marihuana”, informó la PF.
Se trata de la tercera operación conjunta que realizan agentes de ambos países en 2021, para erradicar principalmente la marihuana en Paraguay. Según la PF, este año dejaron de comercializarse más de 4000 toneladas de la droga.
“Las acciones de erradicación de cultivos ilícitos de marihuana son una estrategia importante para reducir la oferta de la droga”, explicó la PF. “Con esfuerzos y recursos concentrados en pocos días, se podrían destruir cantidades superiores al total de droga incautada en el país [Brasil] durante todo el año”.
Los agentes paraguayos elogiaron la cooperación logística y de inteligencia que brindaron sus homólogos brasileños. “La Operación Nueva Alianza XXVI nació en el marco de la corresponsabilidad entre la SENAD y la Policía Federal en la lucha contra el crimen organizado”, afirmó la SENAD.
Por su parte, la PF manifestó que la acción “reafirma el foco en la cooperación policial internacional, y representa un duro golpe al narcotráfico y al crimen organizado”.
La elección de Amambay como centro de la operación no fue casual. Situado en la frontera con Brasil, el departamento es el foco de las actividades más alarmantes del crimen organizado de Paraguay: el tráfico de cocaína, la producción de marihuana y el aumento de los grupos criminales violentos.
Así lo afirma un informe de la organización InSight Crime, especializada en amenazas a la seguridad en Latinoamérica. “[Amambay] lidera la producción de marihuana del país y es un corredor vital para las drogas, en donde la marihuana y la cocaína circulan a través de la frontera terrestre del departamento hacia Brasil”, indicó InSight Crime.