La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Bolivia confiscó cinco narcoavionetas en tres operativos antidrogas realizados en septiembre en el Departamento de Beni.
“En la Operación Colmena, se han secuestrado 288 kilos [de cocaína] con 180 gramos de clorhidrato de cocaína, 180 litros de combustible, una estancia denominada Nuevo Mundo y una avioneta”, dijo el ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, en una conferencia de prensa el 21 de septiembre.
Los agentes también confiscaron cinco armas, entre ellas un fusil AK-47. Las autoridades presumen que la cocaína provenía de Perú y sería enviada a Brasil.
En la segunda operación, Ventisca, la FELCN incautó dos avionetas con las matrículas clonadas, substancias químicas (no reveladas) y una estancia denominada Espíritu. También detuvo a cuatro ciudadanos bolivianos.
Por último, en la operación Alas del Oriente, los efectivos confiscaron otras dos aeronaves.
“A todas estas avionetas se les ha hecho el trabajo de microaspirado [que determina si fueron utilizadas para el transporte de drogas]. Y todas han dado positivo”, dijo Murillo. “Los golpes realizados son muy importantes porque toda la droga en el Beni se mueve vía aérea”.
De hecho, además de ser el tercer productor mundial de cocaína (detrás de Colombia y Perú), Bolivia ha sido históricamente un país de tránsito de la cocaína peruana hacia Brasil y Argentina, indicó en un reporte el Real Instituto Elcano, un centro español de estudios internacionales y estratégicos.
Y ahora la nación andina suma otra tendencia: grupos criminales de distintos países utilizan las redes sociales en Bolivia para hacer sus encomiendas a los productores de drogas. Así lo reveló el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas de Bolivia Jaime Zamora, el 20 de septiembre.
“Lamentablemente, somos un país de pedido”, dijo Zamora a la Agencia Boliviana de Informaciones. “Las diferentes organizaciones hacen su pedido a los narcotraficantes del país, precisando cantidad y calidad, con la marca y el sello que quieran”, precisó.
Los ladrillos de clorhidrato de cocaína vienen identificados con símbolos en forma de peces, letras, coronas y animales, que corresponden a la marca de cada productor. Las evidencias vienen de los operativos de destrucción de laboratorios de cristalización de cocaína. Hasta ahora en 2020, las fuerzas de seguridad detectaron al menos 38 sellos, informó Zamora.
Los productores que aceptan las encomiendas por las redes sociales no son solo de Bolivia, ya que las operaciones descubrieron centros de acopio de pasta base de cocaína procedente de Perú. A su vez, los grupos criminales que hacen los pedidos suelen ser de Brasil, Chile y países europeos, precisó el viceministro.
En respuesta, la FELCN intensificó la destrucción de las instalaciones utilizadas para producir el alcaloide. En lo que va del año, los efectivos desmantelaron 700 fábricas y 20 laboratorios de cocaína, reportó el diario boliviano Página Siete.
Solamente entre el 1.º y el 3 de septiembre, durante la Operación Impacto II, “la FELCN destruyó 54 fábricas móviles de elaboración de cocaína, un laboratorio, dos recicladoras de éter y 195 kilos de cocaína”, dijo la fuerza en un comunicado.
“El laboratorio tenía una capacidad máxima de 50 kilos por día”, informó la FELCN, que confiscó también un vehículo, cuatro armas de fuego y municiones de distintos calibres.