La banda criminal venezolana el Tren de Aragua ya está operando en Chile y actualmente tiene presencia en el extremo norte del país y en las ciudades de La Serena, región de Coquimbo, y Estación Central, en la provincia de Santiago, destacó la televisora chilena Canal 13, a comienzos de enero de 2022. Sus actividades salieron a la luz en marzo de 2021, cuando una unidad de la Fiscalía local de Iquique identificó a varios extranjeros que traficaban drogas hacia Chile, quienes revelaron que fueron atacados por este grupo por negarse a pagar para cruzar la frontera, reportó el diario chileno La Tercera.
La información encendió las alarmas entre los organismos de seguridad del país. “Esta es una banda criminal muy peligrosa que se dedica a extorsiones, robo, secuestro, hasta homicidios”, dijo el prefecto Fernando Rojas, jefe de la Brigada Investigadora de Robos (BIRO), de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile, en La Serena.
El Tren de Aragua, calificada por la organización dedicada al estudio del crimen organizado en Latinoamérica InSight Crime, como “la banda más peligrosa de Venezuela”, cuenta con más de 2700 miembros armados en Venezuela, y ya tiene tentáculos en Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, y más recientemente en Bolivia, donde se dedica a la venta de drogas, tráfico de armas, trata de personas y contrabando. El grupo, cuya creación se remonta a la década del 2000 y tiene por base el estado venezolano de Aragua, se fortaleció bajo el régimen de Hugo Chávez y se expandió rápidamente en la región en los últimos dos años, precisa la organización.
Una de las estrategias de expansión del Tren de Aragua ha sido “establecer alianzas con criminales en distintas geografías, y también promover la migración de algunos de sus integrantes a otras regiones para ampliar las economías criminales […], lo que incluye seguir el trayecto de los migrantes venezolanos hacia países vecinos”, explica Insight Crime.
En La Serena, por ejemplo, un grupo de la banda que fue detenido por la PDI se dedicaba a extorsionar a las venezolanas que ejercían el comercio sexual. “Las amenazaban indicando que pertenecían a esta banda y que debían pagar una suma que alcanzaba unos USD 120 a la semana. Si no pagaban, amedrentaban con hacer daño a sus familias”, relató el comisario Esteban Calderón, de la BIRO de la PDI La Serena.
Bandas como el Tren de Aragua operan con un modelo de negocios que funciona como una franquicia, con metas, rentabilidad y logística, donde nada se improvisa. “Estas organizaciones realizan estudios sobre cada país donde ingresan, lo que incluye contratar asesorías profesionales de firmas legales y estudios sociopolíticos, además de corretaje de propiedades para obtener inmuebles”, explicó a Diálogo Guillermo Holzmann, analista chileno de defensa, y académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Valparaíso.
“Las recientes acusaciones de Chile representarían una expansión significativa de las operaciones del Tren de Aragua, que pasaría de ser una pandilla transnacional muy específica de Venezuela, a convertirse en una verdadera amenaza regional”, concluyó InSight Crime en un reporte de octubre de 2021.