Ante el avance de la gigantesca flota pesquera china, cuyas prácticas de explotación ilegal e indiscriminada de los recursos marítimos han generado preocupación en las costas del Pacífico de Sudamérica, la Armada de Chile desarrolló en diciembre de 2020 un fuerte protocolo de fiscalización.
El 14 de diciembre, la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar) de la Armada de Chile informó en un comunicado que un total de 432 buques pesqueros con bandera china y 17 naves de apoyo logístico navegaban frente a las costas del país. “De los anteriores, 77 ya se encuentran en tránsito dentro del área de responsabilidad nacional, de los cuales solo 11 transitan por la Zona Económica Exclusiva [ZEE], sin hacer uso de sus aparejos ni efectuar faenas de pesca”, indicó Directemar.
La Armada realizó operaciones diarias con unidades navales y aéreas para proteger sus aguas territoriales, indicó la institución en varios comunicados. El 4 de diciembre, la Armada anunció que un avión Casa P-295 y el buque patrullero oceánico Cabo Odger realizaron operaciones de vigilancia, a una parte del grupo de pesqueros que se encontraba frente a la región de Arica y Parinacota. Un avión P-68 de la Quinta Zona Naval realizó sobrevuelos de los buques pesqueros que navegaban en la ZZE en el sur de Chile y el patrullero oceánico Comandante Toro, con apoyo aéreo, fiscalizó a 10 embarcaciones que navegaban en aguas territoriales cerca de un parque marino protegido, indicó el 20 de diciembre el portal de noticias chileno BiobioChile.

Bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, las naciones costeras tienen jurisdicción sobre los recursos naturales dentro de su ZEE, lo que significa que los buques chinos pueden navegar pero no pueden pescar en estas aguas.
Los barcos, que llegaron a las islas Galápagos a mediados de julio de 2020 y transitaron hacia las costas del Perú antes de llegar a Chile, generaron preocupación por sus prácticas pesqueras, que varias organizaciones de conservación del mar, como Oceana, califican de “saqueo”. En varias oportunidades, los barcos apagaron sus sistemas de ubicación, lo que podría significar que estaban realizando actividades ilegales, reportó la BBC el 15 de diciembre.
Según el Stimson Center, un centro de investigación estadounidense sobre relaciones internacionales y seguridad, la flota china es utilizada para satisfacer la demanda creciente de mariscos, afirmar el control territorial sobre el mar de la China meridional, y los intereses económicos del Gobierno chino, en relación con la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
“Los desplazamientos [de la flota pesquera china], además de constituir un riesgo sobre depredación de especies en el Atlántico sur, y por ende un delito internacionalmente penado, aportan conocimientos sobre facilidades logísticas y vías navegables, que serán empleados durante la próxima década por las flotas expedicionarias de la Armada del Ejército Popular de Liberación, en sus objetivos de navegación interoceánica en el hemisferio americano”, dijo a Diálogo Sergio Cesarin, coordinador del Centro de Estudios sobre Asia del Pacífico e India, de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, en Argentina.
Los desplazamientos [de la flota pesquera china], además de constituir un riesgo sobre depredación de especies en el Atlántico sur, y por ende un delito internacionalmente penado, aportan conocimientos sobre facilidades logísticas y vías navegables, que serán empleados durante la próxima década por las flotas expedicionarias de la Armada del Ejército Popular de Liberación, en sus objetivos de navegación interoceánica en el hemisferio americano”, Sergio Cesarin, coordinador del Centro de Estudios sobre Asia del Pacífico e India, de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
La pesca ilegal constituye la sexta economía criminal más lucrativa a nivel global, con ingresos estimados de USD 15 000 a 36 000 millones, según un informe de 2017 realizado por Global Financial Integrity, una ONG que investiga flujos financieros ilícitos.
La flota pesquera de China con cerca de 17 000 barcos, con mucho la más grande del mundo, tiene la peor calificación en pesca ilegal, especificó la organización internacional InSight Crime, especializada en amenazas a la seguridad en Latinoamérica y el Caribe.
“Aunque era un problema de larga data, la flota pesquera china se convirtió en una preocupación particular después de 2016. Desde entonces, ha motivado serias alertas anuales en Ecuador, Perú, Chile y Argentina”, indicó InSight Crime.
Solo en Chile, la pesca ilegal representa un costo estimado anual de USD 300 millones para el país, según un informe de 2020 de AthenaLab, un centro de investigación chileno de defensa y seguridad.