El 29 de abril, el presidente colombiano Iván Duque anunció en Twitter que 20 miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), último grupo guerrillero de Colombia, se habían entregado al Ejército luego de una serie de enfrentamientos en el departamento del Cauca, en el suroeste del país. El ministro de Defensa de Colombia Carlos Holmes-Trujillo, hizo eco del anuncio de Duque y felicitó a los militares que llevaron a cabo la operación.
Efectivos de la Tercera División del Ejército, la Fuerza Aérea, el Comando Conjunto de Operaciones Especiales y una unidad de la Fuerza de Despliegue Rápido, se enfrentaron con las fuerzas guerrilleras en esa turbulenta región del país, que durante más de 50 años fue duramente azotada por el conflicto armado encabezado por varios grupos armados, dada su posición estratégica para el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos y Centroamérica.
Durante la operación, las autoridades también incautaron un importante alijo de armas que incluyó fusiles de asalto, pistolas, lanzagranadas y artefactos explosivos improvisados.
“Nuestras fuerzas seguirán manteniendo su presencia y su lucha en esta región contra todas las organizaciones criminales que intimidan y generan daños en la población civil para beneficiarse del tráfico de drogas”, expresó Holmes Trujillo.
La rendición se produjo en medio del cese al fuego unilateral que declaró el ELN entre el 1.º y el 30 de abril, debido a la pandemia de coronavirus, luego de que el Alto Comisionado para la Paz colombiano anunciara nuevos incentivos el 29 de abril, como beneficios legales y sentencias reducidas para aquellos que abandonen las pandillas criminales y agrupaciones guerrilleras disidentes.
Antes de dicho anuncio, esos beneficios solo se aplicaban a aquellos miembros del ELN ya desmovilizados. La nueva política incluirá a quienes abandonen las agrupaciones disidentes de excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y las pandillas criminales del Clan del Golfo, los Pelusos y los Caparros.
Según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, unos 4400 guerrilleros del ELN aprovecharon esta oportunidad.